Capítulo 6. Nuevo arbitro

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La Navidad terminó antes de lo esperado, pronto las vacaciones finalizaban y los alumnos volvían de sus casas

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La Navidad terminó antes de lo esperado, pronto las vacaciones finalizaban y los alumnos volvían de sus casas. Hermione llegó con los ánimos cargados, lista para averiguar todo aquel misterio. Tenía que contrastar la información que tenían, averiguar la razón por la que deseaban la piedra, pero, sobre todo, quien estaba tras ella. Todos sospechaban de Snape, pero solo era eso. Sospechas. Necesitaban pruebas.

Era muy probable que aquello que Fluffy custodiaba fuese la piedra filosofal, pero ¿porqué en Hogwarts? No fue hasta que Harry se comió una rana de chocolate cuando lo vio. Le había tocado un cromo de Dumbledore y detrás venía información del director que él no conocía.

"El profesor Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las 12 aplicaciones de la sangre de dragón y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolás Flamel".

Ahí estaba la razón por la que la piedra estaba ahí. Pero Alana seguía preguntándose quien deseaba la piedra y por qué. La piedra filosofal podía crear un elixir de la vida para hacer inmortal a quien lo bebiese o podía transformar cualquier metal en oro. ¿Cual era la función que deseaba? ¿Sería realmente Snape, un profesor capaz de robarlo? Si aquello era real, su hermana tenía un problema, conocía a Snape personalmente. Los veía a veces caminando juntos, acompañándose mutuamente a su siguiente clase. Lynx siempre había sido muy habladora, no le gustaba el silencio y quería llenarlo de alguna manera. Snape, no era un profesor agradable, era desagradable con los alumnos, era serio y siempre miraba con aquellos ojos fríos, pero cuando caminaba con Lynx, o simplemente estaba cerca, Alana podía observar, podía ver como la mirada de aquel hombre cambiaba. Incluso lo había visto torcer la comisura de sus labios en una sonrisa.

Una sonrisa en un hombre que era de piedra. Alana sentía admiración por lo que Lynx era capaz de hacer y ni siquiera se daba cuenta.

-Dicen que Snape será el arbitro del próximo partido. -mencionó Harry

Alana volvió a la realidad. Estaba desayunando sentada entre Harry y Ron, con Hermione frente a ella. Había dividido su horario para desayunar con ellos siempre, mientras que el almuerzo y la cena lo hacía en su mesa. Había conocido algunos buenos compañeros, como Susan, una bruja de una familia de magos o William, un chico moreno de familia muggle. Pero ninguna regla escrita le impedía desayunar con otras casas y tampoco quería descuidar a sus amigos de Gryffindor.

-Oh no... -dijo Ron preocupado- eso es malo.

-¿Y si ocurre otro accidente? No juegues este partido. -dijo Hermione seria.

-Pero soy el único buscador de Gryffindor, si no juego el equipo pierde... -protestó Harry revolviendo sus cereales.

-Pero... -Hermione no estaba convencida.

Alana se percató de la expresión de Harry, preocupado, nervioso, y angustiado. Deseaba jugar aquel partido más que nada.

-Puede que esta vez no pase nada y si ocurre, seguro que podemos evitarlo. Hermione fue rápida la última vez. -fue lo único que se le ocurrió a la rubia para suavizar el ambiente.

Las Selwyn en Hogwarts (Saga La familia Selwyn) #1Where stories live. Discover now