「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨

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{Julio 2015}

La característica amabilidad de Jimin se hizo notar cuando éste le preguntó a Hoseok por Seoyun, su hermana mayor. O Miss Simpatía, como era conocida entre los amigos de Jung, gracias al percance que tuvo con la playera de lentejuelas hace lo que parecía una vida atrás.

—Ella está muy bien, pero súper ocupada con sus proyectos. Ocupada pero feliz, diría yo — comentó con una gran y radiante sonrisa —. Y lo llevo olvidando demasiado tiempo, pero ella también me ha preguntado por ustedes un par de veces, y los invitó a su departamento.

—Es muy amable — dijo Jimin, sintiendo calidez en su pecho porque la familia de su amigo fuese tan considerada —. Sería muy agradable verla.

—¿Se anotan para este fin de semana? — los chicos asintieron, y tomando su celular, Hoseok agregó: —Podrían ser los conejillos de indias de una amiga de Seoyun.

—No me anoté para eso — se quejó rápidamente Yoongi.

—¿Qué tipo de experimento hará? — consultó Namjoon, sin querer dejarse llevar por la imaginación.

—No sean exagerados. Es estilista emergente, y necesita practicar con tinturas de cabello — Yoongi y Namjoon sacaron esa idea para ellos. De ningún modo se dejarían tocar el cabello, pero cuando Hoseok agregó: —Estudió para ser profesional y, créanme, trabaja bien... Y ustedes recibirán tratamiento y comida gratis. Es un buen trato.

Taehyung aplaudió con entusiasmo. —¡Comida gratis! — Hoseok liberó una carcajada.

De ese modo, Taehyung y Jimin fueron enlistados para un cambio radical de look. Claro, Jimin tenía experiencia en cabellos de colores fantasía, pero ahora estaría en manos de una desconocida, y sin ninguna garantía. Sabía que era una profesional, pero absurdamente se sentía nervioso. A unos metros de distancia, su querido amigo, se veía lo opuesto: totalmente confiado y relajado.

—Entrégate, Jiminie — Taehyung habló en un modo zen, que estaba desesperando al pelinaranja.

Pelinaranja por poco tiempo más, cabe destacar.

Jimin quería preguntarle a Taehyung cómo estaba tan tranquilo, pero la presencia de Yoo-na, la amiga de Seoyun y profesional a cargo de ellos esa tarde, prohibía llevar esa conversación a cabo.

La chica de cabellera corta y oscura preparaba las mezclas de productos con expertiz. Y sólo se detuvo para mirarlos y preguntar: —bien, chicos, ¿quién quiere ir primero?

Como si fuese su primer día de escuela, Jimin alzó la mano con timidez, ofreciéndose para acabar con su sufrimiento. «Salgamos pronto de esto». Y en silencio, se sentó en la silla ubicada frente a un gran espejo en la sala de Seoyun. Yoo-na lo arregló, y empezó a trabajar en él.

A su alrededor, los chicos conversaban, bebían y comían amenamente. Jimin escuchaba la risa estruendosa de Hoseok y los reclamos de Yoongi. Pero él estaba en trance, mirando su reflejo. Pensando en alguien que no estaba presente en ese lugar. Pensando en que dentro de un par de días, se cumplirían dos años desde que él y Jungkook dieron inicio a su algo. Y a pesar del largo período de tiempo, y la importancia que tenía para él, no ha podido hablarlo con ninguno de sus amigos. Era horrible decirlo incluso, porque no tenía forma, no tenía nombre, porque no eran nada. Pero de todas formas, eran algo. Extraño, doloroso y una mierda. Porque Jungkook no estaba ahí con ellos. No estaba ahí con él, y tampoco podrían hablar siquiera, porque Jungkook estaba con su novia. Jungkook y Deokhye también estaban de aniversario (pero uno real, cabrón). Y ellos sí que lo celebraban, porque eran novios, y profesaban su amor a los cuatro vientos.

Y Jimin se odiaba. Se odiaba tanto, que dolía físicamente.

Se odiaba porque deseaba que Jungkook estuviese ahí, compartiendo con ellos. Quería ver su sonrisa y que lo tocara discretamente en algún momento que tuviera la oportunidad.