Ereudice una hermosa joven mexicana que vio a su novio de casi cinco años engañarla por casi dos años con su mejor amiga y poco después de enterase del engaño él murió en un incendió muy misterioso.
En su tristeza decide aceptar la oportunidad de as...
⚠️ Advertencia ⚠️ Este capítulo es algo de lo más fuerte, complejo y personal que he escrito, además es un tema bastante delicado. Si eres sensible ante los temas de violencia y abusos de cualquier tipo no leas este capítulo. Y espera al siguiente. Sin más que decir si decidiste leer puedes hacerlo ya.
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Había pasado un mes y finalmente se habían podido ver las adolescentes con sus madres y en el caso de Gianna hermanos. Al llegar descubrieron que había una casa bastante grande para poder seguir juntas, si es que las chicas querían.
La casa era de dos plantas con seis habitaciones, había sido una buena oferta de venta y era justo lo que podían usar para cuando el pequeño pidiera una habitación para el solo.
Ereudice no había hablado con su madre sobre el italiano, que hablando de él, la joven había ido conociendo poco a poco a Cristian. Había tenido la confianza para contarle mucho de su vida, exceptuando el porque no quería tener una relación por un tiempo.
Se habían hecho buenos amigos y en realidad incluso pensaban que había sido un mal entendido que hubieran hecho latir el corazón del otro, al final de cuentas nadie se enamora a con solo una mirada ¿Verdad?
Además de que habían forjado un lazo de amistad magnífico los tres chicos y las tres chicas, se había hecho un grupo de seis personas hasta que ella llego.
Una bonita chica de ojos café oscuro, piel apiñonada, cabello lacio color negro y rasgos muy finos. Su nombre era Dalia Smith, ella era lo que cualquiera quisiera ser en algún punto bonita, inteligente, responsable y muy atlética (ya que era parte del equipo de voleibol femenil) pero había un solo detalle que no le favorecía, o eso pensaba Ereudice, su novio.
Roger Williams, era jugador de fútbol en la escuela; era bastante atractivo; de piel pálida; cabello café claro casi rubio y ojos café que hacían juego con su cabello. Este joven era un "animal" comparado con Dalia, era simplemente un bruto e irresponsable y descubrió que no solo era eso. Y la cosa empezó así.
Ereudice había salido con sus tres amigas eran un grupo curioso una rubio, una pelirroja, una castaña y una pelinegra. Las cuatro habían ido a un café cercano al colegio y las horas se les habían pasado volando e incluso estaban llegando una hora tarde a su dormitorio. Al poner un pie en el edificio donde se encontraban los dormitorios las risas cesaron gracias a una voz.
—¡DALIA!—en general las cuatro chicas dejaron de reír al oír a Roger tan molesto—. ¡LLEVO ESPERANDOTE HORAS! ¿QUE TE CREES PARA LLEGAR TARDE? —Tranquilo Roger, fue culpa nuestra—dijo Ereudice un poco desconcertada y al mismo tiempo aterrada. —No vimos la hora y en realidad todas venimos tarde—dijo ahora Gianna— teníamos que reunirnos hace una hora con los chicos para nuestro trabajo y vamos... —No me interesa que tienen que hacer ustedes—dijo bruscamente Roger poniendo nerviosas a la castaña y pelirroja, y haciendo enojar a la rubia —Y a nosotras nos interesa una mierda tu calentura—dijo la rubia parándose frente a la pelinegra—. Tiene derecho a salir y divertirse, que tú seas un amargado y un odioso, no significa que Dalia también lo sea.
