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{Octubre 2014}

Jimin publicó una fotografía que con mucho esfuerzo se tomó

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Jimin publicó una fotografía que con mucho esfuerzo se tomó. Y el resultado hablaba por sí mismo: estaba fatal. Y no se debía simplemente por el sueño, por no haber dormido más que dos horas en la noche. Sino que su salud estomacal le jodió el ánimo y el día. Ni siquiera pudo ir a clases. Apenas y tenía energía para mantener los ojos abiertos. Y, contradictoriamente, no se podía quedar dormido. Lo intentó desde que apagó la alarma para ir a clases, pero fue inútil. Se sentía cansado y hastiado. Con suerte, no tenía fiebre, pero se sentía morir. Ni siquiera tenía ganas de ver algo en la televisión para sentirse distraído o acompañado. De verdad, nada parecía ir a su favor.

Tan sólo iba a ignorar al mundo por un día. Un sólo día para sí mismo y su sufrimiento. Ése era el plan, hasta que su celular quebró el silencio con la estruendosa melodía que le había asignado a las llamadas entrantes.

Durante los primeros segundos, se negó siquiera a mirar la pantalla del aparato sobre su mesa de noche. Pero la persona al otro lado era tan jodidamente insistente, que Jimin se resignó. Y con un resoplido y una maldición, estiró el brazo y tomó el celular.

Jungkook.

«¿Qué podría querer Jungkook a esta hora de la mañana?»

Los labios de Jimin se apretaron en una línea recta, al tiempo que entraba otra llamada del mismo pelinegro. El primer instinto fue ignorar la llamada, pero Jungkook parecía insistente. Sin pensarlo por tercera vez, se llevó el celular a la oreja y contestó.

—¿Hola? — para su sorpresa, su voz había sonado rasposa. No sonaba para nada cómo él. Se aclaró la garganta y volvió a intentar: —¿Hola?

—Hola, hola para ti también — escuchó decir a su amigo —. Vi la foto que publicaste y me preocupé. ¿Estás bien? ¿Pasó algo?

Inicialmente, Jimin se preguntó por qué Jungkook se habría preocupado, pero luego recordó su aspecto y el pie de foto, el que indicaba: muriendo.

—Eh, sí. Creo que tengo un mal estomacal por algo que comí porque vomité hasta los intestinos anoche. No dormí nada, y estoy cansado — suspiró —. Por eso no fui a clases.

—Entiendo... ¿Y alguien está cuidando de ti?

Jungkook escuchó un resoplido irritado por parte de Jimin, antes que éste respondiera: —Por supuesto que no. Mamá está en el trabajo, y mi hermano en clases. Ninguno notó que no me levanté esta mañana siquiera.

Las pocas veces que Jimin hacía mención de su relación familiar, a Jungkook se le formaba un nudo en el estómago. Realmente no podía comprender cómo algún ser humano podría sentir tan poco afecto por otro con el que compartía sangre y un techo. Le dolía que alguien como Jimin, que merecía mucho cariño, no tuviese un núcleo familiar sólido y afectuoso. E imaginarlo en cama, con ojeras marcadas y el estómago vacío, lo inquietaba.

「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨Where stories live. Discover now