"La vida es una dimensión oscura que nunca tiene inicio y por tal, jamás tiene final. -Todo es incierto, penumbroso, delirante y hasta cierto punto, maquiavélico-. Nadie, olvide aquello, porque entonces, Blessed Diums. No lo olvidará ni ahora, ni nu...
Espero que el capítulo les guste mucho, si es así, recuerden dejar sus estrellitas y comentarios. Intentaré subir el otro cap pronto <3.
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«La maldad que le encantaba impartir se le devolvió y la destruyó. Porque quien daño comete, daño recibe.»
En ese momento mi cuerpo se paralizó totalmente, sentí mi respiración hacerse más pesada e incluso, por un breve segundo, mis sombras simplemente se ausentaron de mi mente.
—¿Qué has dicho? —Le pregunté a la demonia con voz baja, siniestra.
Los ojos de Gathea jamás se alejaron de los míos mientras ella seguía ahí de rodillas, apreté la espada con más fuerza en mi mano y me dije a mi misma que la paciencia nunca sería un don que me representara. Tampoco la simpatía o la piedad.
La demonia de cabellos negros me observó sin una pizca de miedo y mi sangre hirvió con más fuerza.
—Repite lo que dijiste —ordené.
—¿Qué cosa? —enarcó una ceja— ¿El hecho de que no eres nuestra reina? ¿La cuestión de que siempre serás una perra engreída? O, por otra parte, ¿La afirmación de que la pequeña princesa no es hija de Aedus Ernums?
Sin permitirme domesticar la clase de ira asesina que siempre me había rodeado, levanté una mano y le pegué una sonora y brutal bofetada a la demonia, fue tan hosca y áspera que de su boca y nariz salió sangre, aun así, no fue suficiente. Nunca nada lo era para mí.
La tomé por el cabello y la obligué a ponerse de pie.
—¿Con qué osadía te atreves a soltar una mierda de esas? —siseé y la zarandeé— ¿Cómo te atreves a hablar calumnias de mi hija?
Ella lamió su propia sangre y sonrió.
—¿Toqué tu vibra más sensible, majestad? —se burló— ah, creo que sí.
Natthiel, el cual seguía detrás de mí, soltó un sonido bajo de desagrado y yo apreté los dientes.
—Voy a matarte solo por haber pronunciado el nombre de mi princesa —siseé y la tiré de nuevo al piso— arrancaré tu maldita lengua por mentirosa, por contradictoria.
—Blessed —me llamó la demonia con firmeza— ¿sabes que es lo que más destruye mentes?
No respondí.
—Las dudas —sonrió— tú sabes que Dianett es hija de Aedus, yo también y él no se queda atrás. Aun así, imagínate que yo invente algo tan fuerte que lo ponga a dudar. ¿Qué pasaría?
No respondí.
—Ustedes están mal en estos momentos, veo la culpa en tu aura y noto la irritación en la de él. ¿No consideras que puedo joderlos aún más?
—Te das muchos méritos, demonia —escupí.
—Creo que tienes un nuevo temor desbloqueado, Blessed Diums.
