Capítulo 40

906 43 36
                                    

En 2 días regresamos a Londres para tomar un vuelo a Francia, estamos entre los edificios de Nueva York admirando el Times Square. Aquí en Nueva York no hay un olor muy agradable, pero es soportable hasta el momento, no me imagino viviendo aquí.

Nos adentramos en un gran restaurant italiano.

- ¿Pasta? - preguntó Charles.

- Hasta la pregunta ofende Leclerc - le respondió Lando.

Nos sentamos mientras tomaban nuestro pedido, los chicos discutían que tanto pedir mientras yo me quedé observando detenidamente a una persona que se me hacia muy conocida.

- Sara - llamo mi atención Lando - ¿Estas bien?

- Si, lo siento, ¿Qué decían? - pregunté distrayendome de la persona.

- Si querías jugo o solo agua - dijo George.

- Solo agua - dije y volví a centrar mi mirada en la chica rubia que estaba sentada a unas mesas de nosotros.

Después de un largo rato, incluso los platos estaban vacíos, la chica salió del restaurant y apenas tocó la calle un hombre muy parecido a... Jacob se acercó.

No quería que sucediera de nuevo, la última vez Charles acabó en el hospital...
¿Qué querrán esta vez? me pregunté a mi misma.

- Lando - dije llamando su atención - creo haber visto a Tamara y a Jacob juntos justo aquí afuera.

Lando observó por los grandes cristales del restaurant pero me tranquilizó enseguida.

- Tranquila amor - dijo Lando - tal vez solo pensaste que eran ellos.

No le creí.

El sabía algo más que yo no, pero preferí dejarlo así, no iba a dejar que eso arruinará estas vacaciones. Lando comenzó a teclear en su teléfono y luego le hizo una seña a Charles, se excusaron y fueron al baño.

Cerca de 10 minutos para que los dos volvieran a la mesa.

- Nos vamos a Mónaco - dijo Charles de inmediato - el que quiera es libre de quedarse, pero Sara, Lando, la peque y yo nos vamos esta misma noche.

- ¿Pues nos vamos todos no? - preguntó George.

- Yo estoy de acuerdo - dijo Oscar.

Yo no entendía absolutamente nada, solo asentía a todo lo que decían.

- ¡¿Alguien puede decirme que mierda está pasando?! - grité en cuanto llegamos al hotel. Charles y Lando estaban ahí, la peque fue con Sofi y Oscar mientras nosotros ordenabamos nuestras maletas.

- Sara tranquila - dijo Charles acercándose e intentando abrazarme.

- No - dije inmediatamente y me separé - me he estado aguantando toda la noche, pero me cansé de que hablen en una esquina como si yo no existiera. Necesito saber que está pasando.

- Amor, te lo contaremos todo, solo danos esta noche - suplicó Lando a mi lado.

- Sara por favor, en cuanto lleguemos a Mónaco y estemos en un lugar seguro te lo diremos todo - dijo Charles.

- Tienen hasta que estemos en Mónaco - respondí - pero eso no quiere decir que no esté enojada, lo estoy.

Los chicos entendieron y me dieron un espacio de 5 minutos en la habitación. Terminé mi maleta y bajé a la recepción.
Ya estaban todos allí esperándome, la peque dormía en los brazos de Charles.

Horas después estamos en Mónaco, ignoré a todos durante todo el viaje, estaba enojada.
Principalmente porque odio que me oculten cosas.
La peque durmió todo el viaje conmigo.
Llegamos a casa y fui directo a mi habitación.

Matando La Distancia Où les histoires vivent. Découvrez maintenant