𝐄𝐥 𝟑𝟖 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐠𝐚𝐝𝐨 - 𝐙𝐞𝐛𝐚𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐗 𝐕𝐚𝐳𝐪𝐮𝐞𝐳

Capítulo Uno - Lluvia

Odiaba el gimnasio.
Todos lo hacían, en realidad.

No era que hacer fuerza levantando pesas o flexiones durante 2 horas fuera el pasatiempo favorito de alguno.
Pero si quería ganarse la titularidad, era lo que debía hacer.

Claramente era su momento, los hinchas ponen la mirada en el, el tecnico le dió una oportunidad y no la desaprovechó.
Los demas delanteros no estaban en sus mejores momentos, y todo apuntaba a que podría volver a estar en el once inicial, como alguna vez lo hizo hace casi un año.

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Estaba mas que harto del ejercicio fisico.
Encima que era agotador para cualquiera, su cuerpo no lo beneficiaba en muchos casos.
Él no tenia el fisico que tiene, por ejemplo, Vazquez.
Y odiaba mucho eso, no a Vazquez, pero le irritaba que el tuviera desventaja.
Si, ser mas bajo y pequeño le hacía mas rapido y agil, pero tampoco rechazaría unos centimetros extra.
Pero mas aún odiaba cada vez que se sentaba en ese banco.
Ese maldito banco de suplentes.
Ya lo tenía medido, como 200 centímetros de alto, 120 mas hacia abajo, y hasta 5 metros de ancho, entre todas las butacas.
Pero no se podía quejar, el lo tenía claro.
Ya llegaría la ocasión.
"Es cuestión de tiempo, vas a ver como te empiezan a valorar", le decía su gran amigo Vazquez.
Pero para el era facil.
No había ninguno que este cumpliendo las expectativas en su posición.
Tanto Soldano como el nuevo fichaje Orsini estaban fallando.
Y le llegó el turno.
Pero, ¿El?
Imposible.
Tanto Pavón como Villa parecían tener el puesto asegurado, y Salvio hasta con una lesión le peleaba la titularidad.
Russo apenas lo tuvo en cuenta.
Cumplió con su deber en la cancha e impresionó a los hinchas.
Pero le faltó el gol.
Si esa pelota no hubiera dado en el travesaño, ¿Hubiera estado en los primeros once?
Sabía que no, pero algo le hacía pensar que si.

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-¡Chango, Abrime que me cago de frío!

Ahí se encontraba Luis, esperando a que su amigo le abriera la puerta de la casa, ya que habían quedado en juntarse a pasar el rato, hace mucho no hablaban.

Estuvo 5, 10, quizas hasta 15 minutos esperando y tocando la puerta para que su amigo le abra, para colmo, el mal clima que acompañaba el día no perdonaba, y varias gotas empezaron a caer del cielo.

-!Me cago mojando Chango, abrime, la puta madre!

Fue ahí cuando se le ocurrió llamarlo, el estaba completamente seguro de que el otro se quedó dormido, y cuando el mas bajo dormía, había que traer una grúa para levantarlo.

Exe ⚽♥

Sisi, veni trank vos, yo te espero aca
16:23

Chango, toy arafue
16:54
Chango
16:56
Abrime puto
16:57
Exe
16:58
Oscar Exequiel Zeballos, abrime la puerta ahora mismo
16:59
E
17:00
X
17:00
E
17:00
Q
17:00
U
17:00
I
17:00
E
17:00
L
17:00

¿Por qué lo llamaba por Whatsapp? Ni él lo sabía, pero ahí estaba, con frío y empapado por la lluvia, esperando a que su amigo atendiera.

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Escuchó aquel tono personalizado, y mientras intentaba abrir ambos ojos a la vez, se levantó apurado, <<La puta madre>> pensaba y repensaba, se había quedado completamente dormido, y recien ahora despertaba para poder atender la llamada de su amigo.

-Luis, estoy yendo, me había quedado...

-Dormido, ya me di cuenta, apurate que me cago mojando

Colgó, con ese tono seco y rudo que tomaba cuando se indignaba o enfadaba, a Zeballos le encantaba escucharlo con ese tono y actitud, y esto ocasionaba que a veces este lo moleste intencionalmente.

Llegó a la puerta, la abrió e inevitablemente levanto la mirada, su amigo era muy alto y él, por contrario, muy bajo.

-Te voy a matar, enano

-Eu, el enano está un poco de mas ahí, no hacia falta putear

Exequiel le comentó con un tono burlesco, viendo como una pequeña sonrisa aparecía en el rostro de Vazquez.
Mientras la torrencial tormenta atacaba a todo aquel que no andase cubierto bajo algo, Vazquez entraba a la casa de su amigo mientras este ultimo ya calentaba el agua.

Iba a ser una larga noche.