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y tenía que ser... ignoró mi pregunta aunque siguió mirándome hasta estar afuera del armario.

─ espera... espera ¡riki!

momento. ¿por qué le grito si tengo que ir al mismo lugar que él?

volví al salón para tomar mi teléfono y encontré que yuna era la única que se había quedado allí. estaba escribiendo algo, supongo que era un tanto íntimo ya que cuando notó mi presencia casi se le va el alma del cuerpo. tanto fue el sobresalto que abolló el papel en el que escribía y lo guardó dentro de su mochila.

─ no iba a leerlo si no me dejabas, tonta. ─ me reí por la reacción que había tenido al verme y le hice un gesto con mi mano para que vayamos al patio de comidas. fuimos juntas hasta la mesa donde nos sentábamos todos siempre. al parecer riki y yo no eramos los únicos que estaban teniendo un mal día, puesto que todos tenían expresiones negativas en sus caras.

qué raro... riki no está. quizás se fue al baño.

─ ¿qué pasa chicos? ─ preguntó yuna al verlos así, yo solo esperaba que estuviera todo en orden.

─ estamos todos castigados. ─ respondió de mala gana ryujin, a lo que jungwon tapó su rostro con sus manos, luciendo frustrado.

─ yo solo diré que somi fue grosera.. simplemente nos defendimos. ─ acotó sunoo a la vez que abría su paquete de gomitas.

jungwon empezó a detallar más sobre lo que había pasado con esa chica pero mi mente comenzó a divagar en lo que había pasado hace apenas unos momentos. riki... dijo que no me odia. no es la respuesta que esperaba recibir por su parte, ahora quiero saber cuál es el problema que tiene conmigo entonces, porque algo debe de haberlo molestado, sino ¿qué más podría causar que─

─ junnie.

─ ¿si? ─ parpadeé repetidamente, regresando a la conversación; heeseung era el que me había nombrado.

─ ¿quieres venir a casa hoy? yo no estoy castigado.

─ ¡ah! ─ chilló jungwon y frunció su entrecejo. es tierno cuando hace eso, se ve como un niño pequeño. ─ eso es mera suerte, no te castigaron porque cuando empezó la pelea tú te habías ido al baño.

le asentí a hee con mi cabeza, dándole a entender que si iría. luego de eso las horas pasaron muy rápido, tanto que no me di cuenta de que ya teníamos que irnos. al ir a mi casillero para tomar algunas de mis cosas vi encima de mis libros una pequeña flor blanca junto a un caramelo de café. no quise pensar en quién habrá sido, pero me pareció un bonito gesto así que sonreí ligeramente mientras me colocaba la flor en el cabello.

flowers  .  nishimura rikiWhere stories live. Discover now