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─ ¡junnie! ¡junnie! ¡junnie! ¡junnie! ─ uno de mis mejores amigos, jungwon, me llamó exaltado cuando me vio entrar a la escuela. yo le sonreí y me apresuré a llegar hasta donde él estaba, justo al lado de su casillero y con un papel en su mano.

─ hola wonnie ─ le di un pequeño abrazo al chico y eché un vistazo a la hoja que sostenía. ─ ¿qué es eso?

─ es... ─ tomó una buena bocanada de aire para luego gritar. ─ ¡UNA CARTA! ─ tapé mi oído por inercia y reí un poco al ver lo emocionado que estaba. ─ ¡una carta de amor, junnie! es anónima... ¿te imaginas que fuera de wonyoung?

─ quizá lo sea, quién sabe. ─ palmeé suavemente su hombro y acomodé mi mochila sobre mis hombros antes de seguir caminando hacia la cancha del establecimiento. no era muy buena en educación física, pero tampoco es que no me gustaba, la consideraba una materia más que tenía que soportar. en realidad, las clases eran muy entretenidas cuando tocaba jugar basquet, porque hee tiene hora libre y nos ponemos a charlar en las bancas.

─ hola, linda. ─ me saludó el ya nombrado una vez mis compañeros empezaron el partido, a lo que yo estaba ahí como apoyo moral... mentira, pero por lo menos estaba ahí, con mi presencia. de a ratos festejaba cuando yuna daba un buen pase o anotaba algún punto, a ella si le gustaba esta materia. ─ ¿estás aburrida?

─ ¿cómo estás hee? ─ tomé su brazo de manera no tan brusca y me recosté en él. ─ si, un poco.

─ pues mira lo que te hice en la clase de arte... ─ me sorprendí un poco por lo que mencionó y esperé pacientemente a que encontrara lo que estaba buscando en su mochila. una flor celeste de origami, era preciosa. ─ ¿qué te parece? ─ la tomé entre mis manos con cierta delicadeza y sonreí ampliamente, sentí que mis mejillas ardían un poco y mi pulso estaba acelerado.

─ es lo más lindo que me han hecho alguna vez.. gracias, hee. ─ apresuradamente lo abracé y luego me separé con una sonrisa más grande que la anterior.

─ uh.. junnie, mmm... ─ jugaba con sus dedos, parecía nervioso.. ansioso. ─ ¿tú.. quisieras ir a cenar conmigo hoy? ─ no quise mirarlo. me dio algo de pena porque creí saber con qué intenciones venía esa propuesta.

─ hee, no sé..

─ por favor, dame una sola oportunidad junnie... sabes que si luego prefieres no seguir, no voy a enojarme contigo, seguiremos siendo amigos.

─ ¿seguro que vamos a seguir siendo amigos? ─ dudé mucho de aquello que afirmó aunque terminé cediendo y me dio un pequeño beso en la mejilla, que me hizo sonrojar otra vez. siendo lo más sincera posible, no me parecía una buena idea hacer aquello, más cuando no paraba de pensar en...

─ ¡nishimura, presta atención! ¡ya vamos perdiendo tres puntos porque estás distraído! ─ nuestra compañera de clase yeji regañó a riki, y habló tan fuerte que no pude evitar mirarlo, y me percaté de que todo este rato, él había estado mirándonos.

─ hee, lo siento.. en realidad creo que no quiero hacer esto. ─ apreté un poco mis labios sin saber cómo estaba reaccionando el chico, puesto que no me atrevía a poner mis ojos sobre él, me había quedado mirando la flor que había hecho para mí. ─ en serio lo lamento.

─ oh. ─ por fin subí mi mirada y vi que estaba sonriendo, aunque no se veía contento en lo absoluto. era una sonrisa algo apagada. ─ no te preocupes, te dije que todo estaría bien entre nosotros junnie.

guardé la flor en mi mochila y por primera vez en mucho tiempo, nos quedamos mirando el partido en silencio. se sentía demasiado raro.. pero no quería poner las cosas más tensas ni nada por el estilo, así que preferí mantenerme callada. cuando terminó la clase de gimnasia, todos teníamos que irnos a casa, así que primero fui al baño para lavarme la cara y luego me dirigí a mi casillero pero... me detuve a ver algo que sospechaba pero aún así no quería creer.

riki estaba abriendo mi casillero y dejando un ramo de flores adentro.

era él.

flowers  .  nishimura rikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora