𝐒𝐎𝐘 𝐁𝐄𝐓𝐀 | 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢

09

-¿Tiene alguna cita programada?- el doctor de edad avanzada me miro de pies a cabeza inspeccionándome.

-Disculpe por interrumpir tan derrepente, no tengo una cita solo vine a preguntarle sobre los hermanos que acaban de salir de su consultorio-

-Se a dónde va esto, perdí mucho tiempo explicando a ese par de necios así que seré rápido con usted- a simple vista se podía ver que el doctor se encontraba irritado -Ellos ni siquiera están en celo-

-¿Entoces que fue toda esa calentura que tuvieron?, se que ellos no me mintieron-

-Es simple ellos están en pre-celo eso quiere decir que su cuerpo esta preparándose para la llegada de su celo verdadero, es por eso que ellos tienen esos momentos de calentura- el doctor me hizo una señal para sentarme en uno de los asientos, y así lo hice -Antes de que ellos dos se pongan a gritar me contaron que una beta los ayudo, ¿Es usted verdad?-

-Si, yo los ayude con lo que pensé que era su celo ya que ningún supresor ayudaba a calmarlos-

-Bueno aquí va la parte que no les gusto a ellos incluso hicieron un escándalo en mi consultorio, lo único por lo que usted aguanto es por que era su pre-celo un beta no puede soportar el celo de un alfa y mucho menos si son dos, ellos durante su celo se volverán más agresivos de lo normal y solo van a querer calmar su calor a cualquier costo, la única solución es que pasen su celo con un omega-

Al escuchar lo último mi corazón comenzo a doler, aunque lo quisiera negar era lo normal ¿verdad?, un alfa siempre necesitaría a un omega después de todo.

-Pero si toman unos supresores talvez funcionaría calmando su celo- sabía que no era posible solo estaba negando la realidad.

-De hecho si y no-

-No entiendo, ¿hay posibilidades o no?-

-Hay unos supresores muy fuertes para estos casos solo se pueden conseguir mediante una receta médica, estos solo calmaran al alfa en su pre-celo y ya no tendrán este momento de "calor", podrán retomar sus actividades con normalidad sin que el pre-celo se haga presente, pero una vez su celo verdadero llegue no podrán calmarlos nada-

El doctor me entregó la receta para pedir los supresores en cualquier farmacia.

-Mire no es como que un beta no podría pasar el celo con un alfa por que hubo casos dónde si pudieron, pero salen heridos muy pocas veces un beta podría soportar el nudo de un alfa aparte que aveces ni siquiera el alfa termina sastifecho.

-¿Entonces que me recomienda hacer cuando llegue su celo?-

-Conseguir un o una omega y mantenerse alejada de ellos no estoy diciendo que se aleje para siempre solo hasta que termine su ciclo de calor esto es para que se vayan acostumbrando a estar sin usted, eso sería mi recomendación-

Alejarme de ellos sonaba tan fácil, pero tan solo imaginarme una mañana sin ellos dolía.

-¿Pero yo no conozco ninguna omega para que pueda pasar el celo con ellos, que puedo hacer?-

-Hay muchas opciones, entre ellas damas de compañia- el doctor dijo sin vergüenza alguna -Los betas deberían quedarse con betas y los alfas con una omega, así nos evitaríamos muchos dramas-

Puede que tengan razón, un beta nunca podría compararse a un omega es por eso que ellos son la mejor opción para un alfa.

Después de todo mi madre tenía razón.

-Gracias, me tengo que ir- salí sin escuchar alguna respuesta del doctor ahora venía la parte difícil, enfrentarme a los Haitani.

El pasillo del hospital parecía ser eterno, ¿Sería capaz de verlos a los ojos y decirles que no nos volveríamos a ver por un buen tiempo? No soy capaz de hacerlo.

Al salir del Hospital pude verlos parados junto a sus motos, sus miradas estaban pérdidas en algún punto, quería correr y decirles que todo estaría bien mientras los abrazaba.

Yo era la mayor entre los tres debo ser fuerte, esto era la naturaleza de este mundo después de todo no podía cambiarla.

Camine hacia ellos.

-Se hará tarde vamonos- no sabía cómo comenzar una conversación con ellos se sentía tan incómodo el ambiente.

-Ya lo sabes ¿no?- Ran hablo -Quiero que algo te quede claro aunque mi instinto me pida un omega yo jamás te reemplazaría por nadie- sus palabras eran seguras y firmes.

-Yo solo te quiero a tí, créenos cuándo te decimos que tu eres la única para nosotros- la mirada de Rindou me reflejaba sinceridad en cada una de sus palabras.

Yo realmente lo siento por no ser alguien que pueda ayudarlos.

-Buscaré la mejor solución para ustedes- acaricie gentilmente sus cachetes de cada uno, no soy muy buena expresando mis sentimientos pero espero que noten todo el amor que siento por ellos.

-¿A que te refieres con "buscar la mejor solución"?- pregunto Ran.

No conteste.

-Tienen que irse ahora o llegaran tarde a su Instituto, yo tomaré un taxi-

-Te podemos llevar- dijo Rindou.

-No, ya perdimos bastante tiempo- saque la receta que guarde en mi cartera y se la entregue a Ran -Con esto podrán adquirir unos supresores especiales que calmaran su pre-celo-

Ran dio una mirada rápida a la receta y la guardo en su chaqueta.

-No nos veremos en un tiempo, ustedes tienen que ponerse al día por toda la semana que no asistieron a clases y yo tomaré dos turnos en la cafetería para recuperar lo que me descontaron, ya saben antes de todo primero son las responsabilidades- intente reír pero solo hice una mueca sin gracia.

-¿Éstas intentando alejarnos con esa excusa barata?- dijo Ran.

-Yo respetaré tu decisión si quieres darte un tiempo para tus responsabilidades, pero no trates de alejarnos de tí por que no lo permitiré- habló Rindou mirándome a los ojos.

Después de todo ellos sabían lo que intentaba hacer no podía engañarlos, aunque no del todo era mentira yo tenía que tomar dos turnos en mi trabajo y ellos tienen que ponerse al día en sus clases atrasadas.

Los Haitani hicieron parar un taxi y ante la atenta mirada de los hermanos subí.

Yo realmente amo con todo mi ser a esos dos chicos, pero no soy lo suficiente para ellos.

Haría cualquier cosa por ellos aunque al final salga lastimada.

Gracias por leer hasta aquí, cuídense nos vemos en la siguiente actualización.

~Maddenys