El tormento del Asesino © [Trastornos 2]

21. Final de temporada

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V E I N T I U N O

» ¡Final de temporada como en las series! Ahora sí, insertar gritos de perra loca.

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Lunes 5:48 pm.
Internado, habitación de Casey.

—¿Otra vez te caíste? —inquirió Matt pasando un algodón con alcohol sobre la mejilla de Casey— ¿Te parece bonito estar con esas marcas en la cara o te gusta que te cure?

Ella cerró los ojos con fuerza al sentir el ardor en su mejilla.

—No fue mi culpa, es que pensé que Maddie...

Matt se detuvo y bajó el algodón con confusión.

—¿Quién es Maddie?

—Mi compañera de habitación —respondió Casey.

Él hizo silencio. Tal vez escuchando la explicación de Adam en su mente.

—¿Esa chica no se llamaba Mindy? No importa, siempre quise matarla y lo haré, no te preocupes.

—No, Matt. ¿Por qué harías eso?

—Porque te arañó el rostro, el brazo y te hizo caer hasta que te hiciste una herida en la pierna —respondió él bastante tranquilo, como si estuviera explicándole a una niña pequeña.

—Es solo un moretón —ella intentó restarle importancia. Matt pasó el dorso de dos dedos sobre el hematoma morado y verde, ocasionando que Casey cerrara los ojos y observara a otro lado—. Bueno, pero se la llevaron a un psiquiátrico, cerca de aquí. Olvídalo.

El castaño se encogió de hombros.

—Si algún día la vemos de nuevo, la mataré.

Casey soltó un suspiro, sabiendo que su actitud no tendría remedio.

De pronto, fijó sus ojos en el rostro de Matt. Observó aquel corte horizontal, ocasionado por un arañazo de Maddie también. ¿Él se habría dado cuenta? Adam acababa de devolverle el control porque se sentía triste, culpable y quería dormir. No obstante, Matt no había hecho ningún comentario y, al contrario del menor, no parecía dolerle.

—La verdad, tú también... —empezó Casey, para hacerle saber de una vez del corte y no se enfadara más al mirarse al espejo.

Matt levantó sus ojos hacia ella, sin comprender.

—¿Yo qué?

Casey alargó una mano hasta la mejilla del castaño. Él frunció el ceño ligeramente al sentir un ligero ardor recorrer prácticamente la mitad de su rostro.

Apartó la mano de Casey con suavidad, pero llevó la suya propia a la zona afectada y pudo sentir una línea horizontal en su mejilla.

—Es broma —soltó una risa fingida. Casey negó lentamente con la cabeza. Matt endureció la expresión— ¿Dejaste que esa chica te arañara, Adam? —hubo un corto silencio—. No, no quiero escuchar eso ahora. ¡Ni si quiera pudiste escapar bien! Solo te das la vuelta y corres o nos pides ayuda ¿Qué parte no entiendes? —otro corto silencio y luego una advertencia—. Pero tú vas a tener el control cuando la madre de Jayden nos dé un sermón. No pienso escuchar una mierda.

En medio de su discusión consigo mismo, Casey había empezado a alejarse lentamente.

Matt, al darse cuenta de esto, la detuvo.