Ⅾεstiny

Capítulo 3

El castaño camino hasta donde se encontraban sus dos amigos, con sus mejillas rojas, había besado a un chico que apenas conocía y que había causado que su lobo despertara y pidiera estar más cerca de el pelinegro.

Pero de lo que estaba seguro era que ese chico había hecho que se sintiera de otra forma muy diferente de cuando estaba el con Ayanga que hizo que con ese pelinegro sintiera esa tranquilidad.

- Zhan ¿Estás bien?, Te veo distraído -Dijo Ji Yang mirando a Zhan.

- Si, solo que quiero regresar ya - Dijo Zhan mirando a los dos Omegas.

- ¿Tan rápido? - Dijo Ziyi confusa mirando a su amigo.

- Solo vámonos, les explicaré después el porque, solo...vámonos - Dijo el Omega mirando a sus amigos.

Los Omegas se miraron confusos y decidieron no decir más y salieron del lugar extrañados por la repentina acción del menor, sabían que le había pasado pero decidieron no preguntar más hasta que el castaño les dijera el motivo.

Minutos después los tres se encontraban en la casa de Ji Yang, el castaño no formulaba ninguna palabra su mente estaba en aquel beso que le había dado a aquel Alfa, no sabía ni siquiera su nombre para poder verlo nuevamente pero sabía que un encuentro con el podría ser muy incómodo pero su lobo parecía opinar lo contrario.

La puerta del lugar comenzó sonar, el peli-negro camino hasta la entrada encontrándose a Ayanga quien al verlo pudo jurar escuchar a Ji Yang soltar un gruñido molesto ya que jamás le había agradado la presencia del Alfa, claro a quien le agradaría tener al "Alfa" De su mejor amigo quien solo lo maltrataba y trataba como su fuera un títere.

- ¿Dónde está mi Omega? - Pregunto el Alfa mirando seriamente al peli-negro.

- Tu Omega, no me digas, porque yo que sepa los Alfas protegen a sus parejas y no las tratan como basura o como un títere - Dijo Ji Yang mirando al Alfa seriamente.

Ambos tenían miradas de odio que Zhan juraría que pudo ver a su amigo apuntó de lanzarse encima del Alfa.

- Ji Yang ya basta - Dijo Zhan mirando a su amigo.

- Vámonos Zhan ya es tarde para que estés aquí - Dijo Ayanga seriamente.

Zhan no protestó y simplemente asintió para luego caminar junto al Alfa y darle una última mirada a su amigo y salir del lugar para caminar hasta donde se encontraba la camioneta del Alfa y subir a ella para esperar al que el Alfa subiera y lo llevará a casa volviendo a su horrible vida de siempre.

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Una vez entraron al lugar Zhan estaba dispuesto a ir a la cocina cuando las manos de Ayanga lo tomaron de forma brusca haciendo que el castaño se sorprendiera por el acto.

- ¿Qué haces?, ¡Sueltame! - Dijo Zhan.

- ¿Dónde demonios estuviste? -Pregunto Ayanga molesto.

- Eso no te incumbe - Dijo Zhan.

- Claro que si, eres mi esposo y mi Omega, y debo saber en donde demonios se mete y con quien - Dijo Ayanga seriamente.

- Solo fuimos a comprar algunas cosas y ya, feliz idiota... - Dijo Zhan serio.

Grave error, un fuerte dolor se apoderó de su mejilla izquierda al recibir una bofetada de parte de Ayanga, causando que ligeras lágrimas salieran de rostro de Zhan.

- A mi no me vez la cara de idiota Xiao Zhan!, hasta aquí huelo el olor a alcohol de seguro te fuiste con ese idiota de tu amigo.

- ¡No le digas idiota! - Dijo Zhan llorando cuando Ayanga tomó su rostro de forma brusca.

- No quieras pasarte de listo conmigo Zhan, a menos que quieras que te castigue como la última vez y recuerda que nada salió muy bien que digamos - Dijo Ayanga - No volverás a ir con ese Omega me escuchaste y espero que mañana te levantes temprano ya que tenemos una reunión con un empresario importante y no quiero demoras me iré a dormir - Dijo el chico soltando bruscamente al castaño y subio a su habitación.

Zhan se quedó un momento en ese lugar recordando todo lo que había pasado meses atrás, se levantó y subió las escaleras para dirigirse a un cuarto que se encontraba después del cuarto donde compartía con Ayanga y entrar, sintiendo nuevamente aquel vacío que tenía y que lo atormentaba siempre.

En una pequeña esquina del lugar se encontraba una pequeña cama y en frente de una ventana donde la luz de la Luna llegaba y donde una gran manta cubría una linda cuna de color blanco que meses atrás había comprado junto a su madre.

Nuevas lágrimas de culpa y molestia comenzaron a salir de los ojos de Zhan recordando aquel día en que el destino le había arrebatado al ser que había iluminado su vida luego de vivir en una maldita mentira pero recordar el causante de que perdiera a su pequeño cachorro hacia que su enojo creciera cada día más.

Paso una de sus manos sobre la cuna imaginando todo lo feliz que viera sido si esa pequeña criatura viera nacido, miro hacia su vientre plano para pasar sus manos en el mientras soltaba lágrimas de tristeza.

- Porque el destino fue tan cruel, tu no tenías ninguna culpa... - Formuló el castaño en un hilo de voz mientras acariciaba su vientre y luego mirar la luna.

Camino hasta la cama para disponerse a dormir y tratar de olvidarse por un momento la vida de mierda que estaba viviendo en estos momentos, para olvidar todos esos recuerdos que lo entristecía tanto a el como a su lobo interno.

Sintiendo el vacío de la habitación y en su interior, solo necesitaba que alguien llegará y lo salvará de este jodido infierno y vivir una a vida con un Alfa que realmente lo amara y lo quisiera, una Alfa con el cual formaría una familia llena de amor y cariño.

En ese instante en su mente vino la imagen de aquel Alfa de cabello negro con el cual se había besado antes sintiendo la necesidad de volver a verle pero sabía que eso implicaría problemas y posibles golpes por parte de Ayanga así que decidió ignorar lo que su lobo le pedía para dormir una siesta tranquilamente.

Pero en su mente el retrato de aquel Alfa no podía salir, y rogaba por volver a verlo una vez más...

Sintiendo un ligero presentimiento de que pudiera ser su salvación...

El Alfa que podría salvarlo de toda esta farsa...

Su Alfa destinado...

Y su destino...