Extra: You Make It Feel Like Christmas (Gwen Stefani & Blake Shelton)(Parte II)

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*Este capítulo contiene una escena +18. 

Loretta

Estaba loca.

Tenía que estarlo para aceptar la invitación de Maeve esa tonta fiesta navideña. O para haber sacado ese vestido negro que había estado reuniendo polvo desde el invierno pasado y sentarme frente al espejo por una hora mientras batallaba para hacerme un delineado perfecto.

Pero también hubiera sido una tonta al no aceptar pasar una noche en un lugar elegante, con comida y bebida gratis.

Y sinceramente era mucho mejor beber champaña cara con un vestido bonito que beber vino de tres dólares en pijama a la luz de mi torcido mini arbolito de navidad.

Tomé una bocanada de aire antes de dar mis primeros pasos al interior del hotel más caro de la ciudad. Los pasillos se encontraban decorados con cristalería en forma de copos de nieve, cada una de las mesas del lobby tenía su propia flor de pascua y podía escucharse en el fondo una versión de piano de You Make It Feel Like Christmas de Gwen Stefani junto a Blake Shelton.

El mensaje de Maeve decía que nos encontraríamos allí, pero no podía ver su melena naranja por ningún lado. Era algo muy suyo. Cuando estábamos en la misma escuela de ballet recordaba que me sentaba y contaba los minutos que pasaban hasta que apareciera con sus lentes de sol redondos y su cabello hecho un desastre.

Era como una versión más caótica de Winslow, más salvaje y vibrante.

Una que me sacaba de quicio.

Una cita falsa pensé, pellizcando el puente de mi nariz Lorie de catorce años estaría decepcionada de lo bajo que había caído.

Aunque la Loretta de ese tiempo pensaba que las camisetas con bigotes, utilizar esos pendientes con plumas o una de esas horribles cejas gruesas. Un pésimo gusto si me preguntan, pero que de una forma u otra me ayudó a encontrar mi estilo.

Después de ese razonamiento una cita falsa no me pareció tan mala idea.

Lo único malo era Maeve.

No solo era nuestra cita falsa, sino también la primera vez que nos veíamos después del incidente con la policía. Esa mañana, cuando se apareció con su sonrisa de presumida, sentí unas ganas tremendas de salir corriendo antes de que me viera en un estado tan deplorable.

Y luego, cuando maquillaba mis moretones, no pude dejar de pensar en lo ridícula que debía verme. Además, el constante roce provocado por el movimiento del auto por las destartaladas calles de la ciudad me puso bastante mal y mucho más nerviosa de lo que esperaba.

Porque en ese momento no pensé en la calidez que me brindaba el pecho de Winslow pegado a mi espalda, sino en las piernas a cada lado de las mías y en lo fuerte que era el aroma de su perfume caro o lo perfecto que era su maquillaje esa mañana.

Le eché la culpa de esa sensación al poco alcohol que debía haber en mi sistema y la falta de sueño, pero aun así siguió persistiendo hasta que la vi en los asientos del fondo del teatro sonriéndome de esa manera tan...

Agh.

Sentí mis mejillas rojas al recordarlo y sacudí la cabeza para intentar recobrar la compostura. Lo último que necesitaba era actuar de manera tan débil frente a ella, porque estaba segura de que ella aprovecharía para molestarme como lo hacía en la secundaria.

Vamos, solo la acompañarás a una fiesta aburrida y aprovecharás a para comer de todo un poco me recordé a mí misma mientras me daba palmadas en las mejillas.

Winslow and the NightowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora