Ereudice una hermosa joven mexicana que vio a su novio de casi cinco años engañarla por casi dos años con su mejor amiga y poco después de enterase del engaño él murió en un incendió muy misterioso.
En su tristeza decide aceptar la oportunidad de as...
⚠️Importante leer⚠️ Personalmente el capítulo me dió emociones más negativas que de otro tipo así que si eres sensible a ciertos temas de violencia de preferencia no lo leas y simplemente salta al siguiente capítulo. Aclarado esto, quien haya decidido leer puede hacerlo ya.
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En el frío Moscú, Rusia; una hermosa joven pelirroja, de tez blanca, con pecas y ojos verdes esmeralda salía de su hogar a toda prisa con una pequeña bebé de unos seis meses en sus brazos.
La joven corría rápidamente en cualquier dirección mientras se oía a lo lejos que gritaban su nombre. Una pregunta surgió tan de la nada y paso tan desapercibida que, de no ser por qué veíamos tal escena, ni siquiera seríamos capaces de hacernos.
¿Porque corría aquella hermosa pelirroja?
Era una acción de simple autoprotección y de protección a la pequeña Zaria, su hermana menor, la joven de descendencia italiana y rusa vivía en un hogar donde las dos mujeres eran violentadas por su padre, mientras su hermano de enmedio, Damien, se lograba esconder siempre antes de que su padre lo lastimará a él.
Gianna corrio hasta que sus piernas ya no dieron más, llegando a un callejón dónde había una barda y un contenedor se basura se apresuró a meterse entre la barda y el contenedor y así paso desapercibida.
—¡GIANNA!—escucho el grito de su padre ya furioso— ¡GIANNA! ¡MALDITA MOCOSA ME LAS PAGARAS EN CASA!
La joven escucho pasos alejándose y pasados unos diez minutos decidió salir, pensando que tal vez ya era seguro salir, y no estaba equivocada vio a su padre entrar a un callejón bastante lejano dónde había mujeres que se prostituían.
Gianna suspiro y sintiéndose a salvó miro los ojos verdes de su hermana menor, la pequeña miraba a la mayor con ternura y confusión ya que no comprendía lo que sucedió.
La joven comenzó a caminar cuando una mano se poso en su hombro, al girarse se encontró con Vladimir, su mejor amigo. Quien la miro con tristeza al ver la mano marcada en su ante brazo.
—¿Porque no vas a mi casa?—dijo el joven a su amiga—. Tal vez Zaria necesite calor, hace más frío hoy. —Gracias Vladimir pero debo ir a ver a mi madre y hermano—dijo ella —Okey, saluda a Stella y a Damien por mi ¿Quieres?—dijo Vladimir con media sonrisa —Gracias Vladimir—dijo y se giro —¿Estás segura de que no volverá pronto?—pregunto el joven a su amiga —Muy segura Vlad—dijo ella—. Entro en el callejón de la avenida de aya, entro a dónde hay mujeres prostituyendose, así que seguramente llegará mañana. El problema es como llegué —Deberían irse, las puede matar a ustedes tres y a Damien si vuelve borracho o drogado—dijo él con preocupación. —Mamá sigue perdonandole que prácticamente abuso de ella para que Damien y Zaria nacieran—dijo con tristeza Gianna—. Así que muchas opciones no tengo. —Cuidate Gian—dijo el joven a su amiga —Lo haré Vlad, adiós —dijo ella y volvió a su casa.
