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Algo malo pasaría de eso está seguro kenma.

El ambiente, la tensión, el clima, todo da indicios de que algo realmente malo pasará.
Esta solo en la habitación, kuroo tuvo que ir a dejar la charola de alimentos y mina a estado en su habitación desde hace una semana, no hay alguna mejora de su gripe, según kuroo lo más probable es que no se recupere muy fácil.

Bokuto no a salido de la habitación, todo el tiempo está allí cuidando que nada malo pasé, le cuenta historias, cuentos, chistes e inclusive juegan con las muñecas de la menor.

Kenma puede estar en paz , al menos sabe que que está con alguien que la cuida mucho.

Llegó kuroo a lo que él le sonrió cálidamente, estaba cansado mentalmente pero no quiere preocuparlo así que solo le pide que se acerque a él.

-puede que en dos días empieze a nevar

-¿Enserio? ¿Si podremos salir?

-claro, ya pedí permiso y mañana traerán la silla de ruedas

-esta bien...

- por cierto me marcó tu papá

-¿Que dijo?

-que no podría venir a verte en estos meses pero me mandó a decir que te quiere mucho

-me encantaría escucharlo, siempre trabaja mucho y casi nunca lo veo

-te amó...-hablo de la nada

-¿E-eh?

-me dijo que te dijera éso, creo que en verdad te ama mucho...- desvío su mirada y se enfoco en observar el jarrón de flores, ni siquiera su madre le trajo algo la última vez de su visita

-oh... Ya veo- kuroo pudo ver de reojo un poco de decepción en su rostro pero lo ignoró

-¡no!- escucharon gritar afuera de la habitación

bokuto-san! Calmese porfavor, no hay nada que se pueda hacer, se acabó...

Kuroo abrió la puerta curioso pero fue allí donde se arrempitio de hacerlo.
Vió pasar la pequeña camilla con una manta ensima, justamente cubriendo un pequeño cuerpo, todo frente a el.

Kenma pudo presenciar todo desde lo lejos, allí sin poder hacer nada, sabía lo que significaba.

El no poder llorar lo estaba matando solo podía aguantar sus ganas de querer gritar, el no poder sacar una lágrima y solo poder tener el sentimiento de un corazón roto por una pérdida.

Kuroo entró ayudando a bokuto caminar, estaba destrozado, sus ojos estaban inchados y pareciera que estaban inyectados de sangre por lo rojo que estaban.

-sientate

-esta acabado... ¿Porque no los puedo proteger? ¿Porque a ellos?

-no es tu culpa-

-¡Lo sé! Lo sé... Pero... Porque y-yo, ¿Porque no los pude proteger? Mi akaashi kuroo...- los sollozos e hipidos resonaban cada vez más fuerte y kenma solo podía oírlo- mi akaashi no está aquí para apoyarme... ¿Porque? Es tan estresante, si estuviera aquí sería feliz, podríamos superar esto juntos pero ahora e-el... El no está... Lo quiero aquí, lo necesito tanto, el era mi oxígeno, el... El era mi alma gemela, el era mi todo ¡¿Porque se fue y yo me quedé?! Yo no merezco vivir, mina... Mi akaashi, ¡Ellos lo merecen! ¿Porque no toman mi cuerpo y se quedan aquí? Podría ser un hombre feliz, sin ellos a mi lado y-yo... ¿Porque no estoy muerto?

-¿Que mierda dices?- pregunto kuroo con lágrimas en su rostro

-¿Porque yo no sufrí como ellos? Si yo no hubiera sido tan feliz ahora mismo estaría con ellos... Realmente yo ya no quiero estar aqu- fue callado por un golpe en la mejilla por parte de kuroo

-¡Kuroo no haga-

-¡Si tanto los amas lucha por ellos! ¡Deja de ser un cobarde!- le gritó, puso sus manos en su camisa jalandolo con cada palabra que decía

-ah, cuando te quiten lo que más amas en la vida sabrás la razón por la que me estoy rindiendo... Querrás hacerlo tú también porque de la nada, en un chasquear de dedos tu vida dejara de tener sentido, el sentimiento de culpa crecerá en tí... Ambos sabemos lo que pasa- el agarré de kuroo se relajo así que sólo pudo soltar su agarré drásticamente- duele como el infierno, o que ¿Negarás el echo de que te estás rindiendo tu también?

Kuroo salió de la habitación antes de que pudiera decir otra cosa.

-lo siento por lo de la perdida bokuto-san...

-cuando desperté ella... El sonido de la máquina es traumante, ese maldito pitido es tan horrible, ya no soporto escucharlo, ya no y menos con lo que amó

-¿Porque no renuncia?

-porque alguien me dijo una vez... Que tenía que salvar a la gente

-pero lo a echó

-n-no... Porque tampoco pude salvar a esa persona...iré con kuroo a disculparme, perdón por gritar, es tu habitación y-

-esta bien, tampoco es como si pudiera reaccionar de otra manera...

-eres un buen chico k-kenma, me recuerdas a el...- su voz temblorosa volvió así que antes de que volviera a llorar y perder el control de si mismo salió de la habitación.

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-ten kenma- bokuto le dejó a un lado de su camilla un collar de pequeñas cuentas de flores coloridas- ella te lo dejó, lo hicimos cuando estaba enferma...

Dos días pasaron desde la muerte de mina, el día era nublado, la nieve había caído, kuroo y kenma optaron por no salir ese día, era el día más obscuro de todos.
No había sonido, solo el de las enfermeras y los doctores afuera de la sala

-gracias...

-kuroo me mandó a cuidarte, el tenía que hacer algo...

-bokuto-san

-¿Mmm?

-esto es horrible pero... Quiero que usted me ayude con algo

-¿Que necesitas?

-¿Tiene papel y pluma?

-si

-¿me ayudaría a escribir algo?

-por supuesto

-pero no le diga a kuroo, ni siquiera le enseñé el papel, aún no es el momento

-entiendo...

HASTA EL FINAL Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu