Capitulo Diez - Gusa

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La luz lo encandilaba, se sentía mas que mareado y caminaba entre multitudes de personas con una lata de cerveza en la mano.
No recordaba la mitad de las cosas que habían pasado antes, el solo vino a esta joda para acompañar a su amigo en el mal momento. No sabe en que momento empezó a tomar tanto, cuando se prometió a el mismo no emborracharse hasta no encontrar a Exequiel.
Hablando de amigos, ¿Donde carajo quedó Medina? Lo perdió a los 5 minutos de haber entrado y desde entonces no se lo volvió a cruzar, pensó en llamarlo pero dió por hecho que su amigo simplemente estaría dando vueltas por ahí, disfrutando de la vida.

Vió personas entrar y salir de los baños con rapidez, dudaba que Exequiel estuviese por ahí, pero optó por investigar, ya había revisado en todos lados.
Vió a Zeballos salir corriendo con una sonrisa boba, pasos descoordinados y Vazquez de su mano.
Era consciente de que no debía seguirlos, no era de su incumbencia el tema, probablemente solo querían hablar y solucionar el problema que tuvieron hace unas horas. Pero su cuerpo lo traicionó, sin darse cuenta, se encontraba apoyando su espalda en la puerta que daba al exterior, con una lata de cerveza en la mano y mirando para otro lado, pero con los oídos atentos para escuchar la charla

-Bue, porque vos no tomaste ni una birra seguro

Escuchó a Exequiel reír, parecían estar teniendo una charla amistosa, pero luego no escuchó nada mas.

Esperó unos segundos, escuchaba que uno de los dos murmullaba pero no sabía quien era, mucho menos lo que decía.
Decidió voltear discretamente su cabeza para poder observar la escena de reojo, Zeballos rodeaba el cuello de Vazquez con una de sus manos, y una hermosa sonrisa se posaba en su bella cara.
Pero ambos estaban muy cerca, no podía ver la expresión de Luis dado que este estaba de espaldas a él, pero supuso que era similar a la del menor.

Otra vez, uno de los dos susurró algo, pero esta vez vió que era Exequiel quien movía los labios para hablar, y que luego se acercaba lentamente a la cara de Vazquez, hasta terminar por juntarlos en un beso.

Se sintió feliz por su amigo, una felicidad inmesa llegó a su cuerpo y su sonrisa así lo hizo notar, estaba contento de que por fin su amigo pudo superar sus propios problemas para resolver su relación de amistad/amor  con Vazquez.

Se sintió triste por el mismo, sus ojos así lo indicaban, cristalizados y rojos mientras lagrimas caían lentamente de ellos. Se sentía estupido, porque pensó que al amarlo, debía dejar que sea feliz con quien el quisiera, que no debía forzarlo a estar con él si Exequiel no lo quería, y tras el beso, sintió todo tan real, tan completo, pero todo cayó en picada, y dolía mucho. Saber que aunque le mostraba amor el otro no lo lograba ver, era completamente devastador para el.

Y así se fue a paso lento del lugar, con los ojos rojos de tanto llorar, una sonrisa de oreja a oreja y un corazón partido en pedazos.

𝐄𝐥 𝟑𝟖 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐠𝐚𝐝𝐨 - 𝐙𝐞𝐛𝐚𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐗 𝐕𝐚𝐳𝐪𝐮𝐞𝐳Where stories live. Discover now