Coyuntura [KyoTan]

🍂❀᯾𝐈𝐈᯾❀🍂

— ¿Seguro que estás bien? Digo, puedo decirle que necesitas descansar apropiadamente-

— Déjalo. — Respondí, — Se ve tan tranquilo como esa noche... Dudo que haya dormido bien las últimas semanas.

— ... No. No ha dormido bien....

Mis dedos pasearon entre las hebras Alborotadas del peliburdeo mientras Kocho reía desde su lugar. ¿Le sería gracioso que pareciera un bebé que necesitara atención y que yo sin dudar le daba eso? Ciertamente había sido mi culpa que

Nuestra pequeña burbuja donde el centro de atención era el joven se vio desviada hacia la puerta que fue azotada por dos chicos ruidosos quienes si no fuera por Kocho y su aura amenazante, hubieran comenzando a gritar y a empezar un alboroto.

Les hice una pequeña señal para que comprendieran que quería silencio para el chico que se encontraba aferrado a mi cintura desde la noche anterior.

Aún recuerdo sus palabras, se acercó a mi como un niño asustado pidiéndome quedarme a su lado y no dejarlo con esa tristeza nuevamente, y si mis palabras no fueron suficiente, se quedó a un lado mío, tomándome de la cintura mientras observaba como sus orbes redondos como bellotas brillosas dejaban escapar sus lágrimas entre sus sueños.

«No te preocupes mi chico, ya estoy aquí, ya no tienes que angustiar.» fueron las palabras que salieron de mi boca para intentar calmarlo. Luego de eso, una sonrisa apareció como si hubiera sido un pedido y durmió con total tranquilidad.

"— Este niño no debería de estar en este campo de batalla... —"

— ¡¡Waaaaaaaahhh!! — Gritó el joven inogashira de la nada haciendo que el peliburdeo se despertara exaltado, — ¡¡Usted está bien!!

El joven amarillo también comenzó a llorar junto a Inosuke y ambos se tiraron encima de mi y casi aplastando a Tanjiro, pero en vez de eso, el joven Inogashira empujó al ojoarandano hacia abajo y este cayó en el suelo.

— ¡Joven Kamado!!

— ¡¡Estúpido Gompanchiro!! — Gritó rabioso el peliazul, — ¡¡Maldito agarrado sabías que RengokuSan había despertado y en vez de decirnos te quedaste como un bebé durmiendo junto a el desgraciado!!

— ¿Eh? ¿Inosuke? ¿Zenitsu? ¿Que? — Preguntó apenas entrando en contexto de la situación, — ¿De que hablas? Yo no-

Sus ojos como bellotas quedaron plasmados sobre mi, y mientras abrazaba a los dos chicos angustiados dejé escapar una sonrisa, — Buenos días joven Kamado, ojalá durmió bien en esa posición tan fatal.

Nuevamente; me dedicaba esa mirada incrédula al verme bien. Y de la nada sus mejillas se tornaron rojas y ese color se expandió por su rostro completo pero fue incapaz de decir algo por la vergüenza interna que estaba pasando.