🖇 Chapter Nighteen 🖇

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Abrí los ojos levemente, la habitación estaba oscura, moví mi cabeza para tratar de ver si había alguien en ella y para suerte mía no había nadie. Me levante de la cama y me dicuenta que estaba rota al igual que parte de la pared, también como la pequeña mesa de luz que había a un lado de la cama. Alec había hecho un desastre con su fuerza inhumana.

Sin querer repasar mucho fui hacia el armario y lo abrí para poder sacar una muda de ropa, me dirigí hacia una de las puerta donde se encontraba un lindo baño, cerré la puerta detras de mi y me dirigí a la regadera para darme una ducha con agua tibia. A medida que repasaba mi cuerpo con el jabón me di cuenta de las marcas que tenía, mis caderas tenía la clara figura de los dedos de Alec, mi abdomen tenía pequeñas mordidas al igual que mis pechos, lo único que parecía estar entero era el colgante que nos había regalado Poe y agradecía eso.

Al salir del agua y ver mi cuerpo en el gran espejo puede ver que mi espalda también estaba llena de marcas al igual que mi clavícula, mi cuerpo era un completo desastre y por primera vez me puse a pensar en que carajos había hecho. Había hecho la mayor estupidez de toda mi existencia, había perdido la virginidad con un hombre que había conocido desde hace poco, que me dejo media muerta y que me secuestro, ¡Por el amor de dios, era un maldito desquiciado y yo lo primero que hacía era follar con él! Papá estaría tan decepcionado de mi si supiera esto.

Me vestí lo más rápido que pude estando un poco adolorida y salí de aquella habitación destrozada, camine hacia la habitación más cercana que tenía aquella puerta de roble y no supe si tocar, Poe posiblemente seguiría durmiendo, aunque después de dudarlo tanto toque la puerta. Se escucharon pasos del otro lado y luego abrieron la puerta dejándome ver el rostro de mi rubio amigo.

—¿Está Jane? —pregunté mientras mordía una de mis uñas, él negó levemente—¿Puedo pasar? — pregunté nuevamente a lo que él me dejo el pase libre y no dude en adentrarme a la habitación que, a diferencia de la de Alec, estaba completamente ordenada.

—Frey, ¿Está todo en orden? —interrogó con la voz baja y preocupada, yo negué mientras caminaba de un lado a otro nerviosa y con dolor en todos lados—m Vas a hacer un puto hoyo en el piso, mujer —me dijo mientras me tomaba de los hombros.

—Me acosté con él —solté de golpe sorprendiendo al rubio, él abrió y cerró la boca sin saber que decir y salió corriendo de la habitación, miré con el ceño fruncido hacia la puerta sin entender lo que pasaba.

Uno... dos... tres... cuatro... los minutos pasaban y él no volvía cosa que me altero un poco, pero me tranquilice rápidamente al ver que volvió y que detrás suyo estaba Allison y Chelsea. La pelinegra me miró con los ojos abiertos y la rubia solo arqueo una ceja esperando a que dijera algo.

—¿Es verdad lo que este inútil nos dijo? —interrogó Allison mientras se acercaba lentamente, yo asenti dándole la razón y forma una mueca en el rostro—. Dios mio, Frey, mira como te dejo.

—Sin duda alguna fue sexo salvaje —habló Poe tratando de relajar el ambiente, cosa que no funcionó muy bien.

—Eso dicen, pero porque aún no vieron como quedó su habitación —murmure mientras rascaba mi brazo con incomodidad y nerviosismo, Chels carraspeo incómoda, ella sabía algo.

—¿Algo qué quieras hacer? —preguntó la rubia con una pequeña sonrisa.

—¿Ahora mismo? Desaparecer o cabar una tumba, meterme en ella y que nadie me encuentre —hablé mientras me sentaba en los pies de la cama, los otros tres imitaron mi acción y escuche como Chels suspiraba.

—Yo me acosté con Caius —confesó la rubia mientras miraba a la nada y jugueteaba con el dije que tenía mi inicial. Si, ella sabía algo. Sin embargo, la cara de Poe era un poema, miraba a su hermana como si le hubiese salido otra cabeza o al por el estilo—. El sexo con los vampiros es salvaje y brusco, son insaciables —añadió y yo asentí dándole la razón, lo que ella decía era verdad.

—Ahora me dieron ganas de hacerlo con Demetri —soltó de la nada Allison sacandonos una carcajada, me hacía bien hablar con ellos.

—Oh por favor, no hablen de su vida sexual cuando estoy delante —se quejo Poe con una mueca de asco.

Nos quedamos hablando otro rato hasta que Jane entro a la habitación, ella me miró y sonrió levemente para luego mirar a los demás.

—Su majestad —hizo una reverencia frente a Chels y ella le dijo que no era necesario, pero le hizo caso omiso—. Los estaba buscando para avisarles que tienen su almuerzo preparado —informó para luego irse.

—Siganme, mis amores, yo los guío hacia la cocina —habló con una sonrisa la rubia.

Caminamos por unos cuantos pasillos mientras nos poníamos al día, sin darnos cuenta llegamos a la cocina y cuando entramos quería que la tierra me tragara y me escupiera en el medio del océano, Poe se dio cuenta y rápidamente corrió a mi rescate, aunque eso no evito que la mirada carmesí de Alec detallará cada uno de mis movimientos.

Me senté junto al rubio y él momento después paso un brazo por sobre mis hombros en una especie de abrazo, Chels nos alcanzó platos y cubiertos para que puedamos servirnos comida.

—¿Y que piensan hacer hoy? —preguntó la rubia con una sonrisa, Allison se encogió de hombros sin saber y yo iba a hacer lo mismo, pero Poe me detuvo.

—Danielle y yo planeabamos salir al jardín un rato, ¿Se suman? —habló con una sonrisa y recibieron un asentimiento por parte de las dos chicas.

Sin embargo, yo dejé de prestarles atención cuando aquella impotente figura con traje fino y caro se poso en la isla que había detrás de la mesa, su mirada depredadora se clavo en mi persona para luego mirar el brazo de Poe sobre mis hombros haciendo una mueca de asco. Lo miré con una ceja arqueada y solo me dio una sonrisa torcida para beber aquel líquido carmesí que tenía en un baso, aunque ni siquiera se digno a dejar de mirarme, simplemente recorría cada trazo de mi rostro mientras yo trataba de comer sin atragantarme en el proceso.

—Freya es buena —escuché que me nombraron y los miré confundida.

—¿Qué yo que? —interroge con confusión, Allison golpeó su frente y soltó un suspiro.

—Que eres buena pintando, tal vez podría hacer que Caius te ayude a perfeccionar tu habilidad —comentó Chels con una sonrisa, asentí no muy convencida.

Y volvieron a hablar nuevamente, traté de prestarles atención, pero el hombre frente a mi me hacia sentir insignificante bajo el gran peso que acometia su mirada.



Nos leemos pronto.

PRINCIPESSA╰───➤〔Alec Volturi〕Where stories live. Discover now