🍂❀᯾𝐕𝐈𝐈𝐈᯾❀🍂

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El rubio no lo comprendía. ¿De qué servía todo lo que estaba haciendo si quien deseaba que lo apreciara nunca estaba para hacerlo? Se encontraba angustiado a pesar de que les mostraba a sus nuevas amigas que sentía mucha confianza y que tenía coraje a seguir (con la excusa de que su hermano le pidió no unirse a la organización de cazadores de demonios).

Aun así, Senjuro también era imperfecto. Senjuro también tenía derecho a quejarse. A pesar de ya no sentir los maltratos físicos y psicológicos de su padre, se sentía completamente solo en esa finca que definitivamente sería difícil de llamar hogar.

Porque el lugar donde se encontraba su padre abusador era su hogar. Y aunque era realmente un infierno. Aún es su hogar.

Pasaba la mayor parte del tiempo con las chicas orugas, en otros ratos estudiaba en la biblioteca de la pilar del insecto, o jugaba y pasaba el rato con sus amigas quienes parecían bastante interesados en él.

Pero lo pasaría porque nadie había mostrado algún interés en él, quien siempre ha sido la sombra de Kyojuro.

— ¿A quién engaño...? ¿Qué haré con mi maldita vida? ....

"— por dios estoy tan solo...—"

Dependía emocionalmente de su hermano. Cuando él no se encontraba, tampoco había una razón real por la que él iba a sonreír diciendo que todo estaba bien cuando era más que obvio que se encontraba mal y quería llorar, y gritar, y expulsar su frustración por estar en medio de problemas familiares en vez de ser apoyado, como merecía ser tratado cuando su madre había fallecido. Aunque jamás la conoció, le hubiera gustado bastante.

"— Quisiera solamente morir... —"

Senjuro era descuidado con esos pensamientos. Pensaba que "él" no tenía una verdadera historia en esa que le pertenecía junto a su hermano. Él era alguien que no crecería. Y que viviría en un globo gris, sin sentido, sin orientación y volando por debajo.

Sería un muerto en vida.

Pero eso también tenía sus consecuencias, tener pensamientos suicidas provocaba una fuerte aura que Shinobu lo nombra como "depresión". Y a veces, existía gente que cazaba con esa aura que ayudaba a tener ese toque perfecto para utilizar y retorcer a aquellos viles villanos sin sentimientos algunos. Siendo tan despiadados, talvez no tener importancia por tu vida era algo bueno, pero no en el sentido que ubuyashiki quisiera en sus pequeños retoños.

Y más cuando esas personas, te podían leer la mente.

— ¡Ah! ¡Una disculpa- ... S-señor...

Senjuro tembló ante el hombre con vestimenta elegante quien lo fulminaba con la mirada con unos ojos rojos furiosos después de haber chocado con él por accidente. Aun así, no sabia porque este ser tenía un extraño aura amenazante que hacía que temblara de miedo. Era como si sus instintos le decían alejarse de ahí.

Relativamente, el hombre parecía haber visto esa cabellera tan extravagante antes. Pero no recordaba dónde. Solamente sabía que apenas había recorrido su mente en dos ocasiones. Tal Vez más si su memoria iba muchísimo más atrás, pero no eran las mismas según él.

Espera un momento;

Aquel chiquillo se parecía como a aquel hombre que había enfrentado a la luna superior tres, y como el que ayudó a derrotar a su luna superior seis. ¿No era así? Nada más que ese hombre era más fuerte y alto y bastante ruidoso, con un aura de combate destacable y... Era un pilar.

¿Qué relación existiría entre ese chico y el pilar? La pregunta fue estúpida para alguien como él por un momento hasta que sacudió la cabeza y en un instante, sabía absolutamente todo.

Coyuntura [KyoTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora