Capitulo Diecisiete - Entrenamiento

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Un día nublado, se avecinaba lluvia seguramente, pero eso no impedía que en el club se realice el entrenamiento.

Iniciaron en el gimnasio, una parte ligera, con cintas de correr y pesas de poco peso, aproximadamente 30 minutos.

Durante ese tramo vieron que afuera estaba empezando a lloviznar, y en ese momento Ibarra decidió acelerar todo y mandar a todo el plantel a una de las canchas de entrenamiento.

Luego de pasar por el vestuario para calzarse los botines, todos estaban en el centro del campo escuchando al DT

-Bueno, escuchen, vamos a hacer trabajos de ataque y defensa en parejas, las parejas las armo yo, van a estar armadas por un jugador defensivo y uno ofensivo.

Dicho eso, se puso a nombrar de su lista las parejas, el Pipa y Advíncula, Rojo y Villa, Barco y Langoni.

Ni Exequiel ni Luis escuchaban sus nombres, ambos estaban tranquilos de todos modos, ninguno quería cruzarse con el otro en ese momento, el mas bajo se sentía asqueado por el beso de ayer, y  el contrario tenía miedo de saber si Exequiel se enteró de algo de lo que ahora sabía Alan.
Por suerte no podían estar juntos, el trabajo es de un delantero y un defensor o mediocampista, y ambos eran delanteros.

-Listo, todos tienen pareja, hagan una entrada en calor rápida que en 5 arrancamos

¿Qué? Ninguno de los dos escuchó a su pareja, ahora no sabían con quien estaban, Exequiel miró a su alrededor para de repente ver como Agustín saltaba sobre el como un mono, cayendo al lado suyo y tomandolo por el cuello con su brazo

-Hay que ganar eh

Dijo Gusa, y Exe sonrió amistosamente al entender que él era su compañero de trabajo.

Vazquez tardó un poco mas, Alan, su compañero, tampoco había escuchado que estaba en equipo con el 38, pero ambos se dieron cuenta cuando se vieron el uno al otro, solos y dando vueltas por la cancha.

Ibarra empezó a llamar a dos parejas a la vez, una defendía y la otra atacaba, y así pasaron todo el entrenamiento.

Cuando terminaron, ya con el sol despidiendose y la luna marcando su presencia, todos se fueron a las duchas, menos Exequiel y Alan que se quedaron pateando al arco un tiempo.

-Que lindo le comiste la boca a Vazquez ayer eh

Como no, Alan y sus incansables ganas de romperle los huevos a la gente.
Exequiel se molestó por el comentario, no quería recordar el momento y en lo posible que nadie lo recuerde, simplemente ignoró a Alan y siguió pateando.

-Daaale, fue un piquito nomas che, ¿Tanto te va a molestar?

Alan le pegaba al arco mientras hablaba, la pelota daba en el palo derecho.
Al no encontrar respuesta del mas bajo, Alan siguió hablando.

-No sos puto por un beso Exe, sacate eso de la cabeza, gato

A Zeballos se le veía cada vez mas molesto, pero seguía pateando en silencio.

-Igual no debe ser tan malo ser puto, es como cogerte a una mina pero cuando te cansas podes pedir el cambio.

Ambos tiraron al arco a la vez, y cada uno la clavó en el angulo, al mismo tiempo, Exequiel se dió la vuelta y se fue rumbo al vestuario para bañarse, cansado de escuchar las boludeces que decía Alan.

[...]

Luego de bañarse y ponerse el conjunto del club, Zeballos se dirigió a la salida del predio y se encaminó al hotel donde concentraban, en el camino se cruzó q Sandez.

-Ahí estas, loco, te estaba esperando

Exequiel ni detuvo su marcha, estaba serio y pensativo.

-¿Todo bien Exe?

Agustín empezó a caminar a la par de el siguiendole el ritmo, de igual manera Zeballos seguía sin prestarle atención.
¡Alan en serio pensaba que era puto!
Claramente hay algo que malentendió, a él le gustan las minas, los pibes no, el beso con Vazquez fue por una apuesta y no lo disfrutó.
El beso con Sandez tampoco.
¿Que beso con Sandez? Agustín es su amigo, nunca haría algo así, es imposible

-¡Chango!

Un grito de Sandez lo sacó de sus pensamientos, por primera vez en toda la caminata, giró su cabeza para mirarlo.

-¿A donde estas yendo?

Sandez le preguntó con confusión, y Zeballos miró a su entorno, viendo que ya se habían pasado de largo la sede donde concentraban

-Perdón amigo, no me di cuenta

Habló Exequiel, pegando la vuelta junto a su compañero a la par.
Sandez lo miró extrañado unos segundos, pero no le dijo nada al respecto, y en cuestión de minutos, ambos llegaron a sus respectivas habitaciones.

𝐄𝐥 𝟑𝟖 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐠𝐚𝐝𝐨 - 𝐙𝐞𝐛𝐚𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐗 𝐕𝐚𝐳𝐪𝐮𝐞𝐳Where stories live. Discover now