capítulo 23

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Febrero 20 2018

El cielo se encontraba, parcialmente nublado, no había ningún ápice de que el sol fuese a salir, todo se encontraba muy extraño, y en sobre manera me causaba escalofríos, pequeñas gotas comenzaban a descender desde el cielo. Podía escuchar con claridad el fuerte viento, que comenzaba a azotar las ramas de los árboles. La neblina ya estaba asomándose a mi vista.

Podía sentir como mi cuerpo se estremecía, debido al frío que hacía.

Estaba tratando de analizar la clase de tormenta, que se asomaba, hasta que escuche el auto de Fabian, estacionarse.

Me encontraba completamente sola, Albert ya no venía a casa, pues decidió vivir en N'esbil, sin duda me alegre demasiado por eso, ya que quizá, ahí encuentre la estabilidad que necesite, y también pudiese recuperar el tiempo perdido, y podría comenzar a ser feliz junto a su familia.

Papá, bueno el ya no me golpeaba, de hecho habían días, en que desaparecía por completo, y no lo volvía a ver, solamente llegaba a dormir. No nos habíamos visto a la cara, y de su boca no había salido un insulto , hasta ahora. Todo estaba marchando tranquilo, lo cual me parecía demasiado raro. Y eso estaba comenzado a asustarme.

<< Tanta felicidad, a veces no es buena siempre,
sabias. >>

Sabía que en cuanto menos me lo esperase, algo malo vendría.

Mi vida era algo así como una montaña rusa, con subidas y bajadas, ahora mismo me hallaba en la cima misma de la tranquilidad y posiblemente de la felicidad, lo cual lo hacía un poco, tenebroso, pues sabía que entre más alto estuviera , más dolorosa y fuerte sería si llegase a caer.

Observe como Fabian venía hacia a mi, estaba agitado, podía notar como el pecho le subía y bajaba, el vapor le salía por la boca. Algunas gotas de lluvia le habían caído sobre la chaqueta, debido a que la brisa comenzó a aumentar. Podía notar que en su rosto, tenia una preocupación, se veía afligido, lo cual me pareció extraño .

- Emy. - me abrazo y pude escuchar como sollozaba.

Estaba llorando, su rostro se hallaba empapado, no sólo a causa de la lluvia, también por las lágrimas.

-¿ Qué pasa? - pregunté confundida.

Era algo extraño verlo de esa forma, tan débil. Algo sumamente grave debió pasar para que eso sucediera.

- Yo...

Comenzó a tartamudear, los labios le temblaban, estaba demasiado nervioso, que hasta se había olvidado de como hablar.

- Yo tengo que irme, de nuevo a donde estuve viviendo, estos últimos años. - susurro

No comprendía.

- Fabian, tu vives al otro lado del mundo. - exclamé

- Lo se, pero. Esto es urgente. Mamá volvió hace una semana, y le ha ocurrido un accidente. - trato de explicarme.

No pude hacer otra cosa, más que llevarme las manos a la boca, estaba sorprendida por lo que me contaba, pero una parte de mi mente, no podía hacer más que pensar, que esto solo era una obra de su madre. No quería pensar eso, pues no creo que ella, haya sido capaz de inventar semejante cosa.

- ¿Es solo por eso?

- No . Todo, absolutamente todo, se me ha juntado, no he podido encontrar los papeles de intercambio de universidad, no podre hacer la residencia acá, tengo que viajar, y arreglar esos papeles, lo cual va a tardar demasiado. Es frustrante, yo recuerdo aver dejado esos papeles en mi mesa de noche, pero simplemente desaparecieron.

SobrevivienteWhere stories live. Discover now