Prólogo

690 65 14
                                    

Los golpes dirigidos hacia mi persona eran una tras otra, una tras otra, una tras otra, como un Vaivén sadomasoquista

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los golpes dirigidos hacia mi persona eran una tras otra, una tras otra, una tras otra, como un Vaivén sadomasoquista. Despertaban lo peor de mi y lo mejor que podía blandir mi espada contra el demonio que tenía una técnica extraño el cual confundía con "nieve" o hielo cuando por lo visto estos eran totalmente distintos.

"— Y a otro nivel para el colmo... —"

Había decidido observarlo fijamente. Conocia a la perfección mis posturas y el poder de ellas. Las había perfeccionado junto a mi cuerpo para poder blandirlas para dar un corte limpio contra aquellos que amenazaban el bien...

Y ahora, esta misma era usada en mi contra.

— ¡¡RengokuSan!! — Lloraba y suplicaba el joven de ojos arándanos desde la orilla de lo que habíamos tomado como la arena de nuestra batalla. — ¡¡Porfavor para!!

Si. El joven Kamado tenía razón. Pelear contra el era un jodido desperdicio. Su poder demoníaco se basaba en un ataque reflejo dónde todo lo que yo le enviaba era regresado hacia mi y duplicado. Recogía esa energía y la tomaba como suya. Lo único que estaba haciendo era ganar tiempo para que el sol salga y el huya.

Pero un buen cazador de demonios no hace eso. Un buen cazador de demonios elimina a estos seres repugnantes. ¿Porque siendo un pilar debería ganar tiempo?

"— Soy un fracaso. —"

— Vamos Kyojuro, — Incitó el tipo con apariencia y hasta voz molesta, —  ¡¡Conviértete en demonio y pelea conmigo una eternidad!! ¡¡Eres especial!!

Irregular era la palabra correcta. Todos los pilares éramos irregulares de cierta manera. ¿Yo? Sin duda alguna. Todos tenían de base el sentimiento de odio para poder seguir y cazar a los demonios con la mente fría. La mía decoraba mi rostro con una sonrisa confundida mientras usaba como base las palabras de mi madre para poder cumplirle lo que ella quiso.

"Eres fuerte, y los fuertes protegen a los débiles, a los que no son capaces de defenderse a si mismo."

Y por algún tiempo, aquello fue suficiente como para entrenar pensando cosas como "oh qué bien ahora que acabo de salvar a una familia probablemente tenga otra misión" con una mente desinteresada, no como si ahora si tuviera interés en algún tipo de premio por ser un "grandioso cazador" de las últimas generaciones. Sino que como adulto empecé a dejar de pensar cosas tan tontas y decirme a mí mismo;

¿Y yo que? ¿Acaso mis sentimientos no importan porque yo soy el que tiene que sonreír? ¿Quien es el que me va a dejar llorar? El patrón Ubuyashiki necesita hombres fuertes, no personas débiles.

Coyuntura [KyoTan]Where stories live. Discover now