🍂❀᯾𝐗𝐈𝐈𝐈᯾❀🍂

128 18 70
                                    

Kamado Tanjiro y yo no somos amigos.

Ni siquiera somos conocidos.

Cuando el pasa junto a mi. Es como si pasara junto a un fantasma del cuál ignora su presencia. Ciertamente me parecía un chico grosero, pero debía de aceptar que el era eso.

De día un grosero desconocido que venía hacia mi y me decía "quiero entrenar, ayúdame" sin siquiera decir "por favor", mientras que en las tardes y en los pasillos vacíos...

¿Quien era?

—KyojuroKuuuuunnnn. — Llamó la pelimorada intentando captar mi atención, —Creo que algo anda mal con este hombre. Debería echarle veneno en su comida para ver si así me-.

—¿Q-que sucede!? —Exclamé alarmado por su amenaza,—¡Estoy comiendo!!

—Pero te quedas pensando en la nada. —Explicó ella, —¿Estás bien?

—...Si. Solamente estoy un poco distraído si soy sincero. — Expliqué al tomarle otro bocado a mi bento, —Ehm... Estoy bien. Realmente, solo estoy pensando en que estará haciendo Senjuro en estos momentos. 

Por las últimas semanas, lo había hecho bastante, había incluso dudado de mi decisión final y a veces me alzaba dispuesto en ir a buscarlo y olvidarme de todo, encontrarlo y decirle que por él yo me retiraría y que le dedicaría todo el tiempo que él merecía.

Pero no podía hacerlo.

El trato que había hecho con Amane me detenía de pedirle que dejáramos todo esto atrás. Mas aparte; no podía ser egoísta al pedirle que dejara su deseo de salvar a su hermana y convertirla en un humano nuevamente. Y aunque tengo en claro que nuestros objetivos son totalmente distintos, yo quiero pensar que podemos entrelazar nuestros caminos como el destino lo hizo al hacerme conocerle y dejarme enamorarme de él

Pero no es tan fácil, ¿Verdad?

Me sentaba nuevamente. Y suspiraba desconsolado por lo que tenía que hacer. "Sin importar que tan patético soy, yo cargaré con mis deberes".

Pues si que lo soy.

—Eres un buen hombre, Rengoku. Haces tus esfuerzos. —Afirmó Shinobu con una divina sonrisa. —Senjuro también es un hombre, ¿sabes? Creo que sabe que estaba decidiendo al salir de todo esto. Por lo menos hasta que acabe la guerra

¡Pero Senjuro sigue siendo un niño! ¡Mi pequeño niño!

—Mm, entonces, ¿Qué haremos hoy? ¿Comeremos por el resto de la tarde? Por tú bien pero creo que deberias-.

-—¡RENGOKU KYOJUROOOOOO!!!

La comida en mis manos cayó sobre la mesa, noté la mirada molesta de la joven Kawasaki pero lo ignore y voltee a mirar al hombre albino quien lucía más contento que nunca, dios, no lo había visto desde la reunión de pilares, pero no habíamos tenido tiempo de hablar, así que técnicamente, podría contar que la última vez que hablamos, fue cuando aún se encontraba en la sala de recuperación. Y vaya que para las heridas que obtuvo de esa lucha contra los hermanos demonios, se ha recuperado de maravilla en ya poco tiempo. Creo que podría incluso decir que perder un brazo para él no es nada para él.

Coyuntura [KyoTan]Where stories live. Discover now