023

1.3K 139 24
                                    

no sé por qué, pero hice caso a aquel mensaje y al siguiente día me senté en el banco en frente de mi casa a las 9 de la mañana, justo cuando yo cruzaba la calle, él estaba llegando también.

─ no quiero ser grosera heeseung, se te ve un poco mejor y eso me alegra.. pero ¿qué es lo que quieres hablar?─tragué saliva mientras que lo vi sentarse a mi lado y ya noté como se estaba poniendo a llorar antes de siquiera empezar a hablar.─ ay.. oye no...─rápido lo abracé con fuerza y se aferró a mi de igual manera.

─ lo siento mucho, por riki y por tí.. no me daba cuenta de la estupidez que estaba haciendo por una obsesión que no llevaba a ningún lado, por favor perdóname junnie.. en estos meses reflexioné mucho sobre mis actos y estoy más arrepentido que nunca por todo lo que les hice, yo..─acaricié su cabello dejando que respire, estaba agitado, hablando muy rápido e hipando por el llanto─ en serio lamento tanto todo.

me separé de él mirándolo triste, y cómo no... sé que hizo mal, demasiado mal, pero realmente se veía arrepentido y entonces solo..

─ todo está bien hee, no eres la peor persona del mundo por equivocarte. estoy aquí para tí.─le sonreí y me acerqué a dejar un beso en su frente. de verdad se veía que había escarmentado, además me parecía muy valiente de su parte salir de su casa después de tantos meses.

los días pasaron, la semana se fue volando.

ya era el primer día de clases y todos estaban viniendo a mi casa para comer antes de ir juntos a la escuela, igual que los años anteriores, e incluso heeseung estaba emocionado por lo mismo.

una vez que llegaron todos, mi mamá llevó dos cajas de pizza a la mesa y comenzamos a comer mientras contamos qué tal habían estado las vacaciones de todos, no me había dado cuenta de lo mucho que me había perdido.

─ bueno chicos, tengo algo muuuuuuy importante que contarles.─un sonrojado sunoo se levantó repentinamente de su asiento y todos pusimos nuestra atención en él aunque la mayoría ya teníamos una idea de lo que quería anunciar─... tengo novio.

─ ¿qué?─ sunghoon se vio totalmente confundido cuando todos lo miramos sonriendo, obviamente era él.

─ no intimiden a mi sunghoonie, hermanos simios.─ambos rieron y luego nosotros con ellos, eran la pareja más bonita.

─ oye pero hablando de tortolitos, yo me conozco a un par que andaban cariñositos y nunca dijeron nada.─ryujin dijo e inmediatamente se giraron para verme a mi─ ¿no iba a venir tu princeso riki?

ay. no me había dado cuenta de que no estaba ahí hasta que lo mencionaron...

empecé a enviarle mensajes pero no contestaba, las llamadas tampoco y empecé a preocuparme. quise ir a buscarlo a su casa pero los chicos dijeron que probablemente se había quedado dormido y les hice caso, esperando que estuvieran en lo cierto.
una vez que llegamos, él ya estaba en la entrada y ni siquiera volteó a mirarnos, a ninguno de nosotros.

todos me miraron sin entender, me quedé parada por unos segundos en mi lugar y caminé rápido hasta llegar a su lado para hablarle.─hola, príncipe ¿qué pas..

entró al baño de varones dejándome como una idiota en el pasillo, ya me estaba enojando. suspiré y me quedé al lado de la puerta esperando a que salga a pesar de que ya todos habían entrado a sus salones correspondientes, se estaba comportando como cuando yo pensaba que me odiaba y no me estaba haciendo gracia en lo absoluto. si era una broma, era de muy mal gusto, sabía que no me gustaba jugar con ese tema. al verlo salir y apresurar su paso al darse cuenta de que yo seguía ahí, lo tomé del brazo.

─ ¿qué te pasa hoy? ¿acaso juegas conmigo?─dije bajo, aunque ya con tono de enojo. vi esa mirada odiosa de nuevo y lo solté despacio, me dolía el pecho recordar..

─ ¿yo, mi querida "sunnie"? ¿yo soy el que juega contigo? por favor.─soltó sarcásticamente y yo lo miré confundida.

me dejó así en medio del pasillo de nuevo.

con el corazón roto y preguntándome qué fue lo que hice mal esta vez.

heeseung se apareció en el pasillo y al verme llorando se acercó corriendo a abrazarme. lo apreté bastante fuerte, miré en la dirección en la que riki estaba caminando, pensando que ya no estaba ahí, pero seguía en su lugar.

mirándome.

y ya no sabía si lo que veía en sus ojos era enojo o... decepción.

de repente, riki tomó algo de adentro de su mochila; un ramo de aquellas bellas flores blancas que dejaba en mi casillero casi a diario... las estampó en el suelo y habló fuerte mientras su nariz se ponía roja, comenzando a llorar también:

─ se las puedes dar a él.





.

lloré escribiendo esto
nopuedeser.

flowers  .  nishimura rikiTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon