10.KIM

23 2 4
                                    



    -¿Estás bien?-me preguntó, Liam mirándome de reojo en su asiento.
    -Ah…, sí. Bastante en realidad-respondí medio sonreída.
   Como no iba a estar bien, si mi mejor amiga estaba bien, aún no despertaba, pero muy pronto lo haría y eso me entusiasmaba mucho. Además, cuando Shannon despertara ella revelaría la identidad de quien trato de matarla.
   Liam estaciono el auto. Estábamos frente a mi casa; habíamos dejado a Cole y Amber en sus casas antes.
    -Oye, Liam, ¿puedo preguntarte algo?-le pregunté
    -Ah, sí, claro.
    -¿Tú sabes si Shannon antes de todo esto, había tenido problemas… no se… con alguien o por algo?
    -Ah, no. No se supone que eres su mejor amiga. Deberías saberlo mejor que cualquiera de nosotros.
   Tenía razón, sin embargo, había algo por lo cual estaba azul de la situación.
    -Sí, pero recuerda que pasé las vacaciones en Los Hamtons.
   Me había decidido pasar las vacaciones en los Hamtons con mi tía Gema y mis primas gemelas, Doris y Demi. Apenas había hablado con Shannon estando allá y eso creo que cortó un poco nuestra confianza. Regresé una semana antes de el comienzo a clases, la semana en la que noté lo rara que había estado comportándose Shannon. Varias veces le había preguntado que tenía en lo cual ella me respondía que nada. La entendía, yo había tenido la culpa de que ya no confiara en mí. A veces creo que todo esto había sido mi culpa. Tal vez Shannon quería contarme todo y yo solo la ignoraba desde la distancia.
    -La distancia no tiene porque matar una relación, Kim. Es tu amiga, no porque te vallas lejos tienes que olvidar a la persona.
   Esas palabras me hirieron como una estaca en el corazón y no por molestia, sino porque tenía razón. Todo eso había sido por mi culpa.
   Dos lagrimas se me escaparon deslizando por mis mejillas, sin poderlo evitar.
    -Tienes razón… Todo esto fue por mi culpa-dije limpiándome las lagrimas con el dorso de mi mano.
   Liam pareció arrepentirse de decir esas palabras al observarme lamentar. Me tomó entre sus brazos de inmediato y me susurró que lo sentía mientras me acariciaba el pelo.
    -No-me separé de él-. Tienes razón, tal vez por mi descuido todo esto sucedió.
    -Claro que no. No quise decir eso.
    -Esta bien. No dijiste nada malo-lo besé en la mejilla y empecé a salir del auto, pero él me tomó de la mano deteniéndome.
    -No es tu culpa, me oíste-me afirmó. Yo asentí y salí.
    -¿Quieres que me quedé?-me preguntó.
    -No, iré a dormir un rato-y con eso se fue.
   Iba camino de entrada a mí casa cuando mi móvil timbro anunciando otro mensaje. ¿Quién sería?... Desde que fui al instituto me había estado llegando mensajes sin parar. No se quién tenía tanto interés en que conteste, pero si era Tavo se llevaría un puño de mí, sin embargo, al observar los mensajes del chat desconocido de en mi WhatsApp,   que me había estado llegando, me quedé perpleja y sin aliento al instante.
    Los mensajes decían lo siguiente:
Número Desconocido:
Hola, Kim.
¿Qué tal esta Shannon?
¿Ya se murió?
¡Contesta maldita perra!
Creo que te interesará lo que estoy por decirte.
Yo soy quien casi asesina a Shannon.😈
Por cierto, soy Hunter.

LILI.

    -Dame otro trago-le pedí al cantinero detrás de la barra, que limpiaba un baso con un pañuelo blanco.
    -Señorita, creo que debería parar, se esta embriagando demás-me sugirió él, en lo que yo me dediqué a poner cara de asco y molestia.
   Si estaba ebria, pero eso no importaba en absoluto en ese momento. Lo único que quería era olvidar lo que sucedía a mi alrededor. Esta culpa por dentro me estaba matando poco a poco y después de lo que le sucedió a Shannon la verdad no sabía si suicidarme o seguir fingiendo que nada pasó, ocultando aquella desgracia que los chicos y yo decidimos hacer.
    -¡¿A ti que te importa?! ¡Solo has tu trabajo, que para eso estás aquí!
   Él suspiró y se fue a servirme el trago. Había estado allí desde hace un par de horas bebiendo sin parar mientras esos recuerdos me aturdían sin compasión alguna. La única razón por la que no había ido a ver a Shannon era porque no tenía la valentía de ver a mi amiga tirada en una camilla casi muerta. No sabía que pensar, que decir. La única pregunta que divagaba por mi cabeza era ¿Quién querría asesinar a Shannon?... Era imposible que Shannon tuviera enemigos. Por mi mente solo pasaba que y si podía haber sido por nuestra culpa; por lo que hicimos. Sin embargo, no podía ser posible, ya que solo nosotros seis sabíamos aquel secreto, no podía sospechar de mis amigos.
   El cantinero dejo la copa frente a mi en el barra, y justo en ese instante alguien se sentó a mi lado.
    -¿Qué quieres?-le pregunté sin mirarlo.
    -Nada. Solo vine a tomar una cerveza-respondió Cole y le pidió una cerveza al cantinero.
    -Si, claro-dije y me tomé el trago.
    -Shannon está estable.
   Esas palabras me hicieron atragantar con el trago que me había llevado a la boca en ese momento.
    -¿Es en serio? No me estás jugando una broma, ¿verdad?
    -Dios, como crees que sería capaz de jugar con algo así-dijo y me lancé en él abrazándolo de lo más sonriente. Él me apartó fastidiado.
    -Esto es una buena noticia, que felicidad. ¿Y cuándo despierta?
   Esperó terminar de beber un trago de su cerveza para poder hablar.
    -En aproximadamente 6 a 7 semanas-respondió metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta negra.
    -Este trago va por ella-dije sonriente con la copa en brindis y me lo llevé a la boca.
    -Ya creo que deberías parar; te ves un poco ebria-me sugirió él.
   Hice caso omiso y seguí tomando, hasta que decidió hablar después de un rato de silencio.
    -Quiero confesarte algo-confesó.
    -¿Qué?-lo miré extrañado al observar su rostro nada contento.
    -Pienso que todo esto esta sucediendo por nuestra culpa, ya sabes, lo que hicimos-susurró a lo ultimo.
    -Sabes que al pensar eso estas sospechando de alguno de nosotros, porque te recuerdo que nada más lo sabemos los seis.
    -Lo sé. Sin embargo ponte a pensar, quién querría hacerle daño a Shannon y por qué.
    -Todos tenemos nuestros secretos, Cole, ponte a pensar tú en eso.
    -¿Estas insinuando que Shannon ha hecho algo malo y por eso le esta pasando esto?-me espetó.
    -No he insinuado nada; tú estas insinuando que alguno de nosotros le hizo esto-le espeté.
   Él no dijo nada después de un momento.
    -Y si es así ¿Y si alguno de nosotros es el culpable?.
    -¿Te estás oyendo? ¿Te estas tomando como sospechoso de esto?
   Ya estaba fastidiada por toda esta conversación. Tomé una tapa de limón que empecé a chupar.
    -No, yo estoy seguro de no haber sido.
   ¡Eso si que me molesto demasiado!
    -¡Eres un maldito! ¡Piensas que fui yo o alguno de los demás quien quiso matar a Shannon!
    -Silencio, que nos van a escuchar-me susurró  mirando a los alrededores-. No pienso que fuiste tú, pienso que fue Tav...
   Y ¡pun! Le estampé una cachetada que provocó la atención de todos los presentes en nosotros.
    -¡Idiota!-le espeté y me fui de ahí enfurruñada.
   Sabía que mencionaría a Tavo, por lo que le estampé esa cachetada antes de terminar. Es un idiota. ¿Quién se cree para mencionar toda esa clase de ridiculeces?... Si era muy sospechoso todo esto, pero, ¿en serio sospechar de sus amigos? ¿Qué clase de persona hace eso? Ya estaba demasiado enojada que ni la borrachera hacía efecto en mí.
    Caminé por la acera en dirección a mi auto. Quería ir a mi casa. Ese estúpido de Cole había dañado toda la emoción que surgió en mi respecto a la noticia de Shannon.
    Busqué en mi pequeño bolso la llave y entré. Lo prendí y traté de arrancar el auto, pero no lo hacía. Me bajé y me dirigí al capó a examinar el motor y debo decir que no se nada de auto como para descifrar cual era la causa. Mientras inspeccionaba el motor, tosí y suspiré en cansancio.
    -¡Esta noche no puede ser peor!-mascullé enfurruñada y de la nada empezó a llover empeorando más la situación y mi mal humor.
   Volví a cerrar el capó sin éxito. Me volví buscando a alguna persona que pudiera ayudarme, pero la tenue luz de la noche no colaboraba. Pensé en llamar un taxi al volver a entrar en el auto, ya que no quería regresar al bar, además porque estaba un poco lejos de donde me encontraba. Sin embargo, una silueta de hombre me esperanzo al observarla a unos pocos metros de distancia.
   Aquella silueta solo permanecía ahí, bajo la lluvia, sin inmutarse de que se estaba mojando. Era raro, pero no me importaba, necesitaba ayuda.
   Salí de mi mercedes y me acerqué a aquel hombre que permanecía de espaldas a mí. Le di dos toque en el hombro para llamar su atención y él no se volteo, solo permaneció de espaldas. Le volví a tocar el hombro, pero esta vez llamándole también.
    -Hola, disculpe. Es que tengo problemas con mi auto, y me preguntaba si podría a ayudarme con el.
   Él no respondió nada ni se dignó a voltearse. Me pareció muy raro, no obstante, decidí volverlo a intentar.
    -¿Hola?-llamé-mire, solo quisiera que me ayude le puedo pagar-y nada de respuesta, eso hizo que mi corazón palpitara de horror; todo aquello era muy raro.
    -¿Hola?-dije nerviosamente y vacilé en tocar su hombro de nuevo, pero mi muñeca fue tomada por la mano de ese hombre que ahora se había volteado y permanecía con una máscara en su rostro. Yo me llené de horror y al percatarme de que sacaba un cuchillo de su cacheta solté un grito aterrorizada.
   


  

   














          

HUNTER [Vive o Muere]Where stories live. Discover now