Ereudice Díaz 💫

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El verano había llegado, mis 18 años fueron como si no hubiera pasado nada, aunque estaba muy ansiosa por recibir respuesta de las universidades locales e internacionales para saber si fui aceptada en alguna.


Había tenido tantas cosas en las cuales pensar en los últimos dos meses, incluyendo si valía la pena dejar que Marissa se excusara conmigo.

Si necesitas saber el contexto de esta razón necesito que me respondas una simple pregunta:

¿Alguna vez pensaste que todo lo vivido con una persona ha sido una simple mentira?

Eso me pasó a mi, pero déjame explicarte que fue lo que paso; tuve una relación de cinco años con Uriel Zúñiga.

Era casi un sueño para todas nosotras pero al final se fijó en mi y fuimos pareja durante cinco años. Durante ese tiempo jamás pensé que podría salir algo mal, estábamos bien y teníamos una relación estable pero con el tiempo todo termina ¿No?

Tres años después de que nuestra relación comenzó Uriel comenzó a cambiar su actitud conmigo, de la nada ya todo paso a ser como una especie de pesadilla ya que por una u otra cosa terminaba gritándome o lastimandome físicamente.

Quiero explicar brevemente ya que todo mundo me decía que estaba mal que siguiera con el si me lastima a físicamente, la razón por la que seguía ahí era no solo amor sino miedo. Se volvió una persona muy violenta y sinceramente tenía miedo del daño que podía hacerme si lo dejaba.

Poco a poco empezaba a ser normal que se molestará si alguien me miraba en la calle, si tenía amigos, si salía con mis padres, se estaba volviendo una relación muy tóxica y cero sana para nosotros dos.

Hace cerca de dos meses un mensaje que me saco de dudas y lo cambio todo, se volvió más agresivo cuando supo que leí un mensaje que le llegó, no alcanzo a lastimarme físicamente ya que sus padres lo impidieron pero el miedo aumento.

Tan solo días después de esa situación ocurrió algo que no esperaba. Un incendió en su hogar del cual no se sabe aún como empezo, sus padres padres estaban fuera de casa pero Uriel quedó atrapado y murió en el incendio.

Un mes había pasado desde aquel hecho y casi dos meses después aún tenía una cicatriz en un brazo. Hecha en la discusión cuando descubrí su infidelidad.

Me miraba fijamente al espejo y vi esa cicatriz, un simple jalón logro que me hiciera un golpe de profundidad y que se hiciera una cicatriz; quería simplemente dejar de pensar tanto en eso ya que era cruel y una voz fue quien me lo recordó.

—Esta sanando ya—me gire para encontrarme con los ojos de mi madre
—Si al parecer si—dije y pase mi dedo sobre la cicatriz—. es horrible lo que el miedo provoca
—Si de hecho si—respondio mi madre y suspiro
—Por eso te separaste ¿Verdad?—pregunte sin evitarlo y mi madre asintió
—Me separé antes de que todo se tornará así, si siguiera con el quizá... Quizá yo no estuviera aquí—dijo ella y de nuevo suspiro.

Quedamos en silencio unos minutos hasta que mi madre volvió a hablar

—¿Como van las aceptaciones de las universidades?—pregunto mi madre y mire a otro lado
—No ha llegado la del Boston College —dije y suspiré
—Ya llegará cariño, te esmeraste por esa universidad, ya llegará estoy segura—dijo mi madre y sonrió

Mi madre salió de mi habitación y me dejó completamente sola, me dejó pensando en que quizá no tuve cupo para que el Boston College me aceptará.

Entrar a esa universidad en Estados Unidos fue uno de mis más grandes sueños desde que supe que mi madre se graduó de ahí. Es buena escuela y de que es reconocida en Boston, tal vez no como Harvard pero si es lo suficientemente reconocida para saber que tiene un excelente nivel académico.

Todo mundo preguntaba ¿Porque no estudias en una Universidad en México? Era tan simple pero a la vez tan complicado y todo se remonta a mi primera y única relación.

Cuando comencé a salir con Uriel tuve que dejar de lado todas y cada una de mis ambiciones ya que según él, algún día me casaría con él y yo debía dedicarme a nuestro hogar e hijos; el no me veía como compañera de vida sino como un ama de llaves en su casa.

Igual en diferentes momentos hablamos de eso y no llegábamos al acuerdo de que ambos debíamos ser el fuerte del otro, igual no importaba mucho logro manipularme y hacerme creer que únicamente serviría de ama de casa.

Deje todos aquellos pensamientos de lado y me senté en mi escritorio a leer, hacia poco tiempo comencé a leer libros de romance pero era únicamente para escapar de lo mal que lo había estado pasando.

—¡Ereudice!—oi el grito de mi madre mientras leía unas dos horas después de que comencé mi libro.
—¿Que pasa mamá?—grite de vuelta
—¡Baja a comer!
—¡Ya voy!

Deje mi libro en mi mesa de noche y baje a comer, comimos en un silencio muy cómodo, desde que mamá se divorcio no era común tener un tema de conversación, además de que yo ya no hablaba mucho de Marissa; mi antigua mejor amiga.

Parecía que me había leído el pensamiento mi madre ya que me habló.

—Marissa llamo hace una hora—dijo de la nada
—Que lastima que aún recuerda nuestro número telefónico—dije y rodé los ojos
—No la vas a perdonar ¿Cierto?—pregunto mi madre
—Pues no, se metió en mi relación la cual era..
—Un infierno, Ereudice—dijo mi madre con molestia—. Si me lo preguntas, tal vez ella también vivió el mismo infierno
—Yo lo dudo—dije y mi madre me miro esperando que continuará—, ella jamás llegó con un moretón en el rostro, con la mejilla roja después de una bofetada o con cicatrices en los brazos
—Ereudice...
—Seguramente mientras estaba conmigo dejaba salir todas sus frustraciones que llegaba a tener con ella—interrumpi a mi madre
—Si tan solo la dejaras hablar, tal vez tenga...
—¿Una buena explicación?—dije incrédula y solté una risa sarcástica— ¿Que buena explicación hay para interferir en la relación de tu mejor amiga?

Mi madre no supo que decir así que continúe comiendo, al terminar lave los platos que usamos y subí a mi habitación.

Continué leyendo un rato más y después de un rato me recoste en mi cama para ponerme mis audífonos y escuchar música, la primera canción que escuche fue Sing of the times de Harry Styles, se había vuelto mi preferida hacia algunos meses y el hecho de que era una melodía calmada y que a mí me transmitía sentimientos me hacía sentir bien.

Pasadas unas dos canciones me encontraba escuchando The One That Got Away de Katy Perry, entonces el sonido lejano de la puerta me desconcentro de mi canción.

—Llego esto para ti linda—dijo mi madre sentandose en mi cama y dándome un sobre
—Gracias mami—dije y tome el sobre, fue entonces que ví el remitente.

¡Era del Boston College!

Con miedo y emoción abrí el sobre, comencé a leer y enserio no podía creer lo que leí, mi corazón latía a toda velocidad.

En cuanto lo leí mis ojos se llenaron de lágrimas, el corazón me dió un vuelco y luego de un rato mis lágrimas empezaron a caer.

—¿Que pasa cariño?—pregunto mi madre al ver mi expresión
—Fui aceptada—dije sin creer lo que leí—. Me aceptaron en el Boston College

Mi madre abrió sus ojos de par en par y después de unos minutos reacciono para abrazarme

—¡Mi niña, felicidades!—dijo mi madre casi saltando de la emoción.

Recibir mi respuesta hizo aquel día, hizo ese el mejor día de toda mi vida.

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