14

56.8K 5.3K 3.3K
                                    

<< -Termine, ya pueden probarse el vestuario- dije.

Ellos con una sonrisa obedecieron y entraron al baño de mi cuarto a probarse el vestuario que había hecho para ellos.

El colegio dónde los Haitani estudiaban habia organizado un concurso de teatro por grados, claro cada sección competía.

Su profesora de los hermanos había decidido que ellos serían los árboles del escenario.

Cuando Ran y Rin me dijeron eso me pregunte a mi misma si lo que estaba escuchando era verdad, todos los demás niños tenían papeles importantes como los protagonistas, los secundarios incluso los extras tenían más protagonismo que dos árboles.

Ese mismo día que los Hatani me dijeron eso fui a reclamarle a su profesora con la mentira que era su hermana mayor, necesitaba explicaciones del por que les dio el papel de unos árboles.

Y la única respuesta que recibí fue que ya no quedaban papeles importantes para ellos, decir que estaba molesta era muy poco estaba furiosa, primeramente por que hacen una historia con tan pocos personajes incluídos si sabe que en su salón hay varios niños.

Sabía que no podía hacer nada más así que me prometí a mi misma que ellos serían los árboles más hermosos que nadie haya visto.

No tenía dinero para comprarles los vestuarios así que decidí hacer el vestuario yo misma, con ayuda de internet y cosas recicladas como el cartón pude lograr hacerlo.

Me desvele varias noches en hacer eso pero al final valió la pena.

Los Haitani salieron del baño, juraría que mis ojos fueron bendecidos por ver a dos pequeños árboles hermosos y adorables.

-¿No te parece que es mucho brillo?- dijo Rindou.

-Tienen que hacerse notar, ustedes también son parte de la obra y no del escenario-

-A mi me gusta, aún que parezco un árbol de Navidad- dijo Ran mientras se veía en el espejo.

-Realmente a mi no me emociona estar en esa estúpida obra, lo único que me importa es que tu nos veas, vendrás ¿verdad?- pregunto Rindou mirándome a los ojos.

-Aún que no diremos ni una palabra y solo estemos parados me gustaría que vengas a vernos- dijo Ran, ahora este se encontraba viéndome al igual que su hermano.

Como podría negarme a esas miradas de borrego regañado, era su ilusión que vaya a verlos.

-No me lo perdería por nada en el mundo, estaré ahí- dije.

Faltaba una hora exacta para la obra comenzará, ellos se tenían que ir antes para que se vayan alistándose.

-Entonces te estaremos esperando- dijo Rindou antes de salir por la ventana de mi cuatro junto con Ran.

Era raro, mi madre no se encontraba en mi casa pero aún así ellos no salían como personas normales por la puerta si no que siempre entraban y salían por la ventana, talvez ya se habían acostumbrado a eso.

Mi madre había llegado cuarenta y cinco minutos después de que los Haitani se habían ido, faltaba poco para que la función de la obra comenzará y yo nisiquiera había salido de mi casa.

Varias veces por mi mente paso la idea de escaparme pero al final no me atrevía a mucho, intenté de muchas maneras convencer a mi madre claro sin decirle la verdad por que sabía que apenas le hablará de los Haitani me moleria a golpes, no podía tener amigas peor amigos, solo debía pesar y enfocarme en mis estudios.

𝐒𝐎𝐘 𝐁𝐄𝐓𝐀 | 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora