5.KIM

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-Adelante-escuché decir al director Peterson, luego de haber llamado a la puerta de su oficina con dos golpes.
    Tome la manilla de la puerta y la abrí, para luego entrar.
     -Me llamaba, director-dije, y eche un vistazo rápido al chico que estaba sentado de espalda en la silla frente al escritorio del director Peterson.
     -Señorita, Jones-se levanto de su silla operativa. Se quitó sus gafas -¿Cómo se siente? Me enteré lo que le pasó a la señorita Shannon-se puso las gafas luego de limpiarlas con un pañuelo.
    Esto era increíble. En menos de dos horas, Shannon ya se había convertido en la comidilla de este lugar.
     -Estoy…-suspiré-bien, director Peterson-mentí y mostré una sonrisa de lo más falsa.
    Claro que no estaba bien, pero no quería que nadie sintiera compasión por mi. Yo no era quien estaba en un hospital luchando por mi vida ¿Por qué siempre preguntaban cómo me sentía? Se supone que la que estaba gravemente herida era Shannon.
     -Ok… ah, señorita Jones, le presentó a Taylor Brown; es el nuevo estudiante.
          El chico se levantó y giro sobre sus talones. Me saludo con un apretón de mano.
    Debo admitir que era muy guapo; cabello negro despeinado, ojos azules y cuerpo muy definido con esa ropa negra que se ajustaba a él. Dios, no pude evitar perderme un momento de la realidad.
    ¡Contrólate, kim. Qué estas haciendo!
     -Me imagino que no se siente en buenas condiciones para…-carraspeó un poco-enseñarle el lugar a el señor Brown. Si es así, no se preocupé, hallaré…
     -No…, está bien. No se preocupé, director Peterson.
    Se que debí tomar esa oportunidad, porque la verdad no me sentía bien para recorridos, pero era mi responsabilidad; me consideraba una persona muy responsable. Además, no se por qué, pero ese chico me daba algo de curiosidad. Su aspecto era algo muy curioso.
     -¿Está segura?-inquirió con el seño fruncido.
     -Si, yo me comprometí y debo cumplir.
            Pasé saliva.
     -Bien-desvío la mirada hacía el chico-esta en buenas manos señor Brown. Pueden irse.
    Él asintió con una sonrisa de medio lado. El director se volvió a sentar y nosotros salimos de su oficina.
     -Y aquí es donde tomamos las clases de educación física. También damos nuestros entrenamientos después de clases. Lo hacemos tres veces a la semana; martes, miércoles y juev…
     -¿Eres animadora?-me preguntó él, interrumpiendo mi asombroso discurso.
    Estábamos frente al salón de gimnasia de la escuela. Ya habíamos recorrido algunos cuantos lugares mientras le daba el discurso sobre la historia del instituto; su origen y ciertas cosas que ya se imaginarán.
    Él no había hablado mucho, solo escuchaba atentamente y debes en cuando, hacía una pregunta.
     -Ah, si… Sí, así es. Siempre me eligen capitana del equipo, dicen que soy… la más indicada. Sin embargo, no pienso serlo este año.
     -Ah, ¿por qué? No se supone que siempre te escogen-inquirió, con el seño fruncido.
    De alguna forma, nos habíamos desviado del tema del instituto.
     -Bueno…, ah-la verdad no me apetecía hablar del tema. Ni siquiera sabía porque había mencionado eso. Suspiré-no me siento muy bien para ello.
     -¿Es por lo de tu amiga?
    A esto me refería. Hablar sobre eso me provocaba ganas de llorar. No se en que momento tomó esa clase de confianzas para preguntarme eso, o no tengo idea como se la di.
     Bien hecho, kim.
     Él pareció leer mi mente, ya que me dijo que no tenía que responderle.
     Me mordí el labio. No quería ser descortés, pero tampoco quería hablar sobre el tema y menos con un extraño.
     -Ah, sí…, sí, es por ella-dije finalmente, algo tensa.
     -Disculpa mi intromisión. No quería… ser metido.
     -No, está bien. No te preocupes.
    Él me dedico una sonrisa. Dios, hasta su sonrisa era hermosa.
    Un silencio incomodo se tornó entre los dos.
     -¿Continuamos?-le pregunté indicándole el camino con mi mano.
     -Oh, sí, claro-dijo y empezamos a caminar por el pasillo.
     -¿Y piensas unirte al equipo de la escuela, Taylor?
    De alguna forma me daba curiosidad saberlo.
     -No. El baloncesto no es lo mío.
     -¿Ah, no?... Y ¿Qué es lo tuyo?-inquirí curiosa.
     -Leer-dijo.
     -¿Solo leer?
   Soné más curiosa de lo que creí.
     -También escribo; dibujo y toco la guitarra.
     -¿No haces ninguna clase de deportes?
   Me sorprendería que dijera que no. Digo, con ese cuerpo era imposible que no.
    -Tocar guitarra es un deporte-me corrigió- y sí; troto por las mañanas y practico natación, o bueno, practicaba en mi antigua escuela.
     -Oh, aquí hay un equipo de natación. Tal vez podrías inscribirte.
      -Eso suena genial.
    La campana razonó por el pasillo, anunciando el inició de las clases. Nos detuvimos al instante.
      -Bueno, creo que seguiremos con el recorrido mañana, ¿te parece?-le dije.
      -Claro, nos vemos, señorita Jones-bromeo sonriendo.
    Sonreí poniendo los ojos en blanco. Que tonta, ni siquiera me había presentado.
      -Soy Kimberly, pero todos me dicen Kim.
    El me sonrió de lado y yo hice lo mismo para después irme.

********

      -¿Y qué le dijiste?
      -Que no. Le explique que no quería una relación ahora.
      -Pero hace unos días me dijiste que te gustaba, Amber. No entiendo por qué lo rechazaste; ansiabas que te lo pidiera-me escogí de hombros y luego me senté en el pupitre junto al de Amber.
    Acabábamos de entrar en la primera clase. Nosotras tenías ciertas clases donde nos tocaba juntas y lo agradecía. Amber, después de Shannon, era como mi segunda mejor amiga. De hecho esta clase nos tocaba a la tres, pero como ya saben, Shannon no nos acompañaba esta vez y pensar que no lo haría más me ponía los pelos de punta.
     -Pues si, pero…, con lo que le sucedió Shannon, lo único que quiero ahora es que ella esté bien-el deje de tristeza en su voz era patente.
     Entendía como se sentía. Lo de Shannon nos había tomado desprevenidos, jamás nos imaginamos recibir nuestro primer día de instituto así.
    Tome su mano y suspiré.
     -Oye, se como te sientes, y créeme que todo estará bien. Confiemos en mamá; siempre lo hemos hecho ¿Recuerdas la vez que te caíste del techo de mi casa y perdiste la vista? ¿Que los doctores creían que no la recuperarías jamás y mamá hizo hasta lo imposible para que la recuperaras y lo logro?
     -Como olvidarlo, Dios. Tú mamá  es mi heroína; siempre se lo agradeceré-dijo sonriendo ampliamente.
     -¿Ves?..., estoy segura que todo estará bien.
    Y si que lo estaba, créanme. Claro que eso no quitaba que me sintiera mal por la situación.
     -Buenas días, chicos-dijo el profesor Oxford, entrando en el aula de clases y dejando su bolso en su escritorio-bueno, como ya me imagino que todos saben…, la estudiante Shannon, sufrió un accidente feroz que provocó un impacto fuerte en muchos de ustedes. Sin embargo, chicos, no nos desanimemos. Hay que ser fuertes y valientes para poder apoyar a Shannon en esta terrible situación que está pasando. Así que, empecemos la clase de hoy.

Hasta aquí este capitulo. Apoyen mucho. Estaré actualizando los lunes y jueves para que estén pendientes a HUNTER. Muchas Gracias por el apoyo.
    


HUNTER [Vive o Muere]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora