Capítulo 4

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Desperté a las 9 de la mañana, aún no podía creer lo que me propuso Lando, es como un sueño del que no puedo despertar, pero no puedo negarlo, me gusta estar con él.
Me fuí a dar una ducha, luego me vestí con algo sencillo, me puse una blusa blanca y unos pantalones negros apretados con mis zapatillas favoritas. Me gustaba como me veía asique así me quede, luego me maquillé las pestañas, es lo único que me arreglo aparte de un delineado sutil a veces, no me gusta maquillarme tanto, asique no me demoro en arreglarme.

Ya eran las 10 de la mañana asique le envié un mensaje a Lando, le pregunté a que hora estaría en el paddock. Me respondió con un breve mensaje que decía: "A las 4 tengo que estar ahí, ahora estoy con Carlos asique nos vemos más tarde".

Luego de eso pedí al restaurant del hotel unas tostadas para desayunar y un café.
Al terminar grabé unas historias para mis seguidores, les di algunos consejos y respondí algunos de sus mensajes, también me gusta ver los videos que hacen sobre mi, me hacen feliz, a veces también veía los que le hacían a Lando y la verdad es que me encantaban.
Cuando voy viendo Lando me había seguido en Instagram y le había dado me gusta a algunas de mis fotos no muy recientes, no lo niego, me emocioné bastante. Voy a mis mensajes y veo que también me había respondido, en el mensaje decía: "Se ve que me admiras demasiado, gracias por tu apoyo Sara" le respondí con un "Cuando quieras".

Estaba muy feliz, decidí ver un poco más las publicaciones en las que me etiquetaban. Hasta que vi una foto mía y de Lando cenando, a mi no me molestaba y espero que a Lando tampoco.

Ya eran las 12 del mediodía, pero aún no era una hora prudente en Chile para llamar a mis padres, asique decidí dejarles un mensaje de voz contándoles algunas cosas. Iba a ir a almorzar a un restaurant que había encontrado cerca cuando me entra una llamada, era él.

- Hey, ¿Almorzamos? - me dice Lando.

- Justo iba saliendo a almorzar, asique si vamos - le dije.

- Estoy esperándote abajo - me sorprendió, es como si ya lo hubiera tenido planeado y no pude evitar sonreír.

- Voy bajando - le contesté. Me acorde que tenía que responder a su pregunta y estaba un poco nerviosa por eso.

- Hey, ¿Cómo dormiste? - me dice Lando mientras me saluda con un abrazo.

- Creo que bien, el hotel es muy cómodo ¿y tú? - le dije.

- Si, la Fórmula 1 siempre se esfuerza en tener contento al personal, me costó quedarme dormido pero creo que igual dormí bien - me dice con una sonrisa y a la vez me abre la puerta de su auto.

- ¿A donde me llevas? - Le dije curiosa mientras me sentaba en su auto.

- Ya lo verás, confía en mí - me dijo.

Ibamos en camino y cuando vi donde nos habíamos estacionado me emocione mucho, me llevó a un restaurant italiano, mi comida favorita es la pasta pero no sé como Lando lo supo, nunca se lo dije.

- Sara - me dice Lando - te estoy hablando.

- Si, perdón ¿que decías? - le digo mientras salgo de mis pensamientos.

- Que ya tenemos que bajarnos, venimos un poco tarde y tal vez nos quiten la reserva, no creo que te quieras perder una buena pasta, sé que te gusta - me dice en un tono un poco bromista.

- ¿Me estás diciendo que reservaste aquí y ni siquiera fuimos puntuales? - le digo mientras me río - entonces vamos, no se tú pero yo no quiero quedarme sin esa pasta.

- A mi tampoco me gustaría perdermelo, menos si mi acompañante es tan tierna y agradable - me dice mirándome con sus hermosos ojos verdes.

- Me siento alagada - le digo mientras le devuelvo una sonrisa y nos adentramos en el restaurant. Nos llevan a la mesa reservada y nos sentamos, pasaron unos minutos y hablé.

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