16

51.2K 5.1K 3.5K
                                    

Me removí en el piso hasta que los policías me vinieron a desatar, pero era tarde hace mucho que se habían llevado a los hermanos a la comisaría.

Fuí a presentar mi testimonio, claramente iba a defender a toda costa a los Haitani.

-Le digo que cometen un error, a mi me secuestraron y ellos me salvaron-

-Lo sé señorita nos lleva diciendo eso desde que llegó, pero entienda no podemos sacarlos así de fácil, estamos investigandolos- el policía habló -Le recomiendo que descanse en su casa y vuelva mañana-

Lo último que quería hacer era descansar, pero dado la situación no podía hacer nada más, ellos se quedarían por lo menos esta noche en la comisaría.

-¿Puedo verlos antes de irme?-

-Lo siento, hoy no puede verlos-

Sin esperar más salí de la comisaría, antes de irme fuí por comida, compre dos raciones de Tonkatsu tal vez no era mucho pero los mantendría llenos hasta mañana.

Le encargue a uno de los policías que los entregará a los hermanos la comida, luego de eso salí de la comisaría.

Llegue a mi departamento unos veinte minutos después, Kazutora me estaba esperando adentro apenas me vio corrió a mi lado.

-¿Dónde estabas? Es muy tarde y no contestabas tu celular me preocupe y vine a buscarte- Kazutora vio mi mejilla -¿Que te paso?-

-Mi celular se quedó sin batería, disculpa por hacerte preocupar-

Kazutora fue rápidamente al baño a traer el botiquín, nos sentamos en la cama y con mucho cuidado agarro mi rostro curando mi mejilla hinchada.

-¿Fuiste a buscarlos no?-

-Si, perdón- ni siquiera podía mirarlo a la cara, después de dos meses dónde Kazutora me cuidó todas las noches sentía que le estaba decepcionado.

-No me pidas perdón, después de todo no puedo hacer nada si quieres estar con ellos, durante estos dos años que te conozco te has convertido en una persona especial para mi, solo no quiero que te lastimen- Kazutora acarició con cariño mi mejilla -¿Podrías contarme lo que te paso?-

Mi cuerpo se estremeció, con mucha dificulta pude contar todo lo que había pasado en la comisaría, hablar de eso para mi era difícil pero kazutora necesitaba una explicación, poco a poco le comencé a contar todo lo que paso.

Al terminar de contarle Kazutora dejó el algodón y alcohol a un lado de la cama y me abrazo sorprendiendome.

-Perdón por no estar ahí para ayudarte-

Al ver a Kazutora pedirme perdón sin poder evitarlo mis lágrimas se hicieron presentes, lo último que quería era que Kazutora se sintiera culpable.

-No te sientas culpable, todo lo que me paso fue mi culpa después de todo fui muy ingenua- el hombro de kazutora fue mojado por mis lágrimas, quise separme para no mojar su polo pero el me sostuvo un poco más fuerte.

-Esta bien puedes llorar todo lo que quieras, no importa si mojas mi polo- tenía suerte de tener un amigo como Kazutora -No puedo evitar sentirme culpable por no estar ahí cuando me necesitabas-

Estaba por decir algo cuando sin querer olí el perfume de Kazutora, el olor fue tan fuerte que me causó náuseas, rápidamente empuje a Kazutora y corrí al baño arrojando lo poco que había comido durante el día.

Kazutora había llegado al baño, el se agachó a mi altura y me dio palmadas en la espalda mientras agarraba mi cabello para que no se ensucie.

Era la primera vez que me pasaba algo así, una vez que termine Kazutora salió del baño y yo me lave los dientes.

𝐒𝐎𝐘 𝐁𝐄𝐓𝐀 | 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora