¿Y si lo intentamos? ¿Y si no funciona?.💫

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Al finalizar las fiestas de dió el regreso a las clases normales finalmente llegó haciendo que de nuevo las cosas tomarán su curso, aunque había un poco más de confianza después de la plática que habían tenido en su campamento. Aunque algo había cambiado, de la nada Delaney y Dalia estaban mucho tiempo juntas, la rubia se esmeraba en qué la pelinegra se sintiera cómoda y segura y la prueba eran los miles de detalles lindos que tenía con ella.

Había algo de miedo en la pelinegra pues solía sentirse cómoda pero no sabía si estaba mal interpretando las actitudes de la rubia, era algo que la carcomía pues de algo estaba segura y era de que, efectivamente, le gustaba Delaney.

—Señorita Smith—llamó la profesora de filosofía a la pelinegra—. ¿Tiene algún pensamiento que aporte a la clase?

Dalia quedó petrificada y noto hasta ese momento que todo el mundo la miraba y sus tres amigas trataban de contener la risa.

—¿Y bien?—preguntó la profesora a la pelinegra.

—Lo siento profesora, no tengo nada que decir...—se disculpó la pelinegra poniéndose roja.

—Ponga atención porque vendrá en el exámen, cómo decía...—la profesora siguió con su clase normal.

Dalia se quedó pensativa y trato de poner toda la atención posible a la clase que le estaban dando, una vez que la clase termino la pelinegra jalo a Cristian con ella llamando la atención de todos y logrando que en el estómago de la rubia se hiciera un nudo sintiendo celos de uno de sus amigos.

—¿Pasa algo Dali?—pregunto extrañado el italiano.

—Necesito un consejo Cris...—respondio Dalia y suspiro—. Me gusta Delaney...

—Bonita eso ya lo sabíamos—dijo extrañado el italiano.

—Pero me da miedo lo que pasa, me preguntó... ¿Y si lo intentamos?—pregunto la pelinegra al castaño.

—Seria algo muy dulce, a decir verdad lucen muy bien juntas Del y tú—sonrio el italiano a su amiga—. Solo es cuestión de tratar.

—¿Pero y si no funciona?—pregunto temerosa

—Linda si no lo intentas no sabrás que podría pasar—le respondió el italiano—. A kilómetros se nota que se quieren, si ustedes no se deciden alguien más irá a ganarles.

—Deberías aplicar tu mismo consejo...—le recordó Dalia señalando con la mirada a Ereudice que hablaba con una chica castaña que estaba sonriendo.

—Eso es diferente...—dijo Cristian viendo a Ereudice—. Ella definitivamente jamás me haría caso...

—No lo sabrás si no preguntas o no lo averiguas—le sonrió levemente Dalia a su amigo.

—Tal vez algún día...—Cristian tenso su mandíbula al ver a un chico pelinegro acercarse a ella y sonreír de manera coqueta.

—Anda, vamos Cris, no vayas a matar al chico—Dalia rio levemente —. Te veré después, iré a ____ —se despidió de un beso en la mejilla y se fue en dirección contraria al italiano.

Cris se quedó viendo a la mexicana, y una sonrisa triunfal se dibujó en sus labios al ver que la castaña rechazo al chico el cual se fue decepcionado en otra dirección. Paso junto a ella quien le sonrió y saludo de mano, despidiéndose también de la chica con la que hablaba, para eso llegó Gianna pues tenían que hacer un trabajo de investigación de literatura, la chica observó a lo lejos a Cris sentarse junto a Theo en una barda pequeña que charlaba y reía junto a junto a dos chicas, una particularmente llamaba la atención de la pelirroja, la chica era de cabello cobrizo, lacio, ojos color miel, piel apiñonada, estatura media, bien acuerpada, guapa y la chica le sonreía y se mantenía muy cerca del ojiazul que incluso tomaba su mano.

My Universe.💫Where stories live. Discover now