Esta es la historia de dos hermanas y de una familia bastante peculiar.
Alana Selwyn, es una bruja y como tal, recibe una carta de Hogwarts para asistir al colegio de magia y hechicería. No puede evitar la emoción, después de todas las historias que...
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-Ahhhh -gritó Alana cuando si madre le dio un tirón en el pelo.
Alexia estaba peinando el cabello de su hija, ¿cómo podía tenerlo tan enredado? Su idea era recoger el cabello rubio de su hija en una coleta, quería que estuviera decente en su primer día en Hogwarts. Pero el cabello de la pequeña se estaba resistiendo. Alana llegó a plantearse qué tan importante era su pelo, podía quedarse calva y así no tendría problema.
Cepheus guardaba las maletas y los baúles en el coche. Cuando Alexia por fin peinó a su hija, ambas fueron al coche. ¿Su destino? La estación de Kings Cross para tomar el expreso a Hogwarts.
Llegaron a la estación sin problema y sus padres la acompañaron por la estación. Se estaban acercando al pasadizo cuando Alana observó a un chico. Su cabello era oscuro, era delgado y pálido y parecía muy perdido. Escuchó como le preguntó al revisor por la estación nueve y tres cuartos, como era de esperar el revisor le regañó pensando que se burlaba de él. Alana se separó de sus padres y se acercó al chico. Llevaba una maleta y un baúl junto a una lechuza blanca. Debía ir a Hogwarts como ella.
-Hola
El chico la miró, ella se dio cuenta que sus ojos eran verdes y llevaba unas gafas un poco estropeadas. Sonrió con amabilidad.
-Me llamo Alana, pareces perdido ¿Vas a Hogwarts?
El chico asintió.
-Sí, pero no se donde esta el andén.
-Puedes seguirnos, mis padres y yo sabemos el camino.
Sus padres observaban la interacción con una sonrisa. El chico accedió y los siguió.
-¿Cómo te llamas? -preguntó Alana
-Harry, me llamó Harry Potter.
Sus padres, que andaban tras ella en silencio, dejaban que su hija hiciera un amigo, pero abrieron los ojos por la sorpresa al escucharlo. Miraron al pequeño muchacho a su lado.
-¿Harry Potter? -dijo Alana sorprendida, miró a su madre, como si tuviera que confirmarle- Mamá es Harry Potter.
-Alana -regaño su madre.
-Perdona Harry -dijo Alana con una sonrisa de disculpa- Es que entre los magos eres famoso.
-¿Por vencer a Voldemort?
Sus padres dieron un pequeño brinco al escuchar aquella palabra. Llevaban años sin escucharla, pero aún así el miedo seguía ahí. Alana asintió.
-Este es el camino. Alana ¿por qué no vas primero así Harry te ve? -dijo Cepheus señalando una pared entre el anden 9 y 10.
Alana asintió y arrastró su carrito hacía la pared atravesándola y pasando hacia el otro lado. Detrás de ella apareció Harry y sus padres. La pequeña rubia se giró para despedirse de sus padres, debía subir al tren cuanto antes. Dejó el carrito y fue a abrazar a su madre, para luego abrazar a su padre.
