CAPÍTULO 9 NECESITO CONFESARTE ALGO

3.6K 485 24
                                    

Marcela
Entramos corriendo al hospital, es una pequeña clínica, mientras Sergey pide información, yo busco con la mirada a mi hija, pero es en vano, no está.

Nos piden que esperemos un momento. Sergey me conduce hacia una silla para que tome asiento, luego él se posiciona de nuevo frente a la ventanilla de información. No pasan ni cinco minutos cuando veo aparecer a mi hija por un corredor, no me ve a mí, su mirada se centra en Sergey, corre hacia él y él la recibe, se funden en un desesperado abrazo. Ella llora, él la consuela, limpiando sus lágrimas con sus manos, él la separa, solo lo suficiente para revisarla y constatar que se encuentra bien, a simple vista se ven golpes en su rostro y algunos raspones, él pregunta algo, supongo que, si está bien, ella asiente y se abrazan de nuevo.

Me enternece ver esa escena, Serguey la ama como si fuera su propia hija, jamás ha hecho distinción entre una y la otra, a las dos les ha dado las mismas oportunidades, sin escatimar nada y las dos son su adoración. Son su tesoro y se los demuestra constante mente.

Cuando supimos lo que sucedió, estaba tan angustiado como yo, solo que él tiene más auto control, aun así, fue incapaz de manejar hasta acá y le pidió a uno de sus choferes que lo hiciera por él, aunque conociéndolo, creo que lo hizo para poder estar a mi lado, no puedo negar que esto me ha afectado de manera especial. Me siento tan culpable de todo lo que está sucediendo y todavía falta saber si mi pequeña no me juzga tan duramente y pueda perdonarme, más ahora que a causa de todo esto su novio está mal herido.

Veo que él le dice algo y ella se queda estática, voltea hacia donde yo me encuentro, me mira por unos segundos y luego se dirige hacia mí, yo me pongo de pie y la recibo con los brazos abiertos, ambas estamos llorando, hasta que sentimos el abrazo de él, mi esposo tan tierno y amoroso como siempre.

Estamos en la parte exterior del hospital, Rodrigo aún está en la sala de emergencias, pronto lo trasladaran a un cuarto privado, gracias a la intervención de Sergey, su situación es delicada pero estable, el médico habló con nosotros, tiene varias costillas fracturadas y un fuerte golpe en la cabeza, en estos momentos no podemos verlo, pero está en observación. Los médicos ya hicieron lo que podían, que no es mucho porque el hospital no cuenta con suficientes recursos.

Nosotros preferimos esperar afuera, porque la sala de espera está abarrotada.

También nos enteramos de que él salió lesionado porque no llevaba puesto su cinturón de seguridad y su cuerpo dio contra el volante y su cabeza contra el vidrio delantero, en cambio Katya lo llevaba puesto y sus heridas fueron mínimas, sin embargo, está muy angustiada, dice que fue su culpa, pero no sabemos por qué, no dice nada más.

Sergei nos deja por un momento al recibir una llamada.

_ Lo siento tanto mamá. - se acerca Katya y me abraza. _ debimos de haber hablado esto con ustedes, en lugar de salir huyendo.

Me rompe el corazón escucharla disculpándose, cuando todo lo que sucede es mi culpa.

_ Ustedes no tienen la culpa. - digo correspondiendo a su abrazo. _ fuimos nosotros, Roger y yo quienes fallamos.

_ ¿Pensaban decirnos algún día? - dice con reproche.

_ Por supuesto que sí, pero no sabíamos cómo, no queríamos herirlos. - la miro. _ ¿Cómo lo tomó Rodrigo?

_ Me temo que no muy bien. - bajó la mirada. _ no puede creer que su padre sea el mismo que el mío. Estuvimos hablando gran parte de la noche, está molesto porque no nos lo dijeron y creo que más contigo por habérselo ocultado a nuestro padre.

_ Ya veo. - dije. _ la verdad es que tenía razón.

_ Aun así. - me interrumpió ella, nadie tiene derecho a juzgarte y menos si yo no lo hago. La razón por la que lo hayas hecho estoy segura de que es válida.

Yo no dije nada, solo la miré consternada.

_ Mamita. - dijo abrazándome con desesperación. _ tú has sido la mejor madre del mundo, la verdad no me importa porqué lo hiciste, y mi amor por ti no va a cambiar ahora, la verdad es, que nunca he necesitado de ese hombre, sobre todo porque no fue él, el que me abandonó, pero si tú lo dejaste y tomaste una decisión tan drástica, es porque algo muy grave te hizo y si tu consideraste, que era mejor para ti y para mí no formar parte de su vida, es porque así era y no te juzgo, ni te culpo, por el contrario te doy gracias - siento que aprieta su abrazo. _ por cuidar de mí, como lo has hecho y por darme el padre tan maravilloso que me diste, gracias por darme la oportunidad de tener un hogar estable, y esta hermosa familia, tú, mi papá y mi hermana, además de mis abuelos y mi tía, aunque no lleve su sangre han sido más que mi familia.

_ Necesito confesarte algo más. - digo separándola con sumo cuidado.

Ella me mira interrogante y yo me veo en la necesidad de hablar.

_ Recuerdas a tus abuelos don Rodrigo Miranda y su esposa Luisa.

Ella asintió.

_ En realidad son los padres de Roger. - la observo esperando ver reproche en su mirada, pero lo único que veo es sorpresa.

_ ¿Quieres decir que ellos son mis verdaderos abuelos?

Solo asiento con la cabeza.

_ ¿Ellos lo sabían?

_ No. - me apresuro a decir. _ pero siempre te vieron como una nieta porque me apreciaban mucho y siempre desearon que yo les diera un nieto. El que nos encontráramos y te conocieran fue circunstancial, pero supongo que la sangre llama, porque te adoptaron como su nieta, sin saber que lo eras, y te amaron sin condición, así como amaron a tu hermana, solo por ser mis hijas.

_ ¿Se los dirás?

_ En cuanto tenga la oportunidad, pero no sé cómo lo vayan a tomar, después de todo les oculte la verdad, y les hice perder toda una vida de disfrutar a su nieta, sabiendo como lo anhelaban.

_ No perdimos nada mamá. - me abrazó de nuevo. _ a ellos los tuve en cada etapa importante de mi vida, quizás solo nos hubiéramos visto un par de veces más, pero estuvimos unos en la vida de los otros.

No digo nada, solo me quedo a su lado abrazándola, sintiendo que ha crecido tanto, no puedo creer la forma tan madura en la que ha tomado todo esto. Era para que se hubiera derrumbado, para que hubiera gritado y reprochado, sin embargo, me está apoyando y está depositando toda su confianza en mí. Veo tanto de Sergey en ella, el actuaría de esa forma.

Él regresa, su presencia nos obliga a separarnos. Él médico también hace su aparición en ese momento, nos indica que Rodrigo ha despertado y que podemos pasar a verlo, pero solo podemos pasar dos personas a la vez.

Me dirijo con mi hija hacia su habitación.

AMOR SIN FRONTERAS/ No. 2 De La Serie: AMORESWhere stories live. Discover now