🖇 Chapter Twenty‐one 🖇

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Ya habían pasado casi tres meses desde que había tenido sexo con Alec, siempre que me lo cruzaba lo evitaba o lo ignoraba aunque me costara, la mayoría del tiempo me la pasaba con Chels en la gran biblioteca, ya que había convencido a Caius de que me ayudara a pintar y gracias a eso pude darme cuenta que el hombre no era tan malo... bueno, si era malo, pero no tan malo, solo tenía poca paciencia, pero dejando eso de lado era un vampiro educado y confiable.

Por otro lado, la relación de Demetri y Allison junto la de Poe y Jane habían mejorado, hasta de vez en cuando te encontrabas con la rubia diciendo "buen día", algo nunca visto según Demetri y Félix. Sin embargo, Chels y yo sentíamos que algo no andaba bien, la rubia decía que tenia un mal presentimiento y yo sentía que algo andaba mal conmigo, era extraño aunque no podía deducir por completo que era lo que sucedia, o al menos fue así hasta hoy. Tenia un atraso y los dos primeros meses no le había prestado atención ya que solía ser muy irregular, pero ya era la tercera vez y seguía sin bajarme, ¿Y adivinen qué? Chelsea también tenía un atraso, pero ella ya está completamente segura de que está embarazada y ya hasta tenía un pequeño estreñimiento.

Todo era una completa y reverenda mierda, ¿Siquiera un vampiro te puede dejar embarazada?, eso era algo nuevo que yo no sabía. Pero por eso ahora nos encontrábamos con Chels en la gran biblioteca frente a tres reyes que esperaban ansiosos la pregunta que teníamos.

— ¿Puede...puede un vampiro embarazar a una humana? —la pregunta resbaló de mis labios sin siquiera darme tiempo a procesar bien lo que iba a decir, la estruendosa risa de Aro no se hizo esperar.

—No digas estupideces, ragazza, no es posible —habló con una sonrisa en los labios, yo mordí mi labio inferior conteniendo las ganas que tenía de insultarlo.

—¿Qué pasaría si dijéramos que ambas tenemos un atraso? —cuestionó Chels mirando al rubio que por un momento pensé que le había dado un infarto, pero era imposible si ya estaba muerto.

Aro nos miró y su sonrisa fue decayendo de apoco, no se esperaba esto en absoluto, pero Marcus tenía una sonrisa que creció mientras nos miraba, él sabía algo que los demás no, no tenía pruebas, pero tampoco dudas.

—Hermano —dijo en un susurro el hombre y le tendió la mano a Aro, el pelinegro torció rápidamente su cabeza hacia nosotras y luego miró a Caius con una sonrisa.

—Es magnífico —murmuró con un brillo indescifrable en sus ojos—. Tienen un hilo rosado que se une a su vientre, mostrando amor maternal, vas a ser padre, mi querido Caius —informó con una sonrisa mientras miraba al rubio.

—¿Qué yo que? —murmuró desconcertado, el pobre no entendía nada y la verdad yo estaba igual.

—¿Estamos en cinta? —preguntó Chels con los ojos aguados, vaya a saber dios si por felicidad o miedo.

—Si, así es —confirmó y Chels dio un grito de felicidad para luego abrazarme con fuerza, yo estaba estática, fácilmente podrían tomarme por una estatua.

¿Estaba contenta? No lo sé, tenía una vida que yo cree creciendo dentro de mi. ¿Estaba asustada? Por supuesto. ¿Me culpaba? Claro que si, fui una irresponsable que no se dio cuenta de que no habíamos usado preservativo, que apenas con dieciocho años ya estaba embarazada. ¿Lo tendría? No lo sé, no es solo mi decisión, también tenía que elegir Alec, él era el padre. Ahora mismo solo quería llorar, culparme y pensar en como afrontar la situación.

Y Caius parecía estar igual que yo, estaba tenso y miraba con desconfianza el vientre de su esposa, yo me disculpe y salí de ahí aun aturdida, tenía que buscar a Alec y decirle lo que estaba pasando, no podía seguir evitandolo, sé que empezamos con el pie izquierdo pero si íbamos a tener un hijo debíamos llevarnos mejor, teníamos que mantener una buena convivencia si queríamos que esto funcione.

Doble en un pasillo y lo primero que vi fue a Demetri hablando con un Alec que parecía decaído, pero al verme una sonrisa se poso en su rostro y me sentí culpable por haberlo evitado durante tanto tiempo.

Le hice una seña para que me siguiera hasta su habitación y sin dudarlo lo hizo, por mientras yo pensaba en el como le iba a decir, ¿Y si le soltaba todo de golpe? Era más fácil aunque lo peor que pasaría sería que quedara igual que Caius. Al entrar a la habitación me senté en la gran cama que hacía unas semanas habíamos cambiado y le hice una seña al Volturi para que se sentara a mi lado.

—¿Por qué has estado evitándome? —su pregunta me hizo sentir un nudo en el estómago, había estado mal, lo ignore y evite tratando de huir de la situación en vez de afrontarla.

—Tenía miedo, ¿Sabes?, no empezamos de la mejor forma, pero quiero que nuestra convivencia sea más llevadera —murmure sin mirarlo mientras jugaba con el dije de mi colgante.

—¿De que convivencia hablas? — Habló desconcertado.— Pensé...yo creí que teníamos una relación, tal vez me anticipe a sacar conclusiones erróneas —soltó en un tono amargo y por primera vez en mucho tiempo me digne a mirlo a los ojos.

—Tenemos un problema más grande que nuestra mala e inexistente relación, de todas formas se supone que somos pareja, compañeros o como mierda quieras llamarlo, necesitamos del otro para sobrevivir, aunque suene enfermizo —dije con una mueca y el soltó una pequeña risa amarga—. Pero ya me estoy desviando del tema, paso algo en este tiempo y recién ahora me di cuenta.

Mis palabras parecieron alterar al vampiro porque me miró en busca de alguna herida o algo que demuestre que estaba mal, pero nunca lo iba a encontrar a menos que utilice el cerebro y se centrará en agudizar su oído, aunque ni siquiera lo necesite porque vastante oído tiene de por sí.

—¿Te vas a ir otra vez? —preguntó con su rostro decayendo ante el pensamiento de que lo deje, cosa que me causó gracia.

—Se supone que eres un buen estratega, pero ni siquiera puedes utilizar el cerebro para algo tan simple como intentar escuchar, solo cierra la boca y escucha —murmure y todo quedó en silencio, estuvimos así durante unos cuantos minutos.— ¿Qué escuchas?

—Latidos —respondió con simplesa, espere algo más pero no sucedió.

—Estoy embarazada —solté sin tacto, él me miró serio y luego se rió, si, el muy bastardo se rió—. ¿Qué te resulta tan gracioso? —pregunté con una ceja arqueada esperando el chiste.

—Eso es imposible —dijo para luego acariciar mi mejilla izquierda.

—Si, dile eso al futuro hijo del amo Caius —solté y él se quedo congelado, quedó estático, no se movía, no hacía nada, estaba peor que Caius cuando escucho que iba a ser padre.

—Voy a ser padre —susurró afirmando más que preguntando, yo asentí dándole la razón—. Después de más de mil años voy a ser padre —soltó mientras se levantaba de golpe de la cama y salió corriendo hacia vaya a saber dios donde.

—Lo rompí —murmure sin saber que había pasado, pero aquel grito que se escucho por el pasillo me confirmó el porque de su acción.

Un  "¡Demetri, voy a ser padre!" se escucho a la lejanía y solté una risa.

Nos leemos pronto.

Pd: doble actualización, primero porque quedan pocos capítulos y alguien va a morir, segundo porque he estado más muerta que el mar muerto.
Besitos.

PRINCIPESSA╰───➤〔Alec Volturi〕Where stories live. Discover now