PRINCIPESSA╰───➤〔Alec Volturi〕

🖇 Chapter Eight 🖇

El sol de la mañana arrasaba con todo, toda la bella Italia era iluminada por un ferviente sol y eso me hacía sentir más tranquila, sabía que así no podrían arriesgarse a buscarnos y menos cuando había tanta gente alrededor nuestro. Para suerte nuestra estábamos relativamente cerca del aeropuerto, simplemente paramos para comprar un poco de comida.

Luego de comprar lo que necesitábamos, con un poco del dinero robado, retomamos nuestro camino hacia el aeropuerto. La verdad es que no fue difícil llegar, simplemente pedimos indicaciones tratando de que la gente nos entienda y nosotros entenderlos a ellos ya que ninguno habla italiano. Ahora mismo nos encontrábamos frente a una muchacha de piel oliva y cabello castaño, Poe se encargaba de pedir los pasajes, en estos momentos agradezco el que Allison sea tan paranoica y nos haga salir que toda nuestra documentación, incluyendo nuestro pasaporte.

—Bien, aquí tienen mis bellas damas —dijo mientras nos tendia los pasajes, yo me gire hacia Allison y le di un beso.

—Gracias por ser tan paranoica, ahora hay que irnos antes de que Demetri nos encuentre —hable mientras los empujaba hacia donde nos había indicando la chica que teníamos que ir. Caminamos y nos formamos en la fila que había y que, por suerte, avanzaba rápidamente.

Habrán pasado unos cincuenta minutos y por fin ya estábamos dentro del estúpido y bendito avión, me senté en mi asiento correspondiente con Poe al lado mío y Allison en frente. Intenté acomodarme y lo único que pude sentir fue un asqueroso olor a transpiración y suciedad.

—Dios, necesito un baño urgente —hable por lo bajo.

—Si, yo igual, hace como cuatro días que no nos bañamos —habló con una mueca en la cara, yo asenti dándole la razón y poco segundos después pudimos ver como Allison nos miraba.

—Yo hace cinco —dijo para luego sentarse de nuevo.

—Asqueroso —dijimos Poe y yo al mismo tiempo cosa que nos hizo reír—. Bien, ahora duerman así pasa el tiempo más rápido —habló Poe mientras que se acomodaba para dormir, yo hice lo mismo y no demore mucho en caer rendida.

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¿Había pasado rápido el tiempo?, la respuesta es un claro si, luego de diez extensas horas por fin habíamos tocado suelo americano, la verdad es que no teníamos a donde ir con exactitud sin levantar sospechas del porqué Chelsea no estaba con nosotros así que opte por mi único recurso en el cual entenderían la situación. La casa Cullen.

Demoramos otras horas en llegar a la casa de la familia Cullen y lo primero que vimos fue la cara de asombro por parte del patriarca de la familia seguida por la cara de asco que tenía Rosalie.

—Apestan —habló la rubia, yo solo rode los ojos y camine directamente hacia Alice con enojo.

—Tú sabias que iba a pasar esa noche —habló con notoria molestia, la vampiresa simplemente agachó levemente la mirada—. ¡Sabias perfectamente que iba a venir a buscarme y aún así pusiste en peligro la vida de mis amigos! —eleve el tono de mi voz con el enojo aumentado al recordar la rubia se había quedado en Italia junto a Caius.

—¡Busque soluciones, juro que busque, pero en todas ellas Alec terminaba llevándote a Italia y poco después se llevaban a los demás! —se defendio con culpa en la mirada.

—¿Quién carajos es Alec? —fue lo único que pude formular y la mirada atónita de Alice no le hizo comparación a la cara que había puesto Rosalie.