Tranquilos

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Si en algún momento les habrían dicho que podrían sentirse tan relajados con tan solo unos acordes, en su vida lo habrían creído.

Hasta Ronald y Percy no habían podido evitar cerrar los ojos y suspirar relajados al escuchar esas primeras notas que ambos leones comenzaban a resonar por todo el gran comedor.

La hija de Percy frunció las cejas al ver la actitud de su padre, pero no podía negar que resultaba calmante, una melodía tranquila que sumió en un silencio absoluto a todo el comedor.

Las miradas estaban fijas en esos dos que cerraron sus ojos para dejarse llevar por la música y fue asi que la melodiosa voz los sorprendió, Minerva volteo tan rápido que hizo sonar su cuello, la mirada brillante de su hija que no despegaba los ojos de los de ella, las palabras tranquilas y sentidas la hicieron retroceder en el tiempo, recordando a sus padres y su origen, su enseñanza y como había perdido contacto con la mayoría de sus hermanos a través del tiempo.

Mimi que en un principio había estado recostada sobre la mesa mirando a su madre, se enderezo y con cada palabra pronunciada procuraba no perder contacto con esa mujer que tanto amaba; solo algunos futuristas sabían de ese don que poseía, el resto se había sorprendido al igual que todo el comedor.

Voltearon a ver como su maestra de transformaciones se le llenaban los ojos de lágrimas y cubría su boca con ambas manos al ver la sonrisa que su hija le regalaba mientras seguía entonando afinadamente cada nota, llena de ese sentimiento que dejaba transmitir a través de su canto.

Tomando una de las manos de su madre con la que ella poseía libre le regalo una caricia en los nudillos antes de besarla y hacerle una reverencia; colocándose de pie se encamino hacia el escenario sin soltarla y sobre todo sin dejar de mirarla. Decir que estaban en una burbuja de la cual se habían olvidado de todo el resto, era lo más acertado hasta el momento.

Entrelazo sus dedos y se acercó aún más a ella hasta apoyar su frente con la de su madre que no podía contener las lágrimas; las voces de Hermione y Harry resonaban de coro, tan suaves y tiernas que daban un aire de paz en todo el comedor. Pero lo que ninguno espero era ver como los labios de su profesora también se movían repitiendo las palabras que ese coro repetía una y otra vez.

No supo en qué momento su voz se entrecorto y termino siendo abrazada por su madre que no podía detener sus lágrimas, cada una por el recuerdo de su familia.

_Te amo mami.... Eres lo más importante que tengo- Mimi se acurrucaba en su cuello y la sujetaba fuerte del pecho.

_Shh mi niña.... Ahora entiendo muchas cosas.... Pero tendrás que contarme como es que sabes de la familia.

_Mi hermana- Su vos era ahogada, pero de pronto dos voces las hacen voltear hacia la entrada. Tanto Hermione como Harry del futuro eran los que continuaban la letra hasta acercarse a esa jovencita que prácticamente salto sobre los brazos de sus padrinos. Minerva no hizo más que sonreírles tan hermosamente que todo el comedor quedo asombrado.

Era una visión completamente nueva de esos que habían dejado el comedor, por última vez, en estado de completa inconciencia.

Hermione le sonrió a Minerva antes de besarle tiernamente la mejilla y abrazar a su ahijada por la espalda y dejar su mentón sobre el hombro de la joven que reía de como su padrino daba saltos como si estuviese bajo gravedad cero hasta llegar a ella y hacerle un puchero. Se unió a ambas en ese abrazo para terminar con ambos adultos haciéndole cosquillas en el cuello como con sus manos que ambos tenían a los lados de esa jocosa joven que no paraba de reír.

Maestra leonaWhere stories live. Discover now