Capítulo O3

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—Hola Beomgyu. Perdona que te moleste, solo quería preguntar si el auto de enfrente es tuyo —preguntó Soobin apuntando hacia donde había un coche azul.

—Uh, no, yo... Ni siquiera tengo coche —reí y Soobin igual.

—Vaya, que pena. Lamento entonces la molestia, te dejo —dijo sonriente regresando a ver quién era el dueño del carro.

—¿Ya te vas? —fue lo primero que pregunté después de cerrar la puerta y ver como Yeonjun caminaba hacia mi dirección.

—Sí —fue lo único que dijo, con una pequeña sonrisa—. Para otro día será la visita social —se mordió el labio y tomó la perilla de la puerta, abriéndola para salir.

—De acuerdo.

—Hasta el lunes, Beom —dijo sonriente.

—Hasta el lunes, Yeonjun —respondí viendo como éste se iba por la misma dirección en la que llegamos.

( . . . )

—Anda Beom, vamos. Será divertido, lo prometo —decía Kai tratando de levantarme del sofá.

—Hyuka, ¿por qué quieres ir a una fiesta hoy? —pregunté fastidiado. Quería descansar hoy.

—Porque sabes que no puedo vivir sin ir a fiestas, y cuando voy, me gusta que vayas conmigo, no Yujun, él es muy tímido y eso provoca que esté siempre cerca mío y no pueda coquetear a gusto con nadie. Es como un chicle a la suela de mi zapato —reí por el comentario y ejemplo de mi mejor amigo. Tenía razón la verdad, Yujun era muy tímido.

—¿De quién es la fiesta?

—A que no te lo esperas —dijo sonriente y en tono burlón. Lo miré confundido.

—¿De quién?

—De los gemelos Choi Yeonjun, aunque estoy cien por ciento seguro que el que organizó la fiesta fue el más alto. El del cabello negro con rojo.

—Yeonjun —dije en un suspiro.

—Para el caso los dos se llaman igual. ¿Vamos? —volvió a insistir.

—Si te digo que sí, ¿me vas a dejar de molestar?

—Sólo por hoy, porque sabes que te seguiré molestando cuando me vuelvas a decir que no al ir a una fiesta.

—Eres un idiota Kai.

—Lo sé, por eso soy tu mejor amigo. Ahora, levanta ese trasero y ponte la mejor ropa que tengas. Tenemos que sorprender a los invitados.

Reí. Hueningkai me hacía reír mucho con cada cosa que decía. Me vestí con un pantalón negro y una camisa de vestir negra con partes guindas. Arreglé un poco mi cabello y me puse unos zapatos negros. Hyuka traía su auto así que nos subimos en este y arrancó con rumbo a la casa de los gemelos. Estaba nervioso. De sólo pensar que le voy a ver de nuevo después de lo que casi pasaba ayer en mi casa, me pone de nervios. Agradezco a Soobin por su magnífica idea de preguntarme algo tan tonto y salvarme del beso de Yeonjun. Aunque bueno, como dije, tampoco era tan malo.

—¿Cómo supiste de la fiesta?

—Yeonjun me invitó y dijo que podía llevar un acompañante —dijo volteando a verme de reojo al decir lo último, para no dejar de ver al frente. 

—¿Y por qué no me invitó directamente?

—¿Me ves cara de que sé la respuesta? —preguntó irónico.

—Que simpático eres Kai —dije rodando los ojos.

Reímos y faltaba poco para llegar, según me había dicho Kai. Al llegar, nos bajamos y había motocicletas, carros y hasta camionetas estacionadas fuera de la casa de los gemelos. La música se escuchaba hasta afuera y juro que hasta el piso lo podía sentir retumbar por lo fuerte y alto que estaba. Metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón y seguí a Hueningkai que no dejaba de caminar asombrado por la gran casa que teníamos enfrente y, por supuesto, por toda la gente que había en el lugar.

¿𝙌𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙚𝙨 𝙔𝙚𝙤𝙣𝙟𝙪𝙣?Where stories live. Discover now