—¿Sabes hacer magia negra? — le preguntó Jungkook en cuanto estuvieron solos, y Jimin regresó del baño.
El rubio frunció el ceño, contrariado. —¿De dónde viene esa pregunta? — no tenía ningún sentido —. No pensarás que te ayude a limpiar con magia, ¿verdad? ¿Qué tan ebrio estás?
Jungkook puso los ojos en blanco, aunque era su culpa expresar parte de su conversación interna con alguien que no tendría idea de qué hablaba. Pero, por supuesto, él tampoco quería explicarlo.
—No estoy ebrio. Sólo un poco mareado — se defendió, y quiso agregar: —Y gracias por quedarte a ayudarme.
De espaldas a Jungkook, Jimin tomó unos vasos de la mesa. —Sólo estoy siendo amable.
Jungkook asintió, con la decepción colándose en su sistema, pero qué esperaba, de todos modos.
Ninguno dijo nada más por un largo período de tiempo. El único sonido era de las bolsas de plástico y de la vajilla siendo apilada. Luego de buscar mentalmente excusas para poder acercarse a Jimin, Jungkook habló: —¿Cómo te ha ido en el trabajo? — pregunta sencilla, sin grandes complicaciones. De seguro podrían entablar una conversación a partir de un tema sencillo como ése. Y, al mismo tiempo, podría saber más de su vida.
Jimin le contó lo mucho que le gustaba su trabajo como editor y periodista en Sarangi, la revista de diseño independiente. Le contó cómo era el proceso de buscar artistas de diferentes ámbitos, realizar entrevistas y reportajes, para darles un espacio para que el público los conociera. Requería mucha dedicación y tiempo, y en general, Jimin y el equipo de trabajo, dejaban sus corazones en cada edición. Pero resultaba gratificante ver los resultados.
—Siento que hacemos una diferencia, ¿sabes? — finalizó el rubio, sumido en su relato. Jungkook, con admiración por ese hombre, sonrió.
—Alguna vez compraré una edición de la revista, para verlo — Jimin volteó a mirarlo, sonriendo de esa manera tan suya (esa sonrisa que expresaba a través de los ojos).
—Me dices qué te parece.
—Trato. Seré brutalmente honesto — Jimin soltó una sonora carcajada, echando la cabeza hacia atrás. Jungkook no podía dejar de sonreír. Y tomando la oportunidad sobre ser honesto, agregó: —. Estaba pensando que sería genial como regalo de cumpleaños un abrazo de Park Jimin.
Las posibles respuestas que Jungkook había imaginado eran: Jimin lo mandaría a la mierda, o bien, huiría. Pero ahí estaban luego de esa sutil petición; en silencio, y ni siquiera se miraban. Jungkook podía esperar cualquier respuesta o insulto, pero ¿silencio? Era lo peor. No sabía cómo interpretarlo.
Se sintió como una hora, hasta que Jimin volteó a mirarlo y dijo: —No se tiene todo en este mundo.
—Tu rechazo llegó directo a mis sentimientos — dramáticamente, Jungkook llevó ambas manos a su pecho. Muy al pesar de Jimin, le sacó una sonrisa.
—Eres tan ridículo — dijo entre risas, cubriéndose la boca, intentando disimularlas. Pero aún con esa barrera, el pelinegro se deleitaba con el sonido de la risa de Jimin, no pudiendo evitar sonreír él mismo.
—¿Al menos soy lindo, para que las flores lo noten?
«Mierda. ¿Por qué recuerda eso?»
Jimin pudo notar que las palabras de Jungkook no fueron dichas con malas intenciones, pero él quedó sin palabras, con la lengua hecha un nudo.
Jungkook lo miró satisfecho, esperando una respuesta que tardó en llegar. Pero con esfuerzo, y palabras un poco trabadas, Jimin habló: —Tendrías que preguntarles a ellas — dio un leve encogimiento de hombros, que no engañaba a nadie; su tensión se notaba de lejos —. De preferencia, intenta con un cactus.

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「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨
Fanfiction¿Cómo describir lo suyo? ¿Amor? ¿Amistad? Ni con el paso de los años estaba seguro. Y volver a verlo, lo dejó más inestable de lo que hubiese querido. Jimin x Jungkook 🖤✨