Bereavement.

-𝚃𝚑𝚎 𝚕𝚊𝚜𝚝 𝚘𝚏 𝚝𝚑𝚎 𝚛𝚎𝚊𝚕 𝚘𝚗𝚎𝚜.-

Keith pensaba que siempre estaría solo, pero luego encontró a Lance.
Un chico brillante y al que sin explicación se sintió atraído. No sabía si era esa personalidad juguetona o las conversaciones sin sentido, los chistes de doble sentido o la tranquilidad que le dejaba no sentirse juzgado.

Estaba atrapado en la órbita del chico, lo rodeaba admirandolo en el recorrido, era alguien brillante y cálido. Sin embargo, la mayoría de las veces no tenía ni la menor idea de cómo pensaba y se cuestionaba constantemente

¿Qué hay dentro de ti?

Lance por su parte, odiaba la vida que llevaba Keith, odiaba que la ciudad creyera que lo necesitaba, pero el lo necesitaba más, lo necesitaba limpio y bien, después de todo era su hogar seguro.

...

Durante las noches solitarias en las calles, el azabache escribía el nombre de Lance en el concreto húmedo, restregaba su zapato formando letra por letra, mientras lo hacía pensaba en el y en lo que le contaría cuando llegara a dormir . Ese día tenía terapia, Keith se preguntaba si su terapeuta sabía todo sobre él y si ya habían descubierto que solo estaba detrás de la gloria que desprendía Lance en cada cosa que hacía.

El moreno a sus ojos era único y sabía que a ojos de un montón más también lo era.

Tantos pensamientos sobre el de orbes azules le dejaban la cabeza estropeada, como si hubiera apretado un tornillo varias veces.

...

Lance solo quería proteger y cuidar a Keith, era fuerte a nivel emocional y podía salvarlo de cualquier avalancha que llegara. Quería acompañar a Keith y ver cómo conseguía tener una vida decente, lejos del peligro y del dolor.

Estaban juntos en el comienzo del fin.

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