XIV. Nott.

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XIV.
Nott.

Luego del acontecimiento en la casa de los Daniel's, Tía Ann estaba asustada. Si lo que ese hombre le había dicho era cierto y Leia no volvería, el viejo Nott la mataría. Bien conocía de su asistente que no era un hombre de paciencia.

El día de la visita de Nott llego. Ann nerviosa se encontraba en su dormitorio haciendo la maletas. Debía huir ya no podía esperar a que Collins apareciera.

Cuando bajo las escaleras, con su gran valija en mano, se encontró con que alguien estaba en su sala. Una mujer delgada de unos 40 años se levantó del sofá al notar que Ann bajaba.

- ¿Qué haces con esa maleta? - pregunto la mujer mientras se acercaba a Ann.

Tía Ann no respondió, buscaba una excusa para salir ilesa del problema.

- ¿Donde esta la chicha?- pregunto seria la mujer y a Ann pareció detenercele el corazón - El señor Nott no puedo venir personalmente porque le ha surgido un compromiso impostergable. Así que yo llevaré a la chica hasta él.

Ann no sabía que decir, aunque era un alivio que Nott no viniera en persona, su asistente bruja estaba allí.

- La- la Niña se fue - tartamudeo por fin Ann.

-¿Cómo que se ha ido? - la voz la castaña cambio de un segundo a otro a una asustadiza.

- Se ha ido, de un momento al otro ha decidido escapar con un hombre - Tia Ann había pensado que si ella había huido talves toda la responsabilidad caería sobre Leía y ella podría excusarse. - Eh intentando detenerla pero fue inútil, yo soy una débil mujer sin magia.

- ¿Lo que dice es cierto?- Ann asintió y la mujer saco su varita y comenzó a balancearla de un lado a otro mirando fijamente a Tía Ann - Espero que no la haya ayudado a huir porque bien sabe de lo que sería capaz mí señor si eso sucediera. - la rubia trago duro ante los nervios.

- Ella definitivamente estará en la estación de tren de Greenwich Village, el próximo martes por la mañana.

- Espero que no mienta, sino mí cabeza no será la única que mí señor corte - dijo y desapareció.

Ann por fin deja escapar el aire que tenía contenido. Debía huir, lo que pasará con esas niñas ya no era problema suyo. Tomo todos los papeles de sus propiedades, así como también todas las joyas y dinero que había en la casa y hullo a donde nadie la encontraría jamás: Asía.

Lo que Ann ignoraba era que esa mujer, Merlina, le temia a Nott tanto como ella. Aunque no fuera su culpa que la chica huyera, ella era quien la había encontrado para su señor, por lo tanto si ella no aparecía Nott la culparia.

- Señor... - se animó a llamarle luego de dar varias vueltas.

- Merlina, pasa - la bruja entro al salón con cautela.

Nott se hayaba sentado en el sofá del gran salón de su mansión con varias mujeres a su alrededor.

- Señor me temo que la señorita Bissed... Ella ... - la mujer se mordía el labio de los nervios - Ella esta enferma y no podrá verle pronto.

Nott no hablo, solo se dedicó a mirarla detenidamente a los ojos, con su mirada fría y penetrante. La mujer estaba a punto de temblar, no sabía que diría su jefe.

- Así que la pequeña se hace la difícil - murmuró - Bien, me gustan asi - se levantó y caminó hacia la castaña, posó su mano en el rostro de la mujer y lo apretó -. Me gustaría verla antes de que vuelva a Hogwarts, Merlina.

Nott la soltó y está calló al suelo con sus piernas temblando. El mago salió del lugar seguido de una de las mujeres que se encontraban allí. Si esa chiquilla creía que escaparía estaba equivocada, ella sería su esposa.

Cuando Merlina se recompuso apretó su puño de rabia. Esa muggle la había engañado, había dicho que su sobrina estaba encantada con este matrimonio y luego se escapa con otro hombre. Solo podía pedirle a Merlín que la muchacha no se entregará a ese hombre o Nott la mataría por no haber cuidado de ella.

Ya tenía un plan, la semana siguiente iría con el idiota de su primo a la estación del tren muggle y se la llevarían. Una vez que todo este asunto acabase se encargaría de la muggle rubia.

Sana mis heridas [Theseus Scamander]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora