Sana mis heridas [Theseus Scamander]

II. El profesor Scamander.

II.
El profesor Scamander.

El verano llegaba a su fin, las vacaciones se terminan, dando paso a la compañía de los amigos que amamos y nos esperan... Tal vez era así para Leia Bissed, pero no para Theseus Scamander

Seis largos meses de paz habían pasado desde que Albus Dumbledore había derrotado a Grindelwald con la ayuda de sus aliados.

Sin embargo esta guerra, como muchas otras, dejó, desafortunadamente, muchas perdidas tanto mágicas como también de muggles inocentes.

Theseus Scamander uno de los aliados de Dumbledore, quedó gravemente afectado cuando la guerra termino, Theseus perdió una parte de su corazón el día en que su prometida, Leta, murió para salvarlos a él y a su hermano.

- Te extraño - susurro mientras se sentaba frente al mausoleo.

Él sabía que Leta no se halla en el mausoleo de los Lestrange, sin embargo era el lugar más cercano al lugar de su muerte y Theseus sentía, por tonto que pareciera, que en ese lugar Leta podía sentir que él hablaba con ella.

Esa noche el otoño pareció adelantarse. Hacía frío y una suave brisa helada recorría el cuerpo del hombre, él cual sintió como silenciosas lágrimas saladas comenzaban a caer por su rostro y de un zurdazo se las quitó.

No estaba seguro de cuánto tiempo pasó allí, pero sabía que cada día que iba a visitarla, era más el tiempo que transcurria.

Con paso lento salió hasta la entrada del cementerio, miro el cielo estrellado y se apareció en su casa; más exactamente en su amplió estudio.

Cambio su calzado por unas pantuflas, dejando sus zapatos en un pequeño aparador. Se sirvió un vaso bien cargado de brandy de maíz, de su pequeño bar y se tiró en la silla de su escritorio.

Bebió el primer baso de un solo trago y cerro los ojos unos segundos.

- ¿Qué tal tu paseo? - Theseus abrió los ojos de golpe y lo vio sentado frente a su escritorio. Era el hombre más poderoso y famoso del mundo mágico, Albus Dumbledore.

- Incremento mí odio - confesó con desdén. No había un día sin que Theseus no incrementará su odio, pero no hacia Grindelwald, sino hacia él mismo por no haber podido hacer nada por Leta.

- Theseus... - comenzó a decir el profesor, pero no pudo seguir porque el joven lo interrupio

- No comience con lo mismo otra vez - dijo levantándose de su silla para servirse otro trago -. Ya les dije que estoy bien, a mí manera, pero lo estoy - Ya estaba cansado de que su hermano y Dumbledore se metieran en sus asuntos personales.

- Si lo estuvieras no hubieras renunciado al ministerio - Al joven Scamander no le sorprendió que él lo supiera, ya que él siempre pareció saberlo todo.

- A Leta no le gustaría verte así, ella quiciera que fueras feliz. - sentenció serio, mientras el chico volvía a tomar asiento con el vaso de brandy en su mano.

- La unica forma de que yo pudiera ser feliz es si ella estuviera viva.- le contesto mientras le daba otro trago a su bebida.

Dumbledore suspiró, se estaba dando por vencido. Las palabras no funcionaban con Theseus. Si quería salvar a su ex-estudiante tendría que utilizar otra manera.

- Hoy he venido por otra razón - dijo luego de un largo silencio. - Necesito que me sustitullas en Hogwarts por un año - continuó -. Solo este año.

- ¿Por qué? - su confusión se hacía evidente en su rostro.

- Es un asunto privado y muy importante - Theseus no lo dudaba, el mejor que nadie sabía que Albus Dumbledore era un hombre lleno de secretos - Sabes que de otra forma jamás te lo pediría.