¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒎𝒆𝒔? / ⊱𝟐𝒚𝒆𝒐𝒏⊰

𝐇𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫

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•Jeongyeon•

Al diablo. Me tomo una cerveza de golpe y me dirijo a ella. Unos pasos antes de llegar, Nayeon voltea en medio de su baile y me mira. Su mirada tenía algo extraño, era como si dijera un "aajj, estás aquí", como si le hubiera arruinado todo. Eso me pone triste.

Sin embargo, soy una alfa, lo que significa que fui criada para no tener tiempo para la tristeza, lo que no me funciona lo arreglo, y si sigue sin funcionar lo destruyo, lo muelo a golpes.  

Pero nadie me ha dicho qué debo hacer con mi omega. Obviamente prefiero cortarme un dedo a dañarla. Okay, intentemos hablar.

Me acerco a ella con firmeza y me recibe con una cachetada. Le pesa la mano. 

-¡¿Que haces aquí?! ¡Vete, no quiero que estés aquí! ¡NO QUIERO QUE ESTES CONMIGO! -Me grita llorando de furia.

¿Qué le hice? Su celo ya pasó así que no son las hormonas, tampoco hemos peleado para nada. No tiene por qué molestarse conmigo si le doy todo el sexo que necesita. De hecho es imposible que peleemos porque ni siquiera hablamos... Oh... Mierda, así que es eso.

-Nayeon, ven conmigo. Vamos a casa -Le digo con tranquilidad para evitar una escena. Le ofrezco mi mano.

- ¿A casa? A mí casa querrás decir. ¡Yo ni siquiera sé si tu tienes una! ¡No sé dónde vives! ¡Qué te gusta! ¡Por qué estás aquí!. ¡Y CON EL HECHO DE SABER TU NOMBRE NO CONSIGO NADA!

-Sé que no hemos hablado, pero lo arreglaré -Le digo suplicante intentando mantener la calma.

-¡Y una mierda con eso! -Dice con el rostro rojo mientras golpea el piso con su pie.

Está bien ya fue suficiente, la cargo sobre mi hombro y procedo a salir del lugar, haciendo a un lado a todos mientras ella golpea y patalea.  Vamos directo al estacionamiento. Abro la puerta del copiloto y la lanzo ahí. 

-Estás ebria, así que te llevaré a mi casa y pasarás la noche ahí. Juro que si sales de este auto te arrepentirás, Nayeon -Le digo pronunciando muy bien cada palabra, sin cortar nuestro contacto visual.

Doy la vuelta al auto, entro, enciendo el motor y me pongo en marcha. Estamos muy lejos de casa. Vivo a las afueras de aquí. Pero es necesario que ella vea todo, que conozca a todos y se comience a informar sobre nosotros, nuestras tradiciones y el respeto que le debe tener a su alfa. Sin mencionar que soy la maldita alfa Yoo, todo el mundo me conoce, me teme y me respeta. He rechazado a millones de omegas en busca de Nayeon, y ella me recibe a golpes. 

Los primeros minutos en el auto ella veía a la ventanilla, evitaba mi mirada y no me dejaba tocar ni su mano. Intenté tocar su pierna al entrar a la carretera recién saliendo del pueblo, y me dejó hacerlo, así que creo que las cosas se van calmando. 

-¿Podemos hablar? 

-Debimos hacerlo desde hace días, Jeongyeon. -Dice seria mirando a la ventanilla. ¡¿Es que la maldita ventana es más importante que tu Alfa?! 

-Escucha, nunca he estado presente en el celo de una omega, ni mucho menos en el de una que sea tan importante para mí, porque tú lo eres, ¿lo sabes, no? 

-No, no lo sé. Lo único que sé es que te encanta follarme -Dice con ojos acuosos, brazos cruzados y bastante molesta. 

-Nayeon, sé que debí hacer las cosas más románticas estos días. Me equivoqué y te pido una disculpa sincera -Digo completamente seria -Y obviamente me encanta follarte, eres una mujer preciosa -Intento aligerar un poco el ambiente. 

Nayeon deja salir algunas lágrimas, creo que debo seguir diciéndole lo que siento. ¿Desde cuando hablo de mis sentimientos? Dios, qué he hecho para ser tan estúpida. 

-¿Qué te parece si te hago la cena hoy?, sin sexo, sólo tú y yo hablando de nosotras.

-Sigo un poco ebria y enojada, así que espero que sea una buena cena -Dice ella en tono gruñón, pero en el fondo sé que ya está más tranquila. 

Faltan al menos 40 minutos para llegar a mi casa, y noto que mi chica se esta quedando dormida. Me estaciono a un costado de la carretera, salgo del auto y lo rodeo. Abro su puerta con cuidado y acomodo el asiento para que ella pueda acostarse y estar más cómoda, me quito la chaqueta, la huelo un poco (nunca está de más verificar que huelo bien para mi chica) y siento un ligero aroma a mi esencia de café y mi loción. La pongo sobre Nayeon y regreso al asiento del conductor preguntándome cómo demonios voy a hacer que ella se sienta más cómoda y comprenda que estoy obsesionada con su felicidad y la mía en tener muchos cachorros.

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