Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Su instinto le gritó en la cara que saliera a mirar el exterior del local luego de haber escuchado un fuerte golpe cerca de la puerta. Cuando salió vio al chico que estaba volviéndose cliente regular de su local, sentado en la acera de la calle, sosteniéndose la cabeza. Rápidamente auxilio al chico, lo llevo dentro y lo dejó en la pequeña oficina que solía usar para dormir últimamente. Intentando ser prudente en esa situación, busco entre las ropas del chico con el fin de encontrar su teléfono y poder llamar a alguien para que se encargará de él, sin embargo lo que encontró antes que su objetivo inicial, fue una caja de antidepresivos que él conocía a la perfección.
...
A sus casi 45 años, el a diferencia de otras personas, consideraba que ya había vivido lo suficiente. Este pensamiento se agrandó después de que perdiera su trabajo en una agencia de publicidad.
"Necesitamos ideas más frescas, tú sabes."
No, no sabía y no lo quería hacer, de hecho en esa época no quiso hacer nada con lo que le quedaba de vida. Lo único que le ayudó fue leer y escribir, lo que fuera, le funcionaba. A su pareja esto no le parecía, a sus ojos era ridículo que eso le funcionara y no buscar un trabajo o alguna otra cosa convencional que lo sacará de su hogar y le devolviera a su estresado pero "feliz" marido.
Volvió a sentir emoción por trabajar fuera de casa cuando se le presentó la oportunidad de abrir su propio negocio, él quería un espacio confortable y abierto para que gente como el, que buscaba algo sin saber que exactamente. Combinó todo lo que lo había ayudado y estaba encantado con el resultado, recibía donaciones de libros, algunas veces le rentaban el local para pequeños conciertos, reuniones de lectura o poesía, el lugar era un centro de comodidad y buena energía. Al principio fue difícil, tuvo que recurrir a distintos tipos de ayuda, terapias, medicamentos e incluso coach motivacionales, algo de esas experiencias se le pegó y terminó por adoptar una personalidad animada y tranquila, cosa que lo ayudaba a resaltar además de su bien cuidado físico. Era como el después de un infomercial barato que ofrecía la solución de todos los problemas.
...
Mientras trataba de contactar con alguien, el muchacho se despertó y cuando se percató del lugar donde estaba, se apresuró a levantarse y pedir disculpas por su imprudencia.
Salió del lugar corriendo, tropezó un par de veces pero eso no le importo, se detuvo hasta que sus pulmones ardieron con intensidad igual que los músculos de sus piernas. Inhaló con fuerza, alzando su vista al cielo dándose cuenta de lo nublado que estaba. A pesar de eso continuó su camino a casa.
...
Cerro las puertas del local con llave y se montó en su auto, condujo unos minutos y se estacionó cuando llegó a su hogar. Tarareando una canción, entró y se dio cuenta de que no había ninguna luz encendida en la parte de abajo, confundido se dirigió a la habitación principal, dónde su pareja lo esperaba pacientemente sentado frente a una mesita de café, en la cual había un montón de papeles.
- Quiero el divorcio. - Dijo sin rodeos cuando se percató de su presencia, lo dijo de manera tan rápida (así le dolía menos) y sin pensar que tuvo la obligación de repetirlo, pues la mirada que tenía Shiro le pidió que lo hiciera.
