CAPITULO 1 REENCUENTRO

7.8K 555 39
                                    

NOTA IMPORTANTE ANTES DE EMPEZAR:

Si deseas leer está historia sin haber leído antes la No.1 de la serie AMORES, que es "AMOR TARDÍO" te recomiendo que la leas antes, para que esta historia pueda tener sentido para tí, de lo contrario, puede que no se entienda la trama, porque va ligada una con la otra.

Marcela
Siento los pies pesados, no creo poder dar un paso más hacia la mesa en donde mi hija Katya y su novio Rodrigo nos esperan para presentarnos a los padres de él. Veo a mi hija con su rostro resplandeciente de alegría, su sonrisa ilumina su rostro y sus ojos brillan de felicidad, él a su lado, se nota orgulloso de tenerla junto a él. Ella a sus diecinueve y él a sus veinte, piensan que son el uno para el otro, yo pensaría que así es, porque se complementan tan bien y se aman, solo que ahora veo el inconveniente, sus padres.

Siento el brazo de mi esposo casi empujándome con delicadeza, quizás siente mi renuencia a dar un paso más y tiene razón, no quiero avanzar, porque cada paso que doy, me conduce hacia mi pasado, un pasado que no puedo olvidar porque me guste o no formó parte de mi vida y de mi crecimiento, pero al que no quiero regresar.

_ ¿Sucede algo amor? - susurra Sergey a mi oído. _ te noto tensa.

Volteó hacia arriba a mirarlo, es muy alto, y muy atractivo. Su expresión preocupada se transforma en una tierna sonrisa, cuando le digo que no y le sonrió.

De nuevo miró hacia la mesa y quisiera dar la media vuelta y salir de ese sitio, en lugar de eso me obligo a sonreír y avanzo junto con Sergey. Nuestra hija y su novio nos reciben con alegría y de la misma forma nos presentan.

Melisa no puede simular su desagrado al saludarme de mano, en cambio la mirada que me dirige Roger me desconcierta por completo, supuse que sería de ira, de rencor, pero quizás sea que ha pasado tanto tiempo y, por el contrario, es de desesperanza, de impotencia, no lo sé, lo que sé, es que ni ellos, ni yo nos atrevemos a decir a nuestros hijos que nos conocemos, mucho menos las circunstancias que nos obligaron a distanciarnos.

Yo estoy espantada, no me he podido concentrar ni por un momento en lo que ahí se dice, nunca pensé que esto podría suceder, era tan ilógico, y tan improbable. Entre tantos millones y millones de gente, ¿cómo era posible que ellos dos se fueran a encontrar? y aún si eso sucedía, ¿porqué de esta forma? ¿no podían solo haber sido amigos? ¿porque tenían que enamorarse?, Mire a mi alrededor, Melisa parloteaba intentando acaparar la atención de Sergey, yo estaba tan aturdida y tan asustada que por primera vez no me importó que una mujer coqueteara con mi esposo, porque eso era lo que ella estaba haciendo y no me sorprendía, por quien era ella y por quien era él, ella era una bruja quita maridos y mi Sergey, era tremendamente atractivo y sexy, atraía sin proponérselo al sexo femenino a montones, yo lo toleraba porque confiaba ciegamente en él, porque era él, quien me daba esa confianza, sin embargo, en este momento, ese era el menor de mis problemas.

Escuchaba el parloteo de los chicos, seguido por el de Melisa intentando mostrarse agradable a Sergey, mientras que Roger participaba lo necesario, se veía tan confundido y retraído como yo. No sé por qué, pero no creo que tuviésemos las mismas razones para estar nerviosos.

Sentía el apoyo de mi esposo, de una u otra forma, con su toque en mi mano, con una sonrisa, con un te amo susurrado a mi oído, con todo ello me decía que me tranquilizara, que todo saldría bien, pero no tenía ni idea de que nada podría salir bien de esa situación, aun así se lo agradecía, porque en cierta forma lograba su cometido, sabía que no estaba sola y que fuera lo que fuera lo resolveríamos, aunque no tenía ni idea de cómo, y claro que había solución, pero no sin lastimar a los chicos.

En un momento dado me disculpé y me puse de pie para ir al baño, Katya quiso acompañarme, pero le dije que no era necesario. Necesitaba estar sola.

Me tomé mi tiempo, estaba muy nerviosa, con rapidez escribí una nota, la doble lo más que pude y me disponía a salir con ella en la mano, cuando la puerta se abrió, no sé por qué, pero no me sorprendió ver de quién se trataba

_ ¡Que sorpresa encontrarnos de nuevo! - dijo Melisa, sin hacer el intento de entrar al sanitario, lavarse las manos o arreglar su aspecto, solo se plantó delante de mí. _ ¡quiero que sepas, que jamás permitiré que mi hijo se case con tu hija! - soltó con desprecio y por primera vez, estuve de acuerdo con ella.

Aun así, con toda la calma que pude, le dije que eso era algo que ellos tenían que decidir, aunque sabía que no era así.

_ ¡Eso es lo que tú crees! - me miró con desprecio. _ ¡no sé de qué forma hayas educado a tu hija, pero mi hijo me obedecerá si le pido que no lo haga!

_ ¡Si de verdad él hace eso, entonces me alegraré de que se aleje! - la miré con calma. _ ¡porque entonces no la ama y no la merece! - dije haciendo el intento de marcharme.

_ ¡No me conoces! - me detuvo del brazo. ¡No te metas conmigo!

_ ¡Creo que te conozco lo suficiente! - me solté de un tirón. - y no soy yo quien se mete contigo, tú te metiste conmigo, por si ya lo olvidaste

Vi como ella sonrió con burla

_ Entonces yo que tú, me la pensaría dos veces antes de provocarme. Hace años fuiste una tonta, te fuiste, sin siquiera pelear, ¿sabes que Roger me estaba dejando esa noche? Me había dicho que lo nuestro terminaba, aunque se haría cargo de su hijo, porque había descubierto que a quien amaba era a ti. - me miró con burla. _ si te hubieras quedado, él se hubiera arrastrado a tus pies, pero no lo hiciste y te olvidó tan pronto. Aunque de haberlo hecho, igual hubiese regresado a mí, yo no te lo iba a dejar con tanta facilidad.

_ Si es tuyo y siempre lo fue - traté de actuar con dignidad. _ entonces no entiendo, cuál es ahora tu preocupación, porque te veo preocupada. - dije saliendo y dejándola furiosa.

Regresé al lado de Sergey, que me recibió tan cariñoso y atento como siempre, unos momentos después regresó ella. La velada no duró mucho más, nos despedimos y cuando estreché la mano de Roger, sin que nadie lo notara, le pasé la nota.

AMOR SIN FRONTERAS/ No. 2 De La Serie: AMORESWhere stories live. Discover now