𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚

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- Pero amor, aún eres una cachorra. No lo haré - Dice Momo con firmeza.

Dahyun no pronuncia nada, resignada y humillada se va a paso tranquilo de la habitación y toma asiento en la sala, cerca del cuarto de Jeongyeon. No quiere que su alfa lo vea llorar por eso, así que intenta hacerlo de una manera callada para no recibir más explicaciones innecesarias.

- Omega, no pienses que- -Momo se ve interrumpido por sonidos que parecen provenir de afuera.

Al echar un vistazo por la ventana, vio un grupo de alfas, tal vez seis o siete, acechando. Esos cobardes están esperando a Jeongyeon. La rabia carcomía a Momo, porque sabía que Jeongyeon pelearía por su honor aún en las condiciones en las que se encuentra. Eso es ser un verdadero alfa.

- Pequeña, quédate aquí, vuelvo en un minuto.

- ¿A dónde vas? - dice Dahyun llorando un poco aún.

La omega no recibió respuesta, así que corrió detrás de Momo, solo para ser detenida por la puerta. Momo la cerró desde afuera.

- ¡Momorin!

Dahyun ya no pudo salir, tampoco podía ver qué pasaba. Corrió piso arriba en busca de una habitación donde pudiera ver el frente de la casa. Cuando encontró una ventana que daba justo al sitio, pudo ver a su alfa peleando salvajemente con un grupo de alfas. Nunca había visto tanta violencia.

Todos se golpeaban, se rasguñaban, Dahyun vio cómo su alfa tiraba al suelo a un sujeto y le pateaba ferozmente la cabeza, seguido de un intenso golpe en la cara a otro sujeto. La omega pudo notar que todos los ataques de Momo iban a la cabeza, la mandíbula o la nuca; los dejaba noqueados en seguida, había furia y brutalidad. Por un momento intentaron sujetarla y la golpearon repetidas veces en el abdomen.

-¡Momorin! - gritaba Dahyun y lloraba con frustración.

¡Le hacían daño a su alfa!

Mientras estaba sujeta por uno de los alfas que le susurraba lo bien que olía su pequeña omega, Momo llegó al límite. Golpeó con su nuca la cara de aquel alfa y siguió la pelea hasta que no quedó nadie.

Cuando todos estaban inmóviles, Momo se sentó en el piso, se encontraba un poco herida, y necesitaba tomar aire. Hacía mucho tiempo que no tenía un encuentro físico con alguien, y se notaba. No la habrían tocado hace unos años cuando estaba bien entrenada, se sintió vencida por un momento. Sintió el miedo de ser derrotada, dejando a su preciosa omega y a su mejor amiga indefensas. Comprendió que había sido descuidada al no entrenar todo este tiempo, comprendió que hizo mal en no estar preparada y sobretodo, que la vida es corta.

Dahyun movió su vista de la ventana por un momento, asimilando lo que acababa de ver. Realmente estaba emparejada con un alfa muy poderosa, y seguramente peligrosa... Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta de la habitación en la que se encontraba. Se preocupó al ver a Momo parada y malherida. Tenía su saco sobre el hombro y su camisa, normalmente de un impecable blanco, rota y sucia. Su labio partido y sus nudillos en tonalidades moradas y rojas.

-¿Momorin? - pregunta Dahyun mientras se acerca con lentitud. Todo su cuerpo pide abrazarla, pero solo piensa que la lastimará más, así que se queda estática después de unos pasos.

Momo comienza a caminar a paso muy tranquilo observando a su alrededor. Se da cuenta de que es una habitación de invitados con un enorme ventanal, donde su omega seguramente había visto todo. Deja su saco sobre la cama y se dirige a paso lento al baño.

Desabrocha los primeros botones de su camisa, abre la llave del lavabo y comienza a limpiarse las manos y la cara frente al espejo. Se agacha para mojar lo más que pueda su cara y toda la sangre que brotaba de su labio abierto. Al levantarse ve a través del espejo a su omega detrás de ella.

Está asustada, es comprensible. Pero eso no es en lo que piensa Momo ahora.

La alfa toma una toalla cercana y comienza a secar sus manos y su rostro. Se da vuelta y con su omega al frente suyo, siente calma. Repentinamente se agacha un poco solo para tomar la piernas de su omega y cargarla completamente, recargándola en la pared. Teniéndola de frente y tan cerca. Podía ver cómo su omega no podía pronunciar palabra, se atascaba con su propia saliva.

Momo toma las piernas de Dahyun, la levanta un poco más y las posiciona en sus hombros, atorando a la omega entre su cuerpo y la pared, podía oler su lubricante. Teniéndola bien anclada en sus hombros, Momo pudo tener un poco de libertad para bajar los pantalones de su omega, dejando sus nalgas y su pequeña entrada rosada libres.

Sostuvo sus nalgas desnudas con su mano mientras desabrochaba su propio pantalón con la otra. Su ropa quedó lo suficientemente abajo para liberar su erección, dando un ligero suspiro de alivio. Ahora con ambas manos a disposición, tomó cada nalga de Dahyun y las separó, dejando su entrada expuesta. Metió con lentitud su dedo medio, el más largo de una vez por todas, quería que la preparación fuera rápida, ya no lo toleraba más.

-¡A-ah! - gritó Dahyun- ¡Dios!- mientras sostenía con fuerza los brazos de Momo.

-¿Es esto lo que quieres, preciosa? - preguntó la alfa.

- ¡Ah! ¡si!

Momo no lo aguantaría más. Metió y sacó su dedo unos segundos más hasta que lo retiró definitivamente. Posicionó su glande en la entrada y comenzó a empujar lentamente. Mientras seguía metiendo toda su longitud, se concentraba en la cara de su omega, completamente ruborizada y sudorosa, tenía sus ojos medio cerrados, estaba siendo víctima del placer de su primera penetración.

Cuando el pene de Momo estuvo dentro, haciendo que las nalgas de la omega y la pelvis de Momo se tocaran completamente, ambas se miraron a los ojos; ruborizadas, exhalando con fuerza. Sin previo aviso Momo comenzó a mover su cadera lentamente, disfrutaba del trayecto. Había deseado hacerle el amor a Dahyun desde hace ya varias semanas, y nunca esperó que su omega lo exigiera.

Al notar la entrada menos resistente comenzó la parte dura. Dio penetraciones rápidas y duras, haciendo a Dahyun rebotar contra la pared una y otra vez a la par de sus senos. Siguió penetrandola, retrasando su propia eyaculación solo para pasar el mayor tiempo posible sintiendo la calidad de estar dentro de su omega.

-M-momorin ¡Ah! hazlo dentro, hazlo dentro - balbuceaba Dahyun mientras mantenía sus ojos cerrados con fuerza.

La vision de la alfa era completamente pornografica, tenía los pliegues de la omega completamente llenos de su semen, Dahyun se había venido ya dos veces manchando su miembro y podía ver sus pequeños senos rebotando una y otra vez con cada estocada.

Aquello fue suficiente para llenar la apretada cavidad de su omega con su semilla. Sacó su pene y apreció cómo el líquido escurría de la entrada.

-Teltow, está en Teltow - susurró Dahyun exhausta, adolorida, con sus piernas al aire y su entrada expuesta goteando el semen de su alfa.

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Esos son los amigos que uno tiene en la vida.

Interesante leer mientras escucho Queen de nuestras poderosísimas. <3

¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒎𝒆𝒔? / ⊱𝟐𝒚𝒆𝒐𝒏⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora