Capitulo Tres - Capaz

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Luis Vazquez

1:33 a.m.

Se despertó por el fuerte estruendo de un trueno, un poco asustado y agitado por la intensidad que ahora tenía la tormenta, a el le agradaban las lluvias, pero hasta ahí, cuando ya habían truenos o las gotas caían con mayor fuerza.
En este momento, aunque parezca infantil, el se sentía un poco atemorizado por la lluvia, y esto le dificultaba dormir.
Todo estaba oscuro y el no veía nada, se guió por el tacto, dandose vuelta en la cama y chocando levemente con algo, y ahí recordó que no estaba en su casa.
Escuchó un pequeño gruñido de Exequiel, que aún dormía placidamente dandole la espalda, y sin dudar mucho, Luis se pegó a el, pasando un brazo para abrazarlo y buscando tranquilizarse

Me va a matar cuando se despierte

Aún así, encontró ese calor que lo tranquilizaba en el cuerpo de su amigo, y ya con poco de pensar y como ultimo acto, plantó sus suaves labios en su cuello, delicadamente y con suavidad.

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Nunca se le hizo tan facil dormir con una tormenta presente, se sintió muy bien, pero cuando abrió los ojos, la otra mitad de esa cama se encontraba vacía

¿Y mi changuito?

Fue lo primero que el mas alto se preguntó, mientras que con lentitud se levantaba de la cama.
Fue en ese entonces cuando la puerta de la habitación se abrió, dejando ver al Santiagueño entrar en silencio, con un café en cada mano, y abriendo con sorpresa sus ojos al ver que su amigo había despertado.

-H~hola, Luis, pensé que seguías durmiendo amigo

El mas alto solamente le regaló una pequeña sonrisa como respuesta

-Te iba a despertar con el café, pero te me adelantaste -Siguió Exequiel-

El mas bajo soltó una pequeña risita mientras que Vazquez le sonreía, con cierta confusión. ¿Exequiel despertandose temprano y haciendole un café? Imposible.

-¿Estas bien?- Le consultó con un tono divertido el santafecino, logrando que Zeballos ponga su mejor cara de orto-

-Daaa, andate a la mierda, encima que te hago el café -Exequiel se dió vuelta, dandole la espalda al mas alto fingiendo estar ofendido-

Ayyy, se ofendió mi bebito -Dijo con tono burlesco, mientras se levantaba de la cama para abrazarlo por la espalda-

Ocultando su cara en el hombro del otro, asi como a la vez sentía que Exequiel se tensaba, para luego relajarse nuevamente.
Probablemente lo que estaba por hacer era una mala idea, pero no lo pensó en ese momento, solo se dejó llevar, apretó un poco mas fuerte a su compañero y le dejó un pequeño beso en la parte trasera de su cuello, si se podía denominar a eso como un "beso", ya que fue mas un roce entre los labios del mas alto y la suave piel del menor.

El silencio tomó el control de la habitación, quizas ambos se quedaron sin saber que hacer, decir, pensar...
Zeballos fue el primero que se alejó y a su vez, rompió el silencio.

-E~ehm, yo... voy a pegarme una ducha ¿Si?

No le dió tiempo al Santafecino de responder ya que se fue a toda velocidad al baño y se encerró ahí, unos minutos despues, se escuchó el agua salir de la ducha.

Vazquez, un poco confundido, tomo asiento nuevamente y empezó a beber el café que su amigo le había dejado en la mesa de luz, pensando sobre lo ocurrido.
La verdad era un pelotudo, sabe que su amigo no es puto, no tenía sentido hacer eso.
Pero capaz había una reacción distinta, capaz lograba cambiarle las ideas.
No, en realidad lo que estaba haciendo era intentar justificarse la boludez que acababa de cometer, ahora que lo pensaba, no lograba entender como se animó a eso.
Igual no se arrepentía, fue el contacto mas cercano que generó con el en toda su vida, y el disfrutó cada milisegundo.

𝐄𝐥 𝟑𝟖 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐠𝐚𝐝𝐨 - 𝐙𝐞𝐛𝐚𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐗 𝐕𝐚𝐳𝐪𝐮𝐞𝐳Where stories live. Discover now