MAMÁ CHŪYA [SOUKOKU]

Tres Criaturitas

Dazai se había presentado ante Mori. Trabajó para la Port Mafia durante tres meses al mismo tiempo en que trabajaba para la Agencia de Detectives Armados. Había conseguido ahorrar dinero suficiente para el pronto futuro que le esperaba.

— Dazai-kun. ¿Sabes la razón por la que Chūya-kun no se ha presentado al trabajo desde hace tres meses?

Observaba el anillo. Jamás había prestado tanta atención como ahora. Dazai sonrió al notar esa mirada puesta en su dedo.

— No puedo seguir ocultándolo. Mori-san, me casé con Chūya. Él viajó a Canadá por cuenta propia y por eso no se ha visto en ninguna parte.

Inventó. Sí estaba casado con Chūya, pero Chūya no estaba en Canadá, sino en la casita de ambos.

Si había algo que estaba prohibido, era relacionarse con otros miembros de la organización contraria o de la misma, en el caso de Dazai y Chūya, que se suponía que debían ser sólo rivales y no algo más.

Las consecuencias vendrían después.

✨✨✨

Al anochecer, Dazai se acomodaba para dormir, ambos muy acurrucados. Tuvieron que cambiar a una cama más grande para poder tener buen espacio.
Parecía que la gran pancita de Chūya iba a estallar pronto, y no tardó mucho para que empezara a causarle problemas ligeros.

— O-Oye, Dazai...

Jaló de la camiseta pijama de su esposo. Sentía miedo.

— ¿Qué sucede?

Respondió soñoliento, cubriéndose mejor con el cobertor que compartían.

— M-Me duele un poco, me molesta... Son los bebés, Dazai. Este dolor es cada vez más fuerte...

Apretaba con sus manos la camiseta del castaño, aferrándose a él. Dazai se levantó enseguida para comenzar el traslado.

— C-Chūya, ahora mismo te llevo al hospital... A-Aguanta un poco ¿Si?

— Esto es peor de lo que creí... No quiero hacer escándalo pero duele mucho...

Apenas tomaba aire con dificultad. Dazai estaba desesperado y solo actuaba a como él consideraba correcto. Nunca estuvo en una situación similar antes. La vida de cuatro personas dependían de él.

¿Llegarán a tiempo?