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La mesa que había comenzado con unas cuantas bebidas, ahora tenía más de una botella ingerida y aunque no había mucha conversación entre los dos extraños, la atmósfera era lo suficientemente amena como para casi embriagarse en la compañía del otro.

— Eres bastante callado. —dijo Jay apuntando con su bebida al pelirrojo.

— Y tú bastante parlanchín, ¿no te lo han dicho? —contestó Heeseung rodando sus ojos.

— Si, pero parece que no soy lo suficiente para parecer fastidioso.

— ¿Por qué lo dices?

— Te has quedado toda la noche aquí.

Heeseung sonrió y alzó una ceja mientras llevaba la bebida a sus labios.

— En realidad estaba esperando que te fueras, pero parece que disfrutas mi silencio.

Jay sonrió divertido y mordió su labio observando al pelirrojo que tomaba de su vaso mientras le regresaba la mirada. No sabía porqué y creía no poder explicarlo, pero el contacto visual que tenían en esos momentos, le provocaba una sensación parecida a la electricidad.

Tal vez era solo el alcohol, tal vez era mucho más que eso. No lo sabía.

— Puede ser que sí.

Heeseung mostró una media sonrisa al escuchar la respuesta del pelinegro, sin embargo, antes de contestar al chico frente a él observó como un rubio se acercaba a su mesa.

— Jay, Heeseung, no sabía que ustedes se conocían. —dijo Sunghoon observando a los dos chicos con una pequeña sonrisa.

Ambos observaron al recién llegado sin decir una palabra, solo compartieron una breve mirada entre ellos antes de asentir y volver a concentrarse en el recién llegado.

— ¿Qué te trae por acá, Sunghoon? —preguntó primero Jay con una ceja arqueada.

— Quería confirmar que no hubieran universitarios haciendo de las suyas en esta parte del bar, no hace parte de la fiesta ¿saben? —el rubio que llevaba una chaqueta negra y a simple vista costosa cruzó sus brazos sin quitar la sonrisa de su rostro.

— ¿Estás intentando echarnos de forma sutil? —volvió a hablar Jay provocando que el rubio negara y soltara una leve risa.

— Heeseung es cliente frecuente de esta parte del bar, así que ya esperaba encontrarlo aquí. —explicó sunghoon encogiéndose de hombros.— Sin embargo, me sorprende encontrarte a ti también Jay. Creí que no se conocían.

Heeseung sonrió y asintió ganándose la mirada expectante de Sunghoon.

— No lo hacíamos, pero Jungwon nos presentó.

El rubio pareció entender las palabras del pelirrojo y y formó una mueca en sus labios mientras asentía para después rascar su nuca.

— Entiendo, bueno eh... disfruten la noche, supongo.

— De hecho ya me iba. —contestó Heeseung levantándose de su asiento y sacando unos billetes para dejarlos sobre la mesa.— ¿Vamos Jongseong?

El pelirrojo concentró su mirada en el pelinegro que lo observó con curiosidad para después asentir y levantarse de igual forma. Ambos salieron de la mesa y quedaron frente a Sunghoon el cuál los miraba detenidamente.

— Sunghoon, agradecería si no me vuelves a dirigir la palabra en lo que queda de carrera. —dijo Jay con una mirada seria y desinteresada.— Puedes pasarle el mensaje a Jungwon igual, aunque no creo que se atreva a hacerlo.

El pelinegro avanzó hasta la puerta de salida dejando a Heeseung y Sunghoon aún en su lugar. Desde su sitio no podía observar el rostro del rubio, pero podía analizar a la perfección las facciones del pelirrojo que justo ahora se encontraba con una media sonrisa burlona en su rostro. Jay no podía escuchar que decía Sunghoon, pero por las expresiones de Heeseung no podía ser nada sensato. Por suerte para el pelinegro había aprendido a leer los labios desde niño y pudo entender lo que Heeseung dijo antes de caminar hacía él.

Sonrió con gracia cuando el pelirrojo se acercó a él quedando a su lado, ambos se miraron frente a frente pues tenían casi la misma estatura. Heeseung relamió sus labios y apartó la mirada del rostro del pelinegro para sacar su celular.

— ¿Te quedarás en la fiesta? —preguntó el pelirrojo mientras hacía algo en su teléfono.

— No lo sé, tú me invitaste a levantarme de esa cómoda mesa, así que dime ¿nos quedaremos en la fiesta?

Heeseung sonrió ante la confianza del pelinegro y envió el mensaje que estaba escribiendo para luego guardar su celular y observar el rostro de Jay.

— Vámonos de aquí, te enseñaré un lugar mejor que el bar de Sunghoon.

Jay asintió de acuerdo a la idea del pelirrojo y se dispuso a seguirlo a través del bar. Pasaron a la zona de la fiesta, donde un montón de adolescentes bailaban y tomaban sin control. Heeseung caminaba detrás de Jay hasta la salida observando a su alrededor y buscando por una cara conocida. Hasta que Jay se detuvo abruptamente.

Un chico rubio y que Heeseung recordaba haber visto alguna vez en los alrededores de la universidad, había agarrado el brazo del pelinegro deteniendolo por completo.

— Jay ¿a dónde se supone que vas? no te había visto en toda la fiesta. —el chico parecía ebrio y hablaba con una leve sonrisa en su rostro.

Jay frunció su ceño y observó a Heeseung que los miraba atentamente escuchando la conversación.

— Jake debo irme, ¿no ibas a hablar con Sunghoon? él está en–

— Olvídalo a Sunghoon le gusta ese compañero de Jungwon, me lo dijo recién. —replicó bajando su mirada en un tono más triste que antes para luego sonreír como si nada hubiera sucedido.— Pero da igual, ¿quién necesita a Sunghoon? eres mi mejor amigo así que ven a tomar conmigo.

— Jake ya estás ebrio, tienes que ir a casa a descansar.

Jay puso la mano sobre el hombro de su amigo y éste negó moviendo su cabeza frenéticamente decidido a continuar tomando alcohol.

— Deberías llevarlo a casa, no creo que pueda andar solo por ahí. —opinó Heeseung llamando la atención de Jay quién lo observó con una mueca en su rostro pero asintió.

— Si no puedo dejarlo solo en este estado. —contestó el pelinegro observando a su amigo por un segundo y luego girando nuevamente hasta el pelirrojo.— Supongo que nos encontraremos en otra ocasión Lee.

Heeseung metió las manos en sus bolsillos y asintió con una media sonrisa.

— Hasta entonces Jongseong.

Jay le devolvió la sonrisa y el pelirrojo comenzó a caminar para seguir su camino hasta la salida de aquel bar.

Al llegar afuera Heeseung se subió con rapidez al auto, el invierno estaba llegando y el clima se estaba volviendo insoportable para estar afuera. Suspiró pensando en la noche que había tenido y en el chico que lo había acompañado. Parecía ser conocido, incluso era amigo de Sunghoon por lo que veía, así que ¿cómo es que nunca lo había visto antes? ¿y por qué razón quería volver a verlo?









Lonely heart - heejayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora