Prólogo

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—Beomgyu, ¿has pensado en lo que te dije?

—No lo sé Hyuka —cerré mi casillero—. No tengo ganas de ir a ninguna fiesta, y mucho menos a las tuyas. Siempre terminan siendo un desastre total —dije mirándolo con una sonrisa de medio lado.

—Si con "desastre" te refieres a que es un buen desastre, confirmo. Terminan demasiado bien —dijo mi amigo sonriente.

Huening Kai, uno de mis mejores amigos. Uno de los más cercanos. Somos vecinos desde que tengo uso de razón, y desde que sabíamos caminar, correr y hablar, jugábamos por la calle, en el parque y hacíamos travesuras como cualquier niño chiquito. Él sabía absolutamente todo sobre mí; secretos, sueños, fantasías, mis metas... Y yo a él. Somos los amigos más inseparables de este mundo.

—Eres un idiota —reí y golpeé su hombro levemente—. Anda, que se nos hace tarde para entrar a clase.

—Y tu tan responsable como siempre —rodó los ojos y me siguió—. Por eso es que estás tan solo amigo mío.

—No —dije en tono burlesco—, no estoy solo por eso. Estoy solo porque quiero. Sabes que a mí las chicas me sobran.

—Al igual que los chicos —dijo Kai echando una mirada a nuestro alrededor—. Sólo míralos, te ven embobados.

—Es mi encanto. ¿Qué puedo decir?

—Ese ego —escuché como Huening se burlaba.

Terminamos por entrar a nuestra clase tan aburrida como siempre, solo viendo como la profesora explicaba y ponía ejemplos en la pizarra. Suspiré. Ya quería irme a casa y descansar un rato.

Saliendo de la clase, me despedí de Hueningkai que tenía unas vueltas pendientes que hacer antes de llegar a su casa para hacer la fiesta del fin de semana, como cada mes. Me fui caminando como de costumbre. Me coloqué los auriculares y puse música.

Como de costumbre, iba bailando mientras caminaba. Sonriendo cada vez que veía a alguien y me saludaba.

Al llegar a casa, dejé mi mochila en el sofá, me quité la camiseta y la lancé por ahí. Abrí la puerta de mi habitación y me tiré a la cama, estaba cansado y lo único que quería hacer era dormir. Cerré las persianas de la ventana que está al lado de mi cama y después cerré mis ojos para dormir... Pero como siempre, un ruido muy molesto me hizo despertar. Frustrado, entre abrí la persiana con mis dedos para ver que era lo que tanto sonaba allá afuera.

—Vecinos nuevos. Luego les daré la bienvenida —volví a recostarme y ahora sí, me quedé completamente dormido.

¿𝙌𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙚𝙨 𝙔𝙚𝙤𝙣𝙟𝙪𝙣?Where stories live. Discover now