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La cafetería se encontraba tan llena como siempre, con una cantidad importante de estudiantes yendo de un lado a otro con comidas, apuntes, o cualquier cosa que necesitaran para ocupar una mesa en el rencito.

Jay a diferencia del resto, se encontraba bastante ocupado en su plato de pastas. Se encontraba en la misma mesa que siempre solía usar con sus amigos, los cuales y no era por presumir, eran bastante conocidos en esa universidad. Así como él.

Sin realmente quererlo había conseguido una reputación en los pasillos de la universidad y también tenía admiradoras y admiradores que le regalaban dulces de vez en cuando o pedían su número para comunicarse con él. No entendía porqué lo era, aunque tampoco le interesaba en lo más mínimo. Porque las personas siempre estaban hablando y si hablaban de él pues era problema de ellos, no de él.

Jay levantó la vista de su desagradable plato de pastas y chocó con el rubio que lo observaba con una ceja alzada y de brazos cruzados. El resto de sus amigos aún no llegaba.

— ¿Qué sucede? —preguntó Jay dejando a un lado el tenedor y prestando atención al rubio.

— No me habías contado que arruinaste nuestra amistad con Sunghoon y Jungwon. —explicó Jake con molestia.

Jay alzó una ceja y ladeó su cabeza sin comprender de que hablaba su amigo, hasta que recordó la fiesta de Sunghoon.

Habían pasado cinco días de esa fiesta y lo único relevante para Jay es que no había vuelto a encontrarse con el pelirrojo en ningún rincón de la universidad. Lo entendía en parte, era un lugar gigante y con dos cafeterías, pero había tenido fe al pensar que podía cruzárselo por ahí, después de todo era amigo de Sunghoon también.

— Cierto eso, Jungwon solo se acercó a mi porque me quería estudiar para uno de sus proyectos y Sunghoon sabia, es más, creo que por eso me lo presentó. —explicó el pelinegro encogiéndose de hombros.— Así que le dije que no me hablara más y lo mismo con Jungwon, pero si tú quieres hablar—

— ¿Ellos hicieron qué? —preguntó Jake interrumpiendo a Jay con los ojos más abiertos de lo normal.

— Lo que escuchaste.

— Oh voy a matar a Jungwon, ¿Cómo se atreve a jugar con un tema tan delicado? ¿Qué clase de estudiante de psicología es? —comenzó el rubio arrugando las cejas y totalmente exaltado.— Aunque primero debería ir por Sunghoon, él fue quién le contó cosas para que te tuviera de opción, estoy segurísimo.

— Ya me da igual. —murmuró Jay encogiéndose de hombros. 

— ¡Pues no debería! —contestó Jake acercándose al pelinegro.— Tenemos que hacer algo.

— ¡Jake! te estuve buscando todo este tiempo. —dijo un pelinegro de mechas rubias llegando a la mesa donde se encontraban los dos chicos y concentrándose en el rubio.— ¿Tienes anotado el proyecto practico? es que perdí una parte de la idea del diseño y quería saber si me lo podrías compartir. 

Jay observo al recién llegado que acomodaba su mochila y miraba fijamente a su rubio amigo, quiso rodar sus ojos por inercia cuando los ojos del recién llegado chocaron con los suyos y una sonrisa burlona se desplazo por su rostro. Sabia lo que se venia y hoy particularmente no se encontraba de muy buen humor como para lidiar con ello.

— Pero miren nada más, no te había visto Jay, ¿por qué estas tan callado hoy, te sucedió algo el fin de semana? —inquirió el chico de mechas alzando y bajando sus cejas de forma burlona.

— No lo sé Beomgyu, ¿Taehyun ya no te cuenta los chismes de fin de semana?

Jake abrió los ojos exageradamente a su amigo mientras Beomgyu soltaba una leve risa con poca gracia.

Lonely heart - heejayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora